La evolución de los medios de trabajo ha sido uno de los principales cambios que han vivido
Los ingenieros consultores. Cinco décadas evolucionando con el sector
Medios y herramientas para facilitar el trabajo
Sin duda, la evolución de los medios de trabajo ha sido uno de los principales cambios que han vivido los ingenieros consultores. Se ha pasado de la regla de cálculo, calculadoras programables y dibujo técnico con pantógrafo o parales a los medios informáticos actuales con diseños en 3D, optimizaciones increíbles de cálculos y diseños, como recuerda Carlos Ramírez, medios que se han hecho imprescindibles para realizar un proyecto y evidentemente han facilitado el trabajo, porque permiten dimensionar con mucha más precisión que antes.
No obstante, todos los profesionales que nos han aportado su visión coinciden en que la excesiva dependencia de estos medios (especialmente de los programas de cálculo y diseño) puede a veces ir en detrimento de la calidad de los proyectos. “Muchas veces el uso de estos medios informáticos encubre los defectos básicos de criterio y cálculo con una enorme cantidad de documentos que generan los ordenadores, dejando una falsa apariencia de calidad y cantidad”, comenta Carlos Ramírez. Y el proyectista “va perdiendo más el ente del diseño, el fundamento del mismo”, coincide Antonio Carrión.
Por tanto, es imprescindible, como recomienda el consultor Rogelio Pérez Barja, “que los técnicos que manejen estos programas sean capaces de determinar si el resultado del cálculo es lógico”.
En todo caso y cuando el edificio es grande y complejo, una visión global del mismo y a la escala adecuada es imprescindible para empezar a pensar en el sistema más adecuado, trazados generales, situación de los principales equipos, accesos, huecos verticales, etc., para cumplir lo mejor posible con las directrices recibidas del cliente (económicas, técnicas y de funcionamiento) y que tenga en consideración a la arquitectura del edificio, tanto desde el punto de vista espacial como estético.
Prestigio y reconocimiento económico de la labor del ingeniero consultor
En este largo periodo la figura del ingeniero consultor ha ganado prestigio en el sector de las instalaciones, aunque como apunta Rogelio Pérez Baja, “una cosa es el prestigio y otra el reconocimiento económico”.
Desde hace unos 20 años se empezó a considerar la ingeniería como labor separada de la arquitectura, aunque coordinada con ella. “Ahora, cada vez más, las propiedades son conscientes de la labor del ingeniero consultor, de tal forma que igual que contratan a un arquitecto, saben que es necesario un ingeniero, y que los dos equipos tenemos que colaborar para la redacción y la dirección de obra del proyecto”, comenta Pérez Barja.
Antes, muchas propiedades y arquitectos se apoyaban en fabricantes, instaladores y contratistas. Ahora también, pero en menor número. “Como consecuencia de esta antigua y mala tradición los honorarios de ingeniería han sido bajos, por falta de valoración de las propiedades y de los arquitectos a los que también se añade un interés económico al tener que repartir sus honorarios totales. Si a esta situación de partida, le sumamos una competencia muy fuerte y sin precalificaciones previas, un desinterés total de las Administraciones Públicas por cuidar y mantener este tejido empresarial de diseño (instalaciones electro-mecánicas en edificios) del que prácticamente desconoce que existe y una ausencia total de esta especialidad en los estudios universitarios de ingeniería, tenemos el coctel perfecto para que los honorarios estén muy por debajo de los que serían necesarios y de los que se manejan en el resto de Europa”, lamenta Carlos Ramírez.
Por el contrario, para Antonio Carrión, si bien el prestigio y reconocimiento de la labor del ingeniero hoy en día es correcto, en el siglo pasado, sobre todo del 70 al 90 era mayor. “Hoy en día es preferible no exigir esta calidad por unos honorarios o simplemente pasarla a un instalador o a un constructor, lo cual no hace buena la consideración que el que dice lo que hay que hacer es el que percibe materiales y costes de ejecución”.
