El tópico está cayendo en desuso, pero sigue siendo utilizado de vez en cuando: “Spain is different”. Sí, es verdad que a veces somos un poco marcianos y sorprendemos a muchos extranjeros con modos de vida, costumbres, hechos puntuales, pero también con actitudes memorables como la transición o el progreso económico de las últimas décadas. Ir a Marte, y sobre todo a la Luna, se está poniendo cada vez más fácil, aunque algunos están en la Luna desde hace mucho. Ahora, por ejemplo, los científicos de la NASA han inventado un material avanzado llamado RXF1 con base en el polietileno, que es incluso más fuerte y más liviano que el aluminio. Combina propiedades estructurales superiores con propiedades protectoras superiores. ¿A Marte en una nave espacial de plástico? Por muy ridículo que pueda sonar, podría ser la manera más segura de viajar. Una misión tripulada a Marte significa un viaje de unos 30 meses. Ya que la crema de la playa no es suficiente como protectora, el plástico es una alternativa atractiva contra las erupciones solares y los rayos cósmicos. Uno se pone una bolsa del supermercado del barrio en la cara, tronco y extremidades y puede perfectamente someterse a la agresión solar en su playa preferida. También en su nave preferida. En su defecto, el periódico también sirve, pero es como de otra época. Taparse con la PDA, el MP3, el DVD portátil o el móvil es, igualmente, práctico.
Esta proximidad a Marte nos está haciendo fuertes en el “Spain is different”. Somos marcianos para muchas cosas, no sólo en las horas de la cena. En esta Europa gris y quejosa, los directivos españoles son los más optimistas del continente en sus previsiones de contratación para el segundo trimestre de 2006. Según los datos del Estudio Manpower de Proyección de Empleo, tres cuartas partes de los directivos españoles encuestados no prevén ningún cambio en sus plantillas durante el segundo trimestre de 2006, el 21 por ciento espera aumentar la contratación en este periodo y el 4 por ciento prevé reducir su número de empleados. En esta liga compiten con nosotros Noruega y Suecia, optimistas también, pero no tanto, sin esa alegría de bar y chiringuito que nos caracteriza. En el extremo opuesto, nuestros hermanos morenos de Italia están en horas bajas y prevén una caída en la contratación del 1 por ciento. En guapura y altura no podemos con noruegos y suecos, pero en “echados p'alante”, a los marcianos no nos ganan ni perdiendo injustamente el mundial de fútbol.