Efectos del COVID-19 en el sector de la Construcción español

El mundo se ha enfrentado a una crisis pandémica sin precedentes. El COVID-19 ha golpeado a la sociedad y por ende al sector de la construcción, aunque no de manera tan catastrófica como se preveía al inicio de la pandemia.

Sin bien es verdad que el sector español ya sufrió un duro golpe en la anterior crisis allá por el 2008, del que resultó maltrecho, en esta ocasión el sector de la construcción, más que el causante del problema, parece estar resultando parte de la solución.

Un claro ejemplo de ello es el ritmo al que están creciendo los fabricantes que se encuentran más cercanos a los proyectos de rehabilitación y reformas. Se trata de un segmento que por el momento está impulsando a gran parte de los fabricantes de materiales.

En definitiva, tras haber sobrellevado la situación este año y medio toca evolucionar y adaptarse a las nuevas circunstancias para sobreponerse a esta situación. Para ello, el primer paso es el de analizar cuáles han sido las consecuencias y los efectos de la crisis en el sector de materiales de construcción.

El primer revés que recibió la sociedad, y por lo tanto también la industria, fue la paralización total de toda actividad durante dos semanas debido al confinamiento, y posteriormente, la adecuación de medidas sanitarias entre los trabajadores. Esto supuso un importante descenso en las ventas acumuladas de los cinco primeros meses (en torno a un 40%-50% según nuestras investigaciones).

También conllevó un retraso considerable en las previsiones de fin de obra de los proyectos. Además, la necesidad de material sanitario obligatorio para los empleados conllevó un sobrecoste no menor para las empresas del sector, así como una menor productividad de los operarios en obra.

Por otro lado, los nuevos proyectos se vieron gravemente truncados debido a la escasez de capital necesario y la incertidumbre sobre el devenir por el desconocimiento previo de una situación así. En el ámbito de las reformas, el cual también experimento una bajada considerable al inicio de la pandemia, lo más relevante fue la necesidad de adaptación de las nuevas demandas de los clientes en cuanto a seguridad, mayores espacios, mejor confort (térmico y acústico) y sostenibilidad.

Otros dos problemas inmediatos que afloraron tras los primeros meses de vuelta a la construcción fueron los siguientes:

• Ausencia de clientes. Muchos posibles compradores, no pudieron optar a la compra de nuevas viviendas o inmuebles o decidieron retrasar sus inversiones, lo que derivó en una paralización de la actividad. Por otra parte, los edificios como los hoteles o los comercios, que tenían en mente realizar una reforma o ampliación, también tuvieron que cancelarla o posponerla por la falta de caja o por la obligación de mantener sus negocios cerrados.
• Dificultad de importación de materiales. Debido al cierre de fronteras entre países, la importación y exportación de materiales se vio claramente reducida y en muchos casos anulada.

Tras los efectos inmediatos causados por la pandemia, que finalmente fueron menores de lo esperado (el año 2020 cerró con unas caídas promedio del 10% en la industria de materiales), toca poner el foco en los efectos causados tras un año y medio desde que esta situación comenzó.

Cierto es que todavía no hemos salido de esta situación ni hemos recuperado la normalidad, pero podemos sacar en claro qué es lo que ha cambiado y lo que debería cambiar.

• Nuevas tecnologías. La pandemia ha puesto en manifiesto una tendencia que se venía observando en los últimos años. La construcción es uno de los sectores más tradicionales en cuanto a nuevas tecnologías.

Si bien es cierto que con el paso de los años, la tendencia se dirige hacia una mejora en ese aspecto. Es primordial adaptar las nuevas tecnologías a la planificación y gestión de proyectos.

Las empresas referentes en este ámbito han conseguido paliar mejor los efectos adversos que la crisis sanitaria ha traído consigo. Algunos estudios realizados revelan que todavía más de la mitad de las empresas encuestadas seguía utilizando métodos de comunicación y marketing “habituales”, como podrían ser el teléfono o el correo ordinario. En estos tiempos, no adoptar la tecnología supone grandes sobrecostes, pérdidas en productividad y eficiencia.

• Auge de las reformas. Pese a la caída temporal sufrida en la construcción de obra nueva (y que por el nivel de preventas de las grandes promotoras residenciales parece superada), el sector de las reformas ha experimentado un auge considerable.

• Algunas empresas han aprovechado la situación de cierre temporal para mejorar sus instalaciones, yendo a espacios más abiertos, accesibles, eficientes y adaptables a la nueva situación. Por otro lado, los hogares se han afanado en remodelar los espacios para crear estancias más cómodas y favorecer la iluminación natural. Además, los espacios al aire libre o con buena ventilación han sufrido una revalorización importante.

• Respeto con el medio ambiente. La coyuntura actual ha generado un mayor interés por la utilización de materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Este hecho hace que los clientes se decanten por empresas (tanto fabricantes como reformistas) que apuestan por políticas de sostenibilidad. La implementación de dichos materiales puede suponer un sobrecoste, pero la evolución de las preferencias de los consumidores nos señala que a futuro será una de las prioridades y un elemento de peso a la hora de decantarse por una empresa u otra.

Esta pandemia ha dejado en manifiesto la necesidad de cambiar y evolucionar hacia un sector más moderno y sostenible. Adaptarse al entorno será una baza diferenciadora para afrontar los años venideros y suplir en la mayor medida posible los efectos adversos de esta crisis sanitaria con imaginación, tecnología, y escucha proactiva con los clientes. En Apliqa llevamos años ayudando a fabricantes del sector a afrontar tus retos, ponte en contacto con nosotros y te diremos cómo te podemos ayudar.