Interrelación con otros profesionales de las instalaciones
De siempre y por puras razones conceptuales, la jerarquía en el diseño de la construcción de inmuebles nunca ha correspondido a la ingeniería de instalaciones, donde el arquitecto tiene el papel protagonista y coordinador. Según la técnica ha ido evolucionando, obviamente el arquitecto no puede llegar a su debido conocimiento y precisa del ingeniero.
“Cada vez vamos más de la mano y dado que el mercado se ha volcado hacia ámbitos de eficiencia energética, los ingenieros estamos consiguiendo más protagonismo.”, reconoce Pérez Barja. De hecho, en los proyectos que trabajan en equipo, arquitectos e ingenieros, la obra en sí se revaloriza y las instalaciones presentan un rendimiento mucho mayor.
Sin embargo, se enfrentan, en la mayoría de los casos, con el problema del tiempo total necesario para que el proyecto quede bien terminado y coordinado, “parece que el cliente ignora que el proyecto de un edificio es un trabajo secuencial en el que unos profesionales dependen de la información que han generado otros, que el tiempo dedicado o coordinarse es elevado y que la presentación final también requiere un tiempo considerable”, critica Ramírez, por lo que en contadas ocasiones se realiza un planning detallado que tenga en cuenta las diferentes etapas que requiere un proyecto global de un edificio que además depende del tamaño y complejidad del edificio, lo que indicaría de manera más real el tiempo mínimo necesario para hacer un buen proyecto y con una buena coordinación.
Calidad de los proyectos vs honorarios
Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente se deduce que actualmente se prioriza el precio frente a la calidad, como argumentan los profesionales. La mayoría de las veces la calidad que se exige en los proyectos no se refleja en los honorarios. En ese aspecto se ha empeorado mucho con respecto a épocas anteriores. Unos honorarios bajos llevan a una calidad de proyecto inferior. “El problema es que los honorarios los determina el mercado y éste está sometido actualmente a una competencia y profesionalidad muy baja”, alerta Carrión. Y, como aporta Ramírez, “la propia Administración Pública es la primera que saca concursos de proyectos con honorarios ridículamente bajos y admitiendo además bajas desproporcionadas con importes incluso inferiores a los del ya deteriorado mercado privado”.
Evolución de los sistemas empleados
Los sistemas empleados en las instalaciones electro-mecánicas conceptualmente no ha evolucionado mucho, lo que sí han evolucionado han sido los equipos, sus componentes y los sistemas de control y comunicación. Aunque, en algunos casos, como puntualiza Ramirez, “se podría decir que, en algunos aspectos, ha habido retrocesos por diferentes causas, hacia sistemas más simples y por tanto más fáciles de diseñar, aunque no fueran idóneos para el edificio en particular de que se trate.” Y da un ejemplo: los inductores de hace 30 años ahora han vuelto pero llamados vigas frías.
Los bajos honorarios y la poca formación en las ingenierías son la causa básica de la pobre evolución en los sistemas empleados en las instalaciones.
Independientemente del sistema de climatización, otro factor determinante ha sido la evolución de la normativa que ha obligado a la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones. Esta mejora se manifiesta en los rendimientos de los equipos de producción y distribución de energía y fundamentalmente en el sistema de gestión y control que han sido la base para el diseño de instalaciones que combine varias tecnologías: calderas, bombas de calor, geotermia, energía solar, VRF, etc.
Un debate clásico en el sector ha sido la defensa de sistemas centralizados o individuales, cuando nos referimos a edificios que van a tener un uso compartido con varios usuarios. De ahí el éxito de los sistemas VRF. Para Pérez Barja gracias a los sistemas de gestión y control a equipos inverter y bombas de caudal variable se puede dotar de una instalación centralizada a un edificio compartido por varios usuarios, independientemente al número de usuarios conectados a la instalación.
Premisas a la hora de diseñar un edificio. Prioridades de la propiedad
Antiguamente la prioridad era el coste de la instalación y en segundo lugar la eficiencia energética, ahora mismo sucede lo contrario, comenta Perez Barja; aunque Antonio Carrión no es de la misma opinión ya según su experiencia, antes primaba la calidad al coste. A partir del siglo XXI se ha invertido el orden, especialmente en los últimos años.
