El aluminio sostiene más del 90% del alumbrado navideño en España
La inauguración del alumbrado es quizás la tradición navideña por excelencia, que da el pistoletazo de salida a una de las festividades más importantes del año que, además, sirve de reclamo turístico y comercial. Uno de los principales elementos que lo hace posible es el aluminio, un material que, tal y como señalan desde la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), que representa a más de 600 empresas del sector, cada vez está más demandado para la creación de estos diseños.
El secretario general de la AEA, Gonzalo Olabarria, apunta a cuatro de sus características básicas que explican este aumento en su demanda: su ligereza, su capacidad de reflexión de la luz, su mayor eficiencia energética y su gran resistencia.
“En primer lugar, la ligereza del aluminio es una de sus mejores bazas, para posicionarse como el material ideal para unas estructuras destinadas a sostener a la verdadera protagonista de este despliegue, que no es sino la propia iluminación, minimizando tanto el peso total como su impacto visual. Por otro lado, su capacidad de reflexión de la luz en los acabados pulidos genera un efecto de amplificación de la intensidad visual, que es capaz de llegar a reflejar casi por triplicado la fuente luminosa, lo cual contribuye a una mayor eficiencia energética. Y, por último, su enorme resistencia permite sostener con seguridad tantos las propias luces como los motivos decorativos que sean necesarios”.
De este modo, son muchas las ciudades que han optado por el empleo del aluminio en sus estructuras para la iluminación de Navidad. En Madrid destacan el abeto luminoso ubicado en la Plaza de San Juan de la Cruz, diseñado por Helena Rohner que, junto con Moisés Nieto -que firma el diseño de la iluminación de la céntrica calle Arenal- y Ana Locking -autora del proyecto de la plaza de Chueca- son los tres lighting designers invitados este año por el Ayuntamiento.
Al igual que el Belén gigante luminoso de la Plaza de Colón, fabricado con perfiles de aluminio que, a pesar de su inmenso tamaño, desde el Gobierno municipal destacan especialmente su reducido consumo energético, similar al de un secador de pelo, con un total de alrededor de 20.000 luces LED.
Sevilla ha vuelto a localizar, un año más, en la Plaza de San Francisco uno de los más significativos símbolos de la Navidad de la ciudad. Allí, un gran Templo de la Luz fabricado, en su mayor medida, por aluminio macizo hace una clara referencia y homenaje a la catedral sevillana.
También el Puerto de Barcelona se ha vuelto a llenarse este año de luces, destacando especialmente su belén flotante construido con una estructura de aluminio y con un hilo luminoso, que puede visualizarse desde cualquier ángulo del puerto.
Y qué decir de la ciudad de Vigo, cuyo consistorio lleva apostando fuerte por este proyecto como principal reclamo turístico desde hace ya varios años. Prácticamente el 100% de las estructuras de la iluminación navideña de esta ciudad gallega están fabricadas en aluminio.