El número de redes de calor y frío en nuestro país crecen un 14% en 2018
El 18 de octubre la Asociación de Redes de Calor y Frío (Adhac) presentó en la sede del Idae, la nueva edición del Censo de Redes de Calor y Frío que llega ya a su séptima edición. Un año que, según los datos recopilados por la asociación, ha incrementado el número de redes en un 14%.
La presentación tuvo lugar en la sede de Idae y contó con la intervención de Miguel Manrique, jefe del Departamento de Transformación de Energía de esta institución en la inauguración.
Miguel Armesto, presidente Adhac, recordó que estamos en un momento interesante desde el punto de vista energético y reivindicó el papel de las redes de calor y frío como “herramienta imprescindible en la transición energética, ya que ayuda a reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía primaria”. Destacó también la gran flexibilidad desde el punto de vista tecnológico.
Fue Francisco Javier Sigüenza, secretario general de la asociación, el encargado de dar a conocer los datos de este último censo que, como comentó con satisfacción, ha crecido tanto en número de redes como en potencia instalada. Reconoció que, a pesar de ser un censo ya consolidado tras sus siete años de vida, todavía encuentran trabas a la hora de obtener información. No obstante, los datos recopilados, aunque no recogen el 100% del mercado, sí pueden ofrecer una imagen muy aproximada del volumen de redes de calor y frio en nuestro país.
Como también recordó en su intervención, en este censo se incluyen tanto redes como microrredes, las más extendidas, sobre todo en zonas rurales, y que se caracterizan por el uso de biomasa como energía.
En términos globales, se han localizado 424 redes, lo que supone un 14% más que el año anterior, aunque están censada 402, lo que estiman que se traduce en más de 680 km. de redes, un 13% más que en 2017.
En cuanto a comunidades, un año más Cataluña sigue liderando el ranking, con más del 30% (un 12% más que el año anterior) y Castilla y León, fundamentalmente microrredes de carácter rural. También es gratificante ver que en esta edición han entrado comunidades que hasta ahora no estaban registradas, como es el caso de Murcia o el incremento experimentado en Canarias pasando de una a cinco.
Otras comunidades con crecimientos importantes han sido Madrid (30-35%) o Navarra, con 7 nuevas redes detectadas.
Datos según la potencia y tipo de suministro
En cuanto a potencia, las redes de calor y frío han crecido un 13%. Sólo entre Cataluña, Madrid y Navarra, representan el 70% de la potencia total instalada, a pesar de que el número de microrredes en Castilla y León es muy importante.
En cuanto a tipo de suministro, 363 - el 90% de las redes-, están destinadas al suministro de calor; 35, a calor y frío -precisamente las grandes redes-; y 4 para solo frio.
Tipología de clientes
Si analizamos este dato en cuanto al número de redes, el 49% son públicas, un 47% son privadas y un 4% mixtas.
Sin embargo, si lo analizamos en términos de potencia, el porcentaje varía: el 24% de la redes son públicas; un 38% privadas y otro 38% mixtas. Esto deja patente que cuanto mayor y compleja es la instalación, se tiende más a la colaboración público-privada.
Mix energético de las redes
En este apartado, Sigüenza destacó que el 72% de las redes se abastecen exclusivamente con energías renovables. “España se ha incorporado tarde a las redes, pero lo ha hecho de forma más eficientes y renovable, frente a las grandes redes europeas antiguas que todavian usan combustibles convencionales”, se felicitó.
Desglosando los datos, el 69% de las redes funcionan con biomasa, el 28% combinan diferentes fuentes de energía, destacando el gas natural, sobre todo si analizamos los datos desde el punto de vista de potencia, siendo el gas natural tanto en exclusiva como combinado con otras energía el que coge mayor peso, frente a la biomasa destinada fundamentalmente a redes pequeñas o microrredes. La combinación de ambas, cada vez está cogiendo más peso.