No obstante, Ramírez considera que las propiedades o clientes son ahora más exigentes que antes, debido probablemente a un mayor conocimiento del tema de instalaciones, la presión comercial de algunos fabricantes hacia unos productos y sistemas, a un mayor interés por la eficiencia energética y a tener más preocupación por el costo y eficacia del mantenimiento y del ciclo de vida del edificio y sus instalaciones.
Normativas. Cómo les afecta en su día a día
Es evidente que la continua aprobación de nuevas normativas o modificaciones sustanciales de las mismas afecta en el día a día de los ingenieros consultores, ya que es complicado estar al día. “Se requiere prácticamente un ingeniero por especialidad dedicado, al menos parcialmente, a recopilar, organizar/almacenar en los medios informáticos y distribuir al resto de ingenieros y diseñadores toda esa ingente llegada de normativa, con el consiguiente gasto económico para la empresa de ingeniería”, se queja Ramírez.
Pero aparte del trabajo extra que supone esta abundante normativa, no toda ella goza del agrado de todos los profesionales del sector. Algunas de las críticas más habituales entre el colectivo de los ingenieros consultores pasan por acusar al RITE de ser más teórico y didáctico que real y practico o que se ha tenido muy poco presente la opinión de consultores con plenitud del ejercicio de la profesión; tener una legislación profusa, difusa y confusa, legislando mucho y a velocidades supersónicas; o sobre la ley de Ordenación de la Edificación aprobada en el Parlamento a la que consideran ‘mejorable’. No obstante, para Rogelio Pérez Barja, además de criticarla hay que estudiarla a fondo para aplicarla correctamente y para defender el proyecto ante las empresas de control cuando existen opiniones contradictorias. Sin duda, “la normativa ha contribuido de forma sustancial a mejorar las instalaciones”, añade.
Desde el punto de vista de Antonio Carrión, el problema no es la normativa, sino su diferente aplicación en cada Comunidad y la mentalidad “más que prepararnos para cumplir la norma, somos especialistas en cómo obviarla de una forma razonable”, concluye.
Evolución de los sistemas de climatización
Década de los 70
- Sistemas todo aire doble conducto y multizona.
- Sistema aire agua inducción y fancoils.
- Sistemas centralizados de producción de agua fría y caliente, con funcionamiento total y regulación potencial en equipos centrales por dosificación energética.
- Control automático neumático proporcional y eléctrico todo nada.
- Sin consideraciones especiales de ahorro energético.
Década de los 80
- Sistemas aire agua fancoil con sistemas todo aire de volumen variable.
- Regulaciones de caudales de agua y aire en sistemas centralizados.
- Mejoras sensibles en la parcialización de los consumos, con aplicaciones modulares en los sistemas centralizados.
- Empiezan a considerarse los sistemas de control centralizado y sus aplicaciones. Comienzan aplicaciones informáticas básicas.
Década de los 90
- Se perfeccionan los controles automáticos y modulares de agua y aire.
- Aparecen los sistemas de expansión directa, con utilizaciones en grandes edificios de lazos hidráulicos de transferencias energéticas.
- Se consideran los ahorros energéticos.
- Mejora sensible de los centros de control. Se mejora la capacidad de medición en los caudales de agua y aire y consecuentemente la realidad de los consumos energéticos. Programaciones automáticas en el tiempo de equipos y sistemas.
Siglo XXI
- Gran calidad en la regulación, actuación, vigilancia y alarmas en equipos y sistemas.
- Importantes aplicaciones informáticas para cálculos, energía, funciones en el tiempo, diseños tridimensionales.
- Mezclas de sistemas en el mismo edificio según necesidades y optimizaciones, con sinergias energéticas.
- Optimización de los sistemas de expansión directa e integración con sistemas de agua y aire. Bombas de calor con grandes rendimientos y menores exigencias mediáticas y medioambientales.
- Sistemas de caudal variable de refrigerantes.
- Sistemas estructurales de climatización.