Javier Salamero y King Barcelona se proclaman campeones del mundo de XCO, en la categoría Master
Dudas, Emoción, nervios y finalmente Alegría han sido algunos de los estados de ánimo que hemos vivido estas semanas los componentes de King Barcelona, nuestros aficionados y sobretodo los corredores, con las dos carreras más importantes en las que jamás hemos participado, y que a principios de año solo eran un sueño para nosotros pero gracias a todo el equipo y en especial a Javier Salamero hemos podido no solo participar, sino hacernos con el maillot arcoíris de campeón del mundo.
Hace menos de una semana Javier estaba en Austria para participar en los campeonatos de Europa de bike maratón, uno de sus 2 principales objetivos de la temporada, donde le esperaba una carrera larga y exigente donde prima el físico a la técnica y a la suerte, y Salamero hizo una carrera espectacular manteniendo una guerra feroz con sus perseguidores hasta los últimos Km donde pudo ganar ventaja en las subidas y cruzar la línea de meta primero máster, y 4º de la general (un resultado brutal para tener 51 años).
Conseguir la victoria en el primer objetivo de la temporada, motivó y llenó de energías aún más Javier para afrontar en poco más de una semana el segundo y más importante objetivo, el Mundial del mtb XCO que se disputó en Andorra.
Un título que aún no tenía en su amplio palmarés, pero que le hacía mucha ilusión, aparte de la importancia del título, por correr cerca de casa rodeado de amigos y familiares.
Queremos agradecer desde King Barcelona que est
a temporada nos haya permitido compartir con él estos grandes momento, que para nosotros hace un año eran inimaginables, y nos han hecho vibras y disfrutar como niños.
Nos desplazábamos a Andorra varios miembros del equipo de King Barcelona para dar soporte a Javier Salamero, Julen Blanco, y Juan Carlos Rico, los tres corredores de King Barcelona que han participado en este Mundial, todos haciendo un extraordinario papel en sus categorías.
Javier viajó directo de Austria a Andorra, con poco tiempo para recuperar y para adaptarse a la altura, hizo el máximo de vueltas al circuito, pero sin desgastar, ya que en su mente estaba llegar freso al día de la carrera, y después del desgaste de Austria no era misión fácil.
Los momentos antes de la carrera pudimos ver a un Salamero más nervioso y ansioso que nunca, algo que no nos tiene acostumbrados, ya que es una persona muy tranquila, y que siempre lo tiene (o intenta) tenerlo todo bajo control, pero sabía que ese día era algo muy difícil. Tenía dudas de su estado físico y sobretodo del de sus rivales.
En la línea de salida Javier se encontraba en una posición muy retrasada y con todos sus rivales por delante, pero sabía que tenía tres vueltas para dar lo mejor de sí... y así fue:
“Salgo bien remontando rápidamente posiciones, abriéndome en las curvas para evitar enganchones y poder progresar con menos riesgos. Nada más iniciarse la subida supero a todos mis rivales más peligrosos, me pongo segundo abriendo un pequeño hueco, oigo el ruido típico de un afilador de rueda unos metros más atrás y unos gritos de rabia/desesperación (Uno de los principales rivales ya estaba fuera).
Espero al final de la subida del prado inicial, para atacar, es un duro sendero con desniveles y raíces, en el que había calibrado varias veces para asegurarme que coronaria sin riesgo de aminorar el ataque. Es tan fuerte mi ímpetu que el neumático me patina en el último tramo de raíces, pie a tierra y pateo unos pocos metros, miro para atrás sorprendido de no ver a nadie. ¿Tanto he apretado?, ¿Habrá pasado algo?, sigo por un sendero rocoso a tope y asegurándome no cometer más fallos, recupero el aliento, me veo fácil, me veo bien.
Bajada rápida, nueva subida y me cantan 30 segundos de ventaja, no puedo creerlo, apenas han pasado 7 minutos. Esto no estaba previsto en ninguno de mis muchos planteamientos, sigo apretando pero ahora un poco más sosegado, no quiero cometer fallos, prefiero recuperar mi ritmo cardiaco y respiratorio para un posible final apretado, bajo tranquilo, paso por meta y me cantan 1 minuto (tenía al equipo, amigos y familia repartida por el circuito dándome referencias). Siguiente subida 1 minuto 20 segundos dosifico algo más y bajo aún más conservador, la estrategia está clara, conservar la ventaja con un margen importante por mi parte para mejorar si se reduce la distancia.
Paso por la tercera y última vuelta, me cantan que el segundo y tercero han chocado entre ellos, el que me persigue a 1’40”. Me centro en conservar la mecánica, realizar los cambios con delicadeza, esquivar piedras y raíces, evito picar con la rueda delantera para evitar un posible destalonamiento. La última vuelta es una gozada, me recreo en los ánimos y felicitaciones, saludo, sonrió e incluso choco palmas con los amigos…
Recta final larga, y más larga me gustaría que hubiese sido, no quería que terminara ese estado de embriaguez, esa sensación haber conseguido algo que… no nos engañemos, no tenía muchas esperanzas!!
Al llegar familia, amigos, aficionados, abrazos y fotos para el recuerdo ”
Esto ha sido una de las mejores experiencias que hemos vivido como equipo King Barcelona y queremos que se pueda ampliar y repetir año tras año, por este motivo todo y no haber terminado la temporada ya hemos empezado a trabajar en la 2016, donde queremos tener un equipo potente en más categorías.