Los fabricantes apuestan por equipos cada vez con mayores prestaciones y con bajas emisiones de NOX, con la meta puesta en conseguir la descarbonización de la economía

Estamos en un momento realmente interesante para el sector de la calefacción y el a.c.s. con grandes retos por delante. La sensibilización de la sociedad en cuanto a la protección del medio ambiente sin reducir el confort marca el desarrollo normativo. La Comunidad de Madrid, a través de su Fundación de la Energía (Fenercom) y la Asociación de Fabricantes de Emisores (Fegeca) organizaron dos sesiones (una presencial y la segunda online motivada por las circunstancias del COVID-19) en las que se analizaron el presente y futuro de este sector.

La UE se ha marcado unos objetivos de cara a 2030 que pasan por la reducción de, al menos, un 40% menos de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990; el 32% del consumo final de energía procedente de fuentes renovables y conseguir una mejora de la eficiencia energética del 32,5%. Estas metas llevan inexorablemente a la transformación de los equipos de calefacción y acs, afectados por las emisiones derivadas de los combustibles que utilizan para su funcionamiento, a la vez que buscan ser cada vez más eficientes.

Como se ha recordado en estas sesiones, en nuestro país estos objetivos han quedado recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que de aquí a 2030 se ha marcado, como mínimo, una reducción del 23% de los gases de efecto invernadero con respecto a 1990; que la contribución de energías renovables sea como mínimo de un 42%, por encima de la media europea; una reducción del 39,5% en el consumo de energía primaria y el más relevante: el 74% de generación eléctrica ha de ser renovable sobre el total de la producción eléctrica.

El siguiente escalón es 2050, fecha en la que España se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática.

Pero todos estos objetivos han de pasar por un cambio normativo español. El primer paso ya se ha dado con la modificación del Código Técnico de la Edificación y la próxima publicación del nuevo RITE, que tiene dos fases: una iniciada el año pasado, con el fin de la moratoria de 2018 en cuanto a calentadores atmosféricos, y la segunda, el Reglamento de Etiquetado Energético.

Todo esto obliga a las firmas a fabricar equipos cada vez con mayores prestaciones y con bajas emisiones de NOX, con la meta puesta en conseguir la descarbonización de la economía.

El sector tiene un gran reto por delante, pero también una gran oportunidad ya que, como recordó el presidente de Fegeca, Vicente Gallardo, “el 65% del parque de calderas es ineficiente, por tanto, el mercado tiene una gran oportunidad para revitalizar el mercado de la reposición de calderas”.

Iniciativas como la etiqueta energética de Fegeca están ayudando a concienciar al usuario final sobre las ventajas de reponer su caldera por otra nueva frente a la reparación.

Alberto Jiménez, director de formación de Baxi, fue el encargado de abordar las novedades reglamentarias que afectan a este sector que pasan, sin duda, por el Documento Básicos de Ahorro de Energía del CTE, en vigor desde el 28 de noviembre, y la publicación del nuevo RITE.

Código Técnico de la Edificación

Jiménez celebra que este documento tenga, por fin, carácter puramente prestacional, es decir, “la norma no especifica qué tenemos que hacer sino dónde hay que llegar”, dando la oportunidad a los proyectistas e ingenieros a desarrollar un proyecto de diferentes maneras llegando a las mismas soluciones.

Ahondado más en el contenido del CTE, los apartados que afectan principalmente al sector es el H1 con la limitación de la demanda de calefacción y refrigeración. Hay tres parámetros importantes para Jiménez: la envolvente del edificio, las transmitancias máximas que se van a obligar en cada una de las partes de la piel de edificio y un cierto control de la radiación solar para reducir la demanda de refrigeración durante los meses de verano; el H2 que tiene que ver con las instalaciones térmicas y cuyos rendimientos mínimos se marcan en el RITE; el H4, que si bien antes obligaba a cubrir una parte del agua caliente sanitaria con energía solar térmica, ahora ya no habla exclusivamente de este tipo de energía, abriendo el abanico a cualquier energía renovable; por último, la H5 obliga a los edificios no residenciales, terciarios de grandes dimensiones y grandes consumidores de energía eléctrica, producir una parte de esa energía eléctrica con renovables, no solo fotovoltaica, sino cualquier tecnología de producción eléctrica 100% renovable y de producción “in situ”.

