La editorial de Toni Amat: 'Urban Bike: Spain is different'
Editorial publicada en el Tradebike 89.
Recientemente presentamos y publicamos los resultados del Sector de la Bicicleta en España de la última temporada y creo que el dato más preocupante era el retroceso en la venta de bicis urbanas, especialmente las musculares.
Las cifras del 2022 nos llevaron a creer que por fin despegábamos, pasábamos de 116.000 unidades a 146.000, un 25% de crecimiento. Aunque lejos de las cifras de nuestros vecinos europeos, donde el mercado llega a ser un 80% urbano y un 20% deportivo - al revés que en España - creímos que se iniciaba una tendencia y aceleración en la bicicleta urbana.
Pues bien, en 2023 hemos tenido un importante retroceso, volviendo a la cifra de 116.000, las cifras de 2021.
Si analizamos las posibles razones de esta situación, vemos que diferentes factores pueden ser los causantes de estos resultados. Por un lado, nos falta la cultura de ciclismo urbano a nivel nacional. Aunque cada vez son más las ciudades que poco a poco van apostando por la bici, en infraestructuras o servicios de bikesharing/alquiler, todavía son pocas. Según el “Observatorio de la Bicicleta 2024 de Cetelem” esta es la demanda más importante de los potenciales usuarios (65%) solicita más infraestructuras, seguido de un mayor respeto al ciclista (con un 50%) y más bicicletas de alquiler (con un 12%).
Hablando de infraestructuras, carriles bici en condiciones y parkings seguros son las más solicitadas. El año pasado, descubrimos que nuestros vecinos de Francia podrían invertir hasta 6.000 millones de euros en el ciclismo urbano, un auténtico ejemplo de la apuesta por la bicicleta. También Italia está aprobando importantes medidas, aquí seguimos lejos de ellos.
A nivel de alquileres, también vamos viendo que más ciudades empiezan a apostar por ellos, a dar este servicio. Y la iniciativa privada también sigue creciendo. Recientemente publicábamos la noticia que la cadena francesa Decathlon empezaba a ofrecer este servicio. Por el contrario, vemos que todavía son pocas, muy pocas las tiendas especialistas que apuestan por el ciclismo urbano, y todavía menos las que se dedican exclusivamente a él. Son las grandes superficies, las cadenas multideporte o internet los encargados de vender estas bicis. Una pena dejar perder este negocio.
Otro factor que también afecta a las ventas de bicis urban es el hecho de que hay muchos usuarios que utilizan sus antiguas MTB o road para circular por la ciudad ante el miedo al robo. Por otro lado, el colectivo de los riders (mensajeros bike) mayoritariamente utilizan E-MTB de primer precio.
Recientemente, pudimos estar en Ciclosferia, en Valencia, la feria del Urban bike en España que por tercer año consecutivo se va consolidado. Iniciativas como esta y el aumento de los servicios de alquiler son iniciativas que puede ayudar incentivar la cultura ciclista en las ciudades, si además las administraciones apostaran un poco más, con ayudas a la compra e infraestructuras, la cuesta sería más llevadera y el camino sería más rápido.
Pero acabemos con una noticia positiva. Siempre hay que ser positivos, el mencionado “Observatorio de la Bicicleta 2024”, nos daba un dato muy importante, el 35% de los españoles se plantean utilizar la bici para ir a trabajar, 12 puntos más que en 2022. Pero hay que convertir este 35% en auténticos usuarios, y para ello debemos superar los frenos y ponérselo fácil, también a nivel de infraestructuras en las empresas (parkings, duchas, taquillas, e incluso incentivos económicos).