En el manejo de datos generados por los smartphones es imprescindible hacerlos correctamente para evitar brechas de seguridad
Riesgos a combatir en la privacidad online y la ciberseguridad
Los teléfonos móviles se usan cada vez más como método de pago y llevar documentos digitalizados (DNI, certificados, etc.) y, además, el metaverso será, cada vez más, parte de la realidad del día a día. Estos cambios que se implantan en el ámbito online implican más exigencias de seguridad en los dispositivos y tecnologías. Estas son algunas de las conclusiones del informe 'Predicciones de privacidad para 2023' que ha realizado la empresa de ciberseguridad Kaspersky.
El año 2022 ha estado marcado por la regulación en materia de privacidad en todo el mundo, tanto en el sector público como en el privado. Algunas de las medidas se han centrado en la vigilancia del sector comercial y las prácticas en materia de seguridad de los datos que perjudican al consumidor, mientras otras se han orientado a proteger la información confidencial de las técnicas invasivas de Machine Learning (aprendizaje automático). A esto hay que sumarle el contexto geopolítico y económico que se está viviendo. Con todos estos factores, Kaspersky ha realizado unas predicciones sobre cuáles son los grandes retos a los que se enfrenta la privacidad y recogida de datos.
Más controles en la transferencia de datos
La balcanización de Internet implica una diversidad de mercado, pero a su vez también una localización si se habla del seguimiento de comportamiento del usuario, esto quiere decir que hay que realizar más controles en la transferencia de datos transfronterizos.
Muchas páginas contienen rastreadores indetectables que recopilan datos de comportamiento para segmentar la publicidad. El mercado lo lideran Meta, Amazon o Google, empresas norteamericanas de ámbito internacional, y para cumplir las normas en materia de datos de cada país confían en organizaciones de ámbito local. Pese a la inversión que hacen estas grandes empresas en materia de seguridad, no están exentas de sufrir brechas de datos.
Los teléfonos reemplazarán cada vez más los documentos en papel
Que los smartphones son cada vez más usados como método de pago es una realidad, a esto, hay que sumarle que en los teléfonos además se almacenan un mayor número de documentos digitalizados. Esto tiene sus ventajas, pero también sus riesgos. Un sistema bien implementado para estos servicios debe agilizar la verificación del usuario, pero almacenar toda esta información en un único punto implica riesgos, de manera que hay que ser exigentes con la seguridad de los móviles y la forma en que se almacenan los datos para preservar la privacidad.
El factor humano, uno de los riesgos a tener en cuenta
Las empresas desarrollan medidas de ciberseguridad cada vez más integrales, moviéndose de la protección de la seguridad del punto y final a la detección y respuestas extendidas (XDR) o el seguimiento proactivo de las amenazas. Pese a todo, el factor humano sigue siento el eslabón más débil en materia de seguridad. La mala configuración de algunas soluciones de almacenamiento de datos en la nube puede conllevar una fuga de datos y errores humanos.
La privacidad en el metaverso
La cantidad de datos que se generan, por ejemplo, mediante los pagos digitales o el uso habitual del móvil es un hecho. Los dispositivos inteligentes en el hogar, la videovigilancia continua en las ciudades, los automóviles con múltiples cámaras, la adopción de Internet de las Cosas (IoT) y la digitalización continua de servicios hacen que el concepto de privacidad, al menos en las ciudades, quede en cosa del pasado. El mundo online se está apoderando del físico.
Los seguros, un integrante de la ciberseguridad que crece con fuerza
Actos, de entrada, tan simples como, pedir comida a domicilio, genera, como mínimo, datos de geolocalización confidenciales. La conciencia alrededor de la privacidad crece y las personas toman medidas para proteger sus cuentas personales, una forma de hacerlo es contratando seguros contra violaciones de datos. Si bien ya existen para restañar las pérdidas generadas por el robo de identidad, es de esperar que el nuevo mercado de lugar a un abanico más amplio de modalidades de seguros.