En definitiva, “el objetivo del CTE, desde el punto de vista de Alberto Jiménez, no es tanto reducir la factura energética de los usuarios, sino reducir el impacto medioambiental que tiene el consumo energético de los edificios.”

RITE

Con respecto al nuevo RITE, todavía pendiente de publicación, ya se conoce su contenido por el borrador que se hizo público el pasado año.

Alberto Jiménez destacó varios puntos de esta nueva versión:

• Se introduce la modificación para dar respaldo legal a los district heating.
• Se adecúa a la Directiva de Ecodiseño y Etiquetado Energético que ya vienen cumpliendo los fabricantes.
• Se adecúa el emisor al generador de calor.
• Introduce novedades en recuperación de calor en todos los sistemas.
• Se introduce la temperatura de calefacción (21º) y la de refrigeración (25º).
• Se modifica el cálculo de emisiones en circuitos de agua, bajando la temperatura del radiador.
• Se obliga a que los quemadores mecánicos de gas sean modulantes. En el caso de quemadores de gasoil hasta 70kW permite que sea de una o dos marchas y a partir de esa potencia obliga a que sean modulantes.
• Se regulará el uso de depósitos de doble serpentín.
• En máquinas de refrigeración se marca un escalonamiento de potencia: menor de 70kW, han de ser escalonadas, lo que se traduce en máquinas inverter; y para mayores de 70kW, cuatro etapas.
• Obliga al control de la temperatura del generador y regulación de temperatura ambiente en varias zonas, al menos en dos (día/noche).
• Se hace referencia a un RD sobre contabilización de consumos que no está publicado.

Soluciones para el sector residencial

Las soluciones clásicas que hemos tenido hasta ahora, cambian radicalmente. “Vamos a utilizar, por supuesto, sistemas de generación que en muchos casos serán convencionales aunque introduciendo sistemas de generación renovable y lo que es importante: la autogeneración”. Así de contundente se mostró Gorka Goiri, de Vaillant Group.

Planteó varias propuestas tanto para viviendas colectivas como individuales y tanto de uso colectivo como individual donde, a priori, vale casi todo. El objetivo final, como recordó, es cumplir con las normativas intentando que el ahorro energético sea el mayor posible.

Lo que quedó claro es que las renovables ya sean fotovoltaica, solar térmica, … habrá que tenerlas en cuenta en cualquier tipo de proyecto. Además, uno de los problemas que se presentaban con estas energías, el almacenamiento, ya se está solventando, con soluciones técnicas como baterías o sistemas de bombeo.

La hibridación de tecnologías va a ser, sin duda, la pauta de aquí en adelante, ya que, como se comentó en numerosas ocasiones durante la jornada, no hay una tecnología que sea la idónea para todo y, por tanto, lo mejor es combinar las tecnologías.

En cuanto a soluciones de distribución, la generación distribuida es clave. “Es una asignatura complicada, reconoció Gorka Goiri, aunque en estos momentos la tecnología ha evolucionado lo suficiente como para que se puedan gestionar las redes inteligentes de forma totalmente satisfactoria”.

El futuro de las calderas pasa por la utilización del hidrógeno. España, dentro de la red de gas, está a un 5% de hidrógeno, aunque en Europa se están haciendo pruebas aumentando estos porcentajes en las redes. “Todos los fabricantes estamos trabajando para que nuestros equipos sean capaces de gestionar y trabajar con más o menos hidrógeno de forma que la combustión sea óptima, segura y eficiente”, aseguró el representante de Vaillant.

También habrá un incremento del uso de bombas de calor, pero alertó sobre el control de los gases refrigerantes.” Estamos hablando de eficiencia, por una parte, y de medio ambiente por otra”, declaró.

Los sistemas de ventilación con recuperación de calor deberán asumirse como algo obligatorio en cualquier instalación. “No podemos estar desperdiciando toda la energía que tenemos en la ventilación si estamos hablando de mejorar la eficiencia energética”, recordó.

Y al final, lo más importante son los sistemas gestores de energía, lo que realmente “nos permite trabajar y obtener el confort que necesitamos con las mejores soluciones en cuanto a energía”.

