"Los tanques en fibra de vidrio han sido determinantes para reducir los tiempos en las plantas que requieren depósitos o digestores"

Cuando hablamos de la implantación de proyectos de depuración, la optimización del tiempo es un factor clave en la mayoría de ocasiones para lograr la satisfacción del cliente. El manejo de los tiempos de planificación, montaje y puesta en marcha suponen un factor determinante para empresas que necesitan depurar sus aguas residuales. Las causas pueden ser muy variadas: aumento de producción o de la carga contaminante del vertido, avisos de las autoridades, restricciones más exigentes en el cauce natural o la propia responsabilidad social de la empresa.

En muchas ocasiones, la logística del proyecto y las grandes obras que se tienen que acometer para la instalación de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) obligan a detener o alterar el ciclo productivo de la empresa. Estas alteraciones junto con la inversión que supone la construcción de una depuradora pueden suponer un inconveniente en el plano económico. Por estas razones las soluciones premontadas y modulares, las plantas piloto y el outsourcing completo comienzan a establecerse como una de las opciones preferentes por las empresas a la hora de depurar. En este contexto de plazos y límites temporales, espaciales y económicos, la figura del integrador de proyectos cobra una importancia vital. Para conocer más en profundidad esta figura hablamos con Eduardo Terceño, ingeniero técnico y gestor de Obra en Aguambiente.

El tema del agua ha sido siempre una cuestión que me preocupaba enormemente. Una de mis aficiones cuando era más joven era la pesca. Me encantaba ver un río con aguas cristalinas y con gran variedad de especies piscícolas. Durante los años que llevo trabajando en Aguambiente he visto cómo muchas empresas han mejorado notablemente sus vertidos, contribuyendo entre todos a mantener una calidad adecuada de las aguas. Creo que esto se debe potenciar y todos debemos concienciarnos en minimizar cualquier tipo de residuo al planeta.

Eduardo Terceño, en las instalaciones de Aguambiente.

En la depuración de aguas residuales industriales nos enfrentamos a retos diferentes en cada industria. Esto hace que estemos continuamente desarrollando nuevas tecnologías que es lo que nos mueve a los ingenieros.

La dificultad de estas aguas radica fundamentalmente en las fuertes cargas contaminantes. Hay que tratar de reducir al máximo los caudales y esto obliga a optimizar todos los equipos de depuración. En cambio, en las urbanas se puede trabajar con caudales más grandes y los procesos son más sencillos.

Actualmente tratamos de implantar este tipo de montajes con objeto de optimizar los tiempos de ejecución y minimizar los espacios utilizados. Utilizamos la estandarización y de esta forma reducimos los costes de producción, aumentamos la calidad y, en definitiva, podemos ser más competitivos.

Las soluciones premontadas aportan varias ventajas importantes en cuanto a tiempo, espacio y dinero. En primer lugar, se pueden transportar fácilmente a cualquier parte del mundo lo que permite instalar una depuradora en cualquier punto del planeta, todo cabe en contenedores. En cuanto al aspecto temporal, salen de la fábrica completamente montadas y probadas con lo que se reducen notablemente los tiempos de montaje y las pruebas en destino. En lo relativo al espacio, son fácilmente instalables en cualquier hueco de las fabricas ya que ocupan el tamaño de uno o varios contenedores que pueden ser apilados unos sobre otros. Además, requieren muy poca obra civil para su colocación con lo que disminuye este gasto y el tiempo de ejecución de la misma.

Una depuradora tipo estándar puede ensamblarse y quedar probada y lista para el transporte en unas seis semanas. Y, una vez recibido en el lugar de destino, se puede instalar en un mes o mes y medio en función de la complejidad y los equipos auxiliares que se demanden -depósitos, pozos, saneamiento, bombeos, etc.-. Los tanques en fibra de vidrio han sido determinantes para reducir los tiempos en las plantas que requieren depósitos o digestores.

Esta ha sido una de las apuestas fuertes de Aguambiente en los últimos años. Anteriormente ya habíamos trabajado con todo tipo de tanques -hormigón prefabricado, hormigón in situ, acero…-. En primer lugar, está de nuevo el tema del transporte. Podemos meterlos en contenedores y transportarlos a cualquier parte del mundo.

La corrosión es otro factor importante. Muchos materiales se deterioran debido a los productos químicos y a los procesos que se desarrollan en las depuradoras. El composite es un material muy resistente a esta clase de sustancias con lo que se incrementa la durabilidad respecto a otros materiales.

El peso también es importante. Estos tanques tienen una relación de peso muy baja respecto a sus competidores lo cual facilita tanto la manipulación como el transporte y el propio montaje. Por lo que los equipos de manipulación y los medios auxiliares necesarios para la instalación son menores respecto a otros materiales debido a su ligereza.

Lo cierto es que es un producto muy demandado. No requiere mucha obra civil y es muy sencillo y rápido de montar. Muchos países están iniciando o retomando sus procesos de depuración y muchas ingenierías nos están pidiendo estos depósitos.

La facilidad de transporte y la simplicidad del montaje está haciendo que estas instalaciones sean muy solicitadas fuera de nuestras fronteras. Hemos instalado plantas de tratamiento en todo el mundo, desde países europeos como Inglaterra o Portugal hasta en países e islas del Sudeste Asiático con una logística complicada, o en países de Sudamérica con alto riesgo sísmico como México o Colombia.

En primera instancia, suele ser el gerente el que se pone directamente en contacto con nosotros para saber qué es lo que necesita y cuánto le va a costar. Una vez hecha la compra, tratamos con el personal de mantenimiento que se va a encargar de la depuradora, pero también con los departamentos de calidad y medio ambiente, pues son las personas más implicadas en estos temas al tocarles muy de cerca en sus funciones.

Desde luego la experiencia es un grado. En general somos nosotros los que, como profesionales, asesoramos a los responsables. Pero en muchas ocasiones el cliente nunca ha depurado o no sabe cómo hacerlo y por eso brindamos la opción de alquilar los equipos. De esta manera y mediante el control de diferentes parámetros podemos conocer cuál es la manera óptima para depurar ese tipo concreto de agua residual.

En muchas ocasiones las empresas están demandando este tipo de plantas piloto. Los motivos son diversos. Puede que el cliente no conozca su vertido, como ya hemos visto. Esta circunstancia se da frecuentemente en empresas de nueva creación u otras antiguas que no han llevado a cabo procesos de depuración.

Otras veces lo demandan por un aumento de la producción, lo que suele implicar un aumento en el vertido de aguas residuales. Los equipos de los que disponen no son capaces de reducir la carga contaminante hasta los límites establecidos y necesitan un refuerzo urgente para poder seguir cumpliendo con la normativa. También se utilizan en casos de vertidos accidentales para depurar las zonas afectadas o en plantas itinerarias como la extracción de gas, la fabricación de túneles o similares.

No conozco ningún caso de clientes que hayan alquilado la planta piloto y luego no hayan adquirido la depuradora. Los equipos son sencillos de manejar, obtienen muy buenos rendimientos, tienen una buena relación calidad precio y el servicio prestado es muy satisfactorio. El grado de satisfacción del cliente es siempre muy positivo.