Acristalamientos de techos para disminuir el exceso de calor
9 de noviembre de 2009
Un refrigerador que preserva el clima
El proveedor de la industria automovilística Behr, especializado en climatización de vehículos y refrigeración de motores, sabe que sin los refrigeradores para motores de la empresa Stuttgartense muchos automóviles, aviones, barcos y trenes de todo el mundo dejarían de funcionar por el exceso de calor. Para que precisamente eso mismo no les suceda a sus empleados Behr emplea en sus naves de producción acristalamientos de techos Plexiglas Heatstop con la propiedad de reflejar el exceso de calor hacia el exterior.
Una refrigeración eficiente es imprescindible para el buen funcionamiento de los vehículos aunque igualmente depende también de la cantidad de carburante y CO2 que puede ahorrar. Lo que es válido respecto de los motores puede aplicarse también a la climatización de los edificios: la temperatura ambiente en los puestos de trabajo influye considerablemente sobre el rendimiento de los empleados y es un aspecto importante en cuanto a la protección laboral. Con el aumento del calor se disminuye la capacidad de concentración y aumenta paralelamente el peligro de sufrir accidentes. Para evitar esto las naves industriales han de refrigerarse en verano frecuentemente con medios artificiales.
Los procesos de producción pueden generar un calor adicional como pasa en la fábrica de Mühlacker. Helmut Eitel (arquitecto responsable de la empresa Behr) expone: “Nuestros refrigeradores de motor han de soldarse, lo que no deja de ser una fase de producción que genera una gran cantidad de calor. Por este motivo, era importante para nosotros reducir el calor procedente de la radiación solar. De este modo ahorramos una gran cantidad de corriente eléctrica destinada a las instalaciones de climatización y cumplimos por ende nuestras normas relativas a la preservación del medio ambiente”.
En todas las fases de producción que lleva a cabo el fabricante de refrigeradores se procura obtener una solución tan eficiente como sea posible tanto desde el punto de vista energético como de las emisiones de agentes nocivos. El sector de construcciones propio de la empresa comprueba simultáneamente cada uno de los proyectos de construcción respecto de la compatibilidad medioambiental y constata y determina las posibilidades de renovación de los edificios ya existentes. “Por este motivo era comprensible que substituyéramos los tragaluces de las naves de producción por el Plexiglas, que cuenta con la propiedad de reflejar la luz. La energía ahorrada en concepto de refrigeración es un aspecto positivo desde el punto de vista ecológico, además ahorra costes y naturalmente es algo beneficioso desde el punto de vista de la preservación climática”, explica Eitel. En la fábrica de Mühlacker se sustituyeron un total de 210 tragaluces de vidrio acrílico convencional por Plexigals Heatstop, cada uno de ellos con unas dimensiones de 120 por 150 centímetros.
Los nuevos tragaluces se produjeron en las dimensiones presentadas por los marcos de sujeción existentes, de modo que pudieron montarse sin problema alguno. El emplazamiento de éstos dependió de valores como la iluminación, la aireación o a la evacuación de gases.
Un estudio realizado por el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (Fraunhofer-Institut für Solare Energiesysteme, ISE) constató que el empleo de Plexiglas Heatstop permite un gran ahorro energético en una nave industrial típica del centro de Europa con un sometimiento a carga térmica interior considerablemente superior a 8 W/m².