Soluciones para el sector terciario

La tipología de edificios que podemos encontrar en el sector terciario es enorme, por lo tanto, también las soluciones. “Si además, tenemos en cuenta el carácter prestacional del CTE, que da libertad a la hora de diseñar un proyecto, todavía se amplían más las opciones”, comentó Gaspar Martin, director técnico de Group Atlantic.

A diferencia del residencial, en los proyectos de tipo terciario, la exigencia es mayor para zonas más frías al contrario de lo que ocurre en aplicaciones de tipo residencial. “Es una diferencia muy notable que va a condicionar tanto las soluciones de tipo pasivo como activo que utilicemos en estos edificios”, constató el ponente.

Otra gran diferencia entre ambas tipologías, además de la demanda de calefacción, acs, refrigeración, ventilación y control de humedad si lo hubiera, es que en el caso de edificios terciarios a estos indicadores de consumo de energía hay que añadir la demanda de iluminación, cuyos aspectos a cubrir están en la H3. Además, para edificios terciarios de más de 3.000 m² es de obligado cumplimiento el uso de energía renovable para la producción eléctrica.

En su exposición aportó cuatro ejemplos, dependiendo del tipo de edificio: hoteles, geriátricos, gimnasios y oficina; cuatro ejemplos donde diferenció entre aplicaciones con altas cargas de acs (hoteles y geriátricos) y las que no las tienen (oficinas y centros comerciales), ya que las soluciones resultantes vienen muy condicionadas por esa necesidad.

No obstante, independientemente de la instalación que se aborde, la clave es la simulación, buscando soluciones pasivas y activas para ver cuál es la más óptima.

De nuevo la hibridación se presenta como la solución óptima (aerotermia, caldera de apoyo y solar).

Residencial

“Creo que el CTE ha sido bastante conservador y no ha puesto unas condiciones muy restrictivas a la hora de sustitución de equipos generadores de calor”, así lo expresó en su intervención Eduardo Elejabeitia, responsable de producto de caldera de pequeña y media potencia de Viessmann. Esto permite seguir durante años utilizando productos que actualmente se están utilizando y que estamos muy acostumbrados a ellos.

Según los datos presentados por Elejabeitia sobre el parque edificatorio de nuestros país, el 87% de las viviendas plurifamiliares y el 91% de las unifamiliares cuentan con un sistema de calefacción y prácticamente el 100% de las viviendas de España tienen sistemas de acs. Por el contrario, la producción de frio es bastante baja, oscilando entre un 48-50%.

No obstante, la mayor parte del parque de viviendas que son anteriores a 2005-2010 cuentan con calderas convencionales (murales atmosféricas, de baja temperatura o estándar en las salas de calderas), por lo que la caldera de condensación todavía tiene una implantación baja, lo que implica muchas posibilidades en el mercado de reposición, frente al uso de renovables, mucho más complicado en actuaciones de reforma tanto por la dificultad técnica como por su coste, mucho más elevado que el de las calderas de condensación.

Entre las ventajas que destacó Elejabeitia es que no se necesita una gran inversión, pues no hay que cambiar los sistemas emisores, ni cambios del sistema de salida de humos, ni un aumento de potencia eléctrica. “Esto nos da pie a decir que en reforma, y además el CTE nos lo permite, el cambio de calderas obsoletas (más de 9 millones de calderas montadas con anterioridad a 2015) por condensación es la mejor opción”. Además, corroboró, “desde hace años los fabricantes nos hemos esforzado en alcanzar cuotas más altas de rendimiento y reducir las emisiones”.

Terciario

Al tratarse del sector terciario los tipos de instalaciones son muy variados, por lo que Aurelio Lancha, jefe de Producto de Ferroli, se centró en ofrecer propuestas de mejora referidas a ganancias de rendimiento/eficiencia sobre todo por la sustitución de generadores de calor/frio.

Tras exponer varias soluciones, concluyó que el nuevo texto del CTE es una oportunidad para lograr instalaciones eficientes con la integración de todas las energías renovables conocidas. “Con esto no quiero decir que hay que hacer instalaciones redundantes o con un coste elevadísimo. Este es el reto: conseguir grandes logros de forma equilibrada y sensata”.

Y de nuevo reiteró la necesidad de conseguir Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo, como marca el CTE, usando las energías más adecuadas en cada ocasión con el menor coste posible.