La movilidad urbana en bicicleta crece un 56% en Barcelona
Desde 2010, el nombre de viajes en bicicleta ha crecido en un 56% en Barcelona. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el Barómetro RACC del Ciclista Urbano en Barcelona, un estudio que analiza los hábitos y la opinión de las personas que optan por moverse en bicicleta por la capital catalana. Publicado por la misma entidad a principios de julio, el Barómetro estudia la situación de la bici desde el punto de vista del ciclista, con el objetivo de identificar los aspectos a mejorar, favorecer la convivencia entre los diferentes medios de transportes y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía pública.
La principal conclusión que se podría extraer de la investigación es que el uso de la bicicleta en Barcelona se ha consolidado en los últimos 10 años, convirtiéndose en la opción de transporte favorita para miles de ciudadanos de todos los distritos de la ciudad sin excepción. Entre los motivos más influyentes de dicho crecimiento se encuentran la progresiva construcción de los carriles bici, el clima suave de la ciudad que invita a coger la bicicleta y una mayor concienciación sobre la necesidad de avanzar en sociedad hacía una movilidad sostenible.
En total, son 63.000 las personas que se mueven por la ciudad condal cada día. De esta cifra total, un 83% de los ciclistas utilizan la bici para desplazarse a su puesto de trabajo o al centro de estudios. Además, un 26% afirma utilizarla no solo por motivos laborales o académicos, sino también para ocio, realizar gestiones, compras u otros motivos. Un 18% de estos ciclistas utilizaban, anteriormente, un vehículo motorizado para los desplazamientos cuotidianos de trabajo o de estudios, lo que permite avanzar hacía una movilidad sostenible. Un 64% usaba el transporte público y un 15% iba a pie. También se ha notificado una diferencia con la bicicleta privada y la pública, ya que los que pedalean con su propia bici realizan un recorrido más largo de los que utilizan el Bicing.
En referencia a las opiniones de los usuarios, el principal motivo para desplazarse en bicicleta es la comodidad, seguido de la voluntad de reducir la contaminación en el aire y de la rapidez que te ofrece para moverse por la urbe. Por otro lado, las cuestiones menos valoradas por los ciclistas son la manca de seguridad de los aparcamientos en la calle en forma de U (a un 7% de los ciclistas le han robado la bicicleta y a un 11% algunos de sus componentes), la conectividad de la red, la anchura de los carriles y la bidireccionalidad de los mismos. Los usuarios encuestados han apoyado algunas de las medidas que se podrían impulsar en la ciudad, como rebajar el límite de velocidad a 30 km/h en toda la ciudad y para todos los vehículos, así como imponer obligatoriamente el uso del casco más allá de los 16 años.
En términos de seguridad y comportamiento, uno de cada tres ciclistas se siente vulnerable cuando circula por la ciudad. De hecho, el 12% ha sufrido un accidente y el 45% ha estado cerca en el último año. A pesar del incremento de los carriles bici en la capital catalana, cuando no hay la opción de circular por uno de ellos, el 45% de los ciclistas optan por ir por la calzada, compartiendo espacio con coches y resto de vehículos motorizados. El 29% utiliza la acera juntamente con los peatones, un 15% baja de la bici para realizar un tramo a pie, un 6% prefiere tomar una ruta más larga para poder circular en carril bici y el 5% restante admite circular por aceras estrechas. Cuanto al conocimiento de la normativa, un 83% declara estar a favor de sancionar a los ciclistas que no la cumplen, aunque un 46% revela no conocer las reglas de circulación de Barcelona. De hecho, un porcentaje notable, aunque relativamente pequeño, no utiliza algunos de los elementos de seguridad obligatorios, como es el timbre (un 6% no lo lleva), la luz roja trasera (un 9%) y la luz blanca frontal (un 13%).
Si bien es cierto y es una noticia extremadamente positiva que entre el 2010 y el 2016 los viajes en bicicleta hayan aumentado un 56%, también debemos hacer frente al 110% de nuevos accidentes que han implicado bicicletas en el mismo período (de 387 en 2010 a 812 en 2016). Concretamente, en 2016 se hicieron 165.499 desplazamientos en bicicleta cada día por Barcelona, de los cuales casi un 93% fueron puramente internos, con origen y destino dentro de la ciudad. En total, hay 1.207 kilómetros en los que se puede ir en bicicleta, de los cuales 166 son carriles bici y el resto son Carrer 30, en el que tiene prioridad la bicicleta y se puede circular máximo a 30 km/h; Zona 30, varias calles en la que la bici tiene prioridad con la circulación máxima permitida a 30 km/h; y plataforma única, calles en las que la trazada y la acera están al mismo nivel y la bicicleta tiene prioridad sobre cualquier vehículo pero no sobre los peatones, con el límite de velocidad a 10 o 20 km/h.
El RACC también ha incluido en el Barómetro una serie de recomendaciones en ámbitos del desarrollo de la red ciclista, la seguridad vial y personal, la protección de las bicicletas y la promoción del uso de la bici. Cuanto a la red ciclista, el RACC cree que se deben consolidar los carriles bici existentes y resolver los puntos negros que provocan, antes de extender la propia red. En referencia a la seguridad vial y personal, la entidad aseguradora ve con buenos ojos establecer un sistema de responsabilidad civil obligatoria, priorizar los carriles de sentido único, proteger los carriles para evitar lesiones en caso de caída, promover el uso del casco y de todas las medidas de seguridad y potenciar las campañas de concienciación y de conocimiento de la normativa vial. Por lo que se refiere a seguridad de las bicicletas, se necesitaría mejorar la seguridad de los estacionamientos en la calle para evitar robos, crear aparcamientos específicos masivos y vigilados e impulsar el registro de bicicletas. Finalmente, para promocionar el uso de la bicicleta se debería aumentar el horario de la tarifa plana del Bicing de 30 a 45 minutos, conectar la red de carriles con las escuelas, establecer incentivos fiscales municipales para promover el uso de la bici para ir a trabajar y modificar la normativa para garantizar un espacio mínimo de aparcamiento en la construcción de nuevas viviendas.