Puertas automáticas, presente y futuro
Antes de comenzar este artículo para Interempresas, es mi deseo en nombre de Fimpa, felicitar a Novoperfil y a todo su equipo humano, por el trigésimo aniversario de la revista, destacando su relevante papel, como medio de comunicación especializado en el sector de puertas, por su labor divulgativa, honesta y siempre implicado en los acontecimientos y avatares más significativos, mostrándose siempre disponible cuando ha sido requerido por instituciones, asociaciones y empresas, para difusión de noticias e informaciones de interés general.
Manifiesto también mi agradecimiento a Novoperfil, por la oportunidad que me brindan con este artículo, para exponer mi perspectiva del presente y futuro del sector de las puertas automáticas.
Desde 2014, el mercado de las puertas automáticas, ha regresado a la senda del crecimiento, pero lo hecho con parámetros muy distintos a los anteriores a la crisis. Ahora encontramos mayor actividad en servicios, reparación y mantenimiento, concentrándose la fabricación en el sector residencial e industrial.
Para los fabricantes de puertas, el presente está condicionado por la normativa de aplicación, especialmente la Directiva de Máquinas, Reglamento de Productos de la Construcción y Código Técnico de la edificación, con la que ya están familiarizados. La nueva norma de aplicación a las puertas con prestaciones cortafuego, EN16034, obligatoria para el Marcado CE de las mismas, a partir del 1 de Noviembre 2019, tendrá un notable impacto en los procesos productivos de los fabricantes, al exigir un sistema de certificación tipo 1.
Por otro lado, en lo referente a la comercialización, el valor de la unidad de venta se ha reducido notablemente, ralentizando el crecimiento del facturado. Además, los márgenes han disminuido en todas las áreas de actividad, consecuencia del incremento de la competencia, que ha crecido mucho más que la demanda, lo que reduce la rentabilidad de las empresas.
Para paliar la situación actual del sector, existe un potencial de actividad significativo, en la renovación y rehabilitación del parque de puertas automáticas existente, el cual no dispone, en la mayoría de los casos, de todos los elementos de seguridad necesarios.
En parte, el parque instalado, está envejecido y su recomendable sustitución y mejora, acorde con las Directivas de aplicación, incrementaría la seguridad, reduciendo los accidentes y protegiendo a los usuarios, en el ámbito residencial.
También, al estar incluidas las puertas automáticas en los equipamientos a verificar por Prevención de Riesgos Laborales, las mejoras en seguridad, garantizarían la utilización segura a los trabajadores, en el área industrial. Ambas actividades, sin duda contribuirían a dinamizar el sector.
Algunas empresas, para superar la situación creada, han optado por diversificar su oferta, y ampliar su catálogo de producto, incorporando soluciones de seguridad, accesibilidad y domótica, ya que el futuro de las puertas automáticas, se basará en criterios de integración y conectividad, que están presentes en el concepto de ‘Smart home’ e internet de la cosas.
Observamos estrategias de integración con otros equipamientos domésticos presentes, como son video-portero, central de alarma, sensores de seguridad, y conectados con el exterior, mediante aplicaciones para Smartphone, tablet o pc, que permitan la operatividad bidireccional, requerida, para enviar comandos y recibir la confirmación de la ejecución de los mismos, así como del estado de cada uno de los equipamientos y/o prestaciones a gestionar.
Aunque la tecnología, hace años que ya está disponible, existen importantes barreras para que su implantación sea masiva, en el futuro inmediato.
Entre estos obstáculos, cabe mencionar, que la tecnología disponible aun no es muy amigable, ya que presenta dificultades para los usuarios de diseño, accesibilidad o usabilidad, y la demanda es reducida, especialmente en el ámbito doméstico. Aún son escasas las viviendas con un mínimo de equipamiento demótico, el cual se suele reducir a módulos para gestionar iluminación, climatización o accesos, aunque de modo individual y en un solo sentido.
Ello dificulta la creación de iniciativas empresariales que desarrollen y satisfagan la demanda, creándose un círculo vicioso que ralentiza la implantación masiva de los mencionados equipamientos.
En consecuencia, es muy escaso el número de instaladores, en el sector de puertas automáticas, con capacidad suficiente para diseñar, instalar y mantener, equipamientos que transformen la residencia en Smart home.
Sin embargo, estoy convencido, tal y como ha sucedido en otros sectores, de que el empuje de los fabricantes terminará por superar las barreras, popularizando la tecnología, aportando nuevos productos, mejoras en la operatividad de las aplicaciones y propiciando la formación en empresas instaladoras, para satisfacer las demandas de los usuarios y desarrollar este mercado, acorde a las expectativas.