El sector gasista español reclama una ley de cambio climático con el gas como energía clave
España necesita un impulso legislativo importante en materia medioambiental. Consciente de ello, el gobierno español está inmerso estos meses en la creación de la Ley de Cambio Climático y Transición energética. En este contexto Sedigas, la Asociación Española del Gas, quiere poner de relevancia el papel clave del gas como energía limpia para conseguir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Así pues, España podría alcanzar los objetivos de descenso de CO2 poniendo en marcha varias acciones de implantación rápida y bajo coste donde el gas natural es protagonista.
Las propuestas que plantea Sedigas para la futura Ley española de cambio climático y poder avanzar así en objetivos ambiciosos hacia un futuro descarbonizado son las siguientes:
Establecer un modelo energético sostenible económicamente
Esto ayudará a conseguir los objetivos de cambio climático, que mejore la calidad del aire y que contribuya a aumentar la seguridad de suministro y a crear nuevas oportunidades de crecimiento y empleo. Para eso, proponen priorizar las acciones con tecnologías probadas y de coste asumible, promocionar la sustitución de combustibles por otros menos contaminantes, y aprovechar al máximo las infraestructuras existentes y disponer de un precio del CO2 que siga permitiendo el desarrollo económico de la industria.
La calidad del aire co-protagonista de los planes de acción sobre transición energética y cambio climático
Además del cambio climático, la preocupación social se centra en la baja calidad del aire de las grandes ciudades y su consecuencia en la salud de sus habitantes. El gas natural es intrínsecamente un combustible limpio; garantiza una combustión libre de partículas y con cero emisiones de NO2. Este óxido de nitrógeno es precisamente junto con las partículas, lo que determina la mala calidad del aire en nuestras ciudades.
Utilizar las fortalezas del gas en la transición hacia una economía baja en carbono en sectores como el transporte, el residencial y el de generación
La sustitución por gas de otras tecnologías más contaminantes reduce las emisiones de GEI de forma económicamente sostenible; es fácil a corto plazo, con impacto inmediato. Asimismo, recomiendan cambiar a sistemas modernos de calefacción a gas ya que es una forma rápida y barata de reducir las emisiones del sector residencial hasta en un 55%. Las calderas de condensación presentan hasta un 65% más de eficiencia que sus tecnologías competidoras.
Otra alternativa es poner en valor los ciclos combinados como garantes de la estabilidad del sistema eléctrico, ya que “el binomio gas y renovables es una solución de futuro - afirman desde Sedigas-Los ciclos combinados constituyen el mayor garante de estabilidad del sector de generación dado que aportan firmeza, flexibilidad y una potencia ya instalada. A su vez, es una tecnología limpia dado que aumentar la generación a gas disminuiría las emisiones hasta en un 66%.”
Combustible alternativo para transporte marítimo y terrestre
Desde Sedigas reclaman facilitar el desarrollo de infraestructuras y el apoyo al desarrollo para su introducción en el mercado.
Gas renovable
Destacan tres ventajas: producción local, resuelve problemas del medio ambiente y reduce la dependencia energética.
El uso del gas renovable, biometano, procedente de fuentes renovables proporciona ventajas adicionales en la senda de la descarbonización de la movilidad ya que inyectando un 20% de gas renovable en el sistema de distribución, reduciría un 36% de emisiones globales de GEI en comparación con los combustibles derivados del petróleo.
La producción de biometano también es un gran nexo de unión para la economía circular, proporcionando una nueva e inteligente vía de producir un combustible limpio y de gran calidad a partir de desechos orgánicos locales. “Europa tiene el potencial de alimentar más de 2 millones de vehículos con biometano procedente de residuos sólidos urbanos, simplemente transformando nuestra basura doméstica en un combustible sostenible, producido localmente y además renovable” según Andrea Gerini, secretario general de NGVA Europe.
Estas cinco propuestas se centran, en definitiva, en utilizar las fortalezas del gas en la transición hacia una economía baja en carbono en sectores como el transporte, el residencial y el de generación eléctrica, sustituyendo por gas otros combustibles más contaminantes, reduce las emisiones GEI y mejora la calidad el aire de forma económicamente sostenible; fácil a corto plazo, y con impacto inmediato