Amazon abrirá su primera tienda offline de ropa, y lo hará con ropa deportiva
Cerca de Los Ángeles, Amazon ha decidido abrir una tienda física y que contará con la friolera de 3.000 metros cuadrados. Abrirá este 2022 y será la primera tienda de ropa y ropa deportiva del marketplace americano. Tras probar fortuna en alimentación y en farmacia, ahora lo intenta con la que, sin duda, es uno de los productos estrella en su web. Y lo hace apostando por la omnicanalidad y aportando un nuevo enfoque a la compra. “No intentaríamos nada en el comercio minorista físico a menos que sintiéramos que podemos mejorar significativamente la experiencia del cliente”, ha explicado el gigante tecnológico en un comunicado, recogido por la agencia Reuters.
Como no podía ser de otra manera, la nueva tienda ideada por Amazon ofrecerá una experiencia más virtual que física, gracias a los códigos QR, que permitirán al cliente elegir artículos y recibirlos en el probador, y a algoritmos que convertirán la compra en una experiencia interactiva, con escasa participación humana. Los clientes deberán escanear mediante la aplicación móvil de Amazon el código correspondiente al color y el tamaño de los modelos de muestra que aparecen en los estantes, sobre los que también podrán ver valoraciones de otros clientes. Para probarse las prendas, los compradores aguardarán una cola virtual antes de desbloquear con su teléfono inteligente el acceso a la cabina cuando esté libre.
Una vez en el probador, el consumidor tendrá a su disposición un “armario mágico" con una selección [de prendas] aparentemente interminable. El vestidor será un espacio personal para que sigas comprando sin tener que salir. Cada probador dispondrá de una pantalla táctil para que los clientes puedan solicitar más artículos que el personal del establecimiento entregará en cuestión de minutos
En la “experiencia de compra de Amazon Style”, un algoritmo llevará prácticamente de la mano a los clientes, multiplicando la oferta en función de su selección previa. Las pantallas táctiles recomendarán artículos a los compradores, igual que hacen ahora en la página web, gracias al registro de cada prenda que escanea el cliente. Para cuando estos llegan al probador, los empleados ya habrán depositado los artículos solicitados por los clientes y otros que el algoritmo de Amazon ha elegido. Los consumidores también podrán responder una encuesta de satisfacción, dando aún más pistas sobre sus preferencias.