Australia reconoce el daño económico del impuesto sobre los gases de efecto invernadero
El actual ejecutivo australiano ha prometido derogar el controvertido impuesto sobre los gases fluorados, conocido como "Carbon-Tax", aprobado en 2012 por el anterior gobierno, por considerar que "ha causado muchísimo daño sin aportar ningún beneficio medioambiental, menos de un 1% de reducción de emisiones"
El "carbon-tax" es similar al impuesto español sobre refrigerantes HFC en España, el cual también está causando graves problemas económicos y desorientación administrativa en los mercados españoles de refrigeración, aire acondicionado y otros, según una nota de prensa enviada por Solfluor Ibérica.
El importe de las tasas aplicadas a los refrigerantes en el impuesto autraliano de 2012 fue establecido en base al nivel de efecto invernadero de los refrigerantes, ocasionando el incremento de los precios en aquellos gases con mayor impacto en el calentamiento global.
Según un informe elaborado por la ACCC (agencia australiana de competencia y consumo) a finales del año pasado, el impuesto del anterior gobierno apenas ha conseguido reducir las emisiones de efecto invernadero. Este dato demuestra el importante papel que juega la ACCC en la gestión de las reclamaciones realizadas desde todos los ámbitos del mercado en relación con el "carbon-tax de 2012. Igualmente, la ACCC vigilará las prácticas de las empresas para asegurar que los consumidores se beneficien lo antes posible de la derogación de este impuesto.