ASO se marcha del desierto: deja las Titan World Series para RPM Sports
El gigante francés Amaury Sports Organisation (ASO) deja la Titan Desert. La dueña del Tour de Francia y el Dakar, ha decidido desprenderse del 50% de las Titan World Series, esa joint venture que en 2017 creó junto a RPM Sports para replicar el formato original de Marruecos en múltiples países. Desde ahora, el 100% de la compañía corresponde a la empresa española, adquirida por los directivos este mismo año tras la decisión de Dentsu de desinvertir.
El proyecto original arrancó con una inversión inicial de 700.000 euros y preveía llevar el concepto de competición extrema de bicicletas a Cuba y Madeira (Portugal), al tiempo que se analizaban seriamente alternativas en México, Argentina, Panamá, Puerto Rico y Argelia, según explicó entonces su actual presidente no ejecutivo, Juan Porcar.
Jesús García, director general del grupo tras la compraventa, ha señalado en Palco23 que la salida de ASO y la toma de control del 100% les debería permitir ser más ágiles en la toma de decisiones en torno a este proyecto. Se desconoce cuáles han sido las condiciones económicas, aunque tanto RPM Sports como Titan World Series estaban en pérdidas. La facturación de la empresa ha pasado de superar los 15 millones anuales a estar por debajo de los 10 millones de euros.
En la actualidad, la Titan mantiene su prueba original de Marruecos y ha decidido mantener en el calendario la cita de Almería, que se creó en pandemia para dar una alternativa a los corredores ante la imposibilidad de viajar a África. En 2022 también se prevé retomar el proyecto de Arabia Saudí, que celebró una primera edición en 2020 justo antes de la crisis sanitaria, y estrenarse por fin en Baja California (México).
En la cartera de RPM Sports también está la Mussara, un proyecto que adquirió a Win Sports junto a buena parte de su plantilla, como adelantó 2Playbook. Además, también llegó a un acuerdo con Donosti Eventos para asumir la gestión del Maratón de San Sebastián hasta 2024.
La promotora salvó la prueba ciclista catalana tras la crisis de la Covid y ahora confía en alcanzar las cinco carreras con esta marca durante el próximo año, apostando, entre otros, por nuevos formatos como el gravel y las ‘e-cycling’. En cuanto a la carrera a pie, el objetivo es aumentar el número de inscritos apelando al público local.