El CO2 afecta el descanso de los pacientes de Alzheimer
Un estudio realizado por Zehnder revela que el descanso de los pacientes de Alzheimer mejora en habitaciones donde el nivel de CO2 no sobrepasa los 800 ppm (partes por millón). Este estudio demuestra como el comportamiento agitado en un paciente de Alzheimer coincide con picos elevados, por encima de los 800 ppm, de CO2 en la habitación. El comportamiento agitado como ronquidos, fricción dental, apnea o pánico, no se observó con los niveles de CO2 por debajo de 800 ppm.
Según Zehnder, deberían realizarse más investigaciones en un futuro próximo para comprobar la relación que existe entre los niveles de CO2 y el comportamiento agitado de personas mayores, pacientes de Alzheimer, con demencia y también en personas sanas.
La pregunta es si la relación entre el nivel de CO2 y el comportamiento agitado se puede ampliar a un grupo más grande de personas con demencia o incluso a gente sana para incrementar el bienestar.
Zehnder postula que la gente sana tiene una respuesta adaptable a niveles más altos de CO2, tanto física como mentalmente sin sufrir comportamiento agitado. Pero las personas que sufren Alzheimer u otra forma de demencia, pueden haber perdido esta forma de respuesta adaptable a los niveles de CO2 y pueden tener reacciones físicas más intensas con niveles de CO2 relativamente bajos de aproximadamente 800 ppm. Tienen que realizarse estudios y observaciones médicas más extensas para demostrar este caso de estudio.
El método utilizado
Una pareja (marido y mujer) viven en una casa tradicionalmente ventilada. El entorno de la casa proporciona aire fresco que se incrementa abriendo una o varias ventanas. Desde el año 2007, la mujer sufre la enfermedad de Alzheimer con síntomas graduales de demencia. Ocasionalmente se muestra inquieta, esto se nota cuando tiene un comportamiento introvertido y emite sonidos. Durante la noche el comportamiento agitado se manifiesta con ronquidos, apnea, sueño agitado y pánico al despertarse.
Un indicador mide la calidad del aire en la habitación, y almacena los datos registrados de CO2 cada 15 minutos. Este medidor anota simultáneamente la temperatura y la humedad relativa y está colocado en una mesita pequeña al lado de la cama donde duerme el marido, lo más alejada posible de la zona de respiración.
Para evitar la influencia psicológica de los indicadores de niveles de CO2 se propuso al marido tapar la pantalla del medidor pero él rechazó esta opción porque quería comprobar cómo la ventana abierta tenía efectos sobre los niveles de CO2.
En un cuaderno, el marido anotó el comportamiento de la mujer durante la noche y durante el día. Los incidentes de comportamiento agitado se anotaron en el momento específico en que sucedieron, así como los cambios de posición de la ventana y de la puerta interior. También se anotaba el número de personas que estaban en la habitación. Estas anotaciones se realizaron durante semanas, del 5 de febrero al 13 de marzo de 2014.