Siete muertes por incendio en vivienda el primer fin de semana de marzo
El primer fin de semana de marzo han muerto siete personas en su vivienda a causa de un incendio, cuatro en Barcelona, una en Madrid, una en Benidorm, una en Orihuela… Cada día aparecen una, dos, tres noticias de muerte por incendio en hogar. Este intolerable goteo ha causado desde noviembre de 2018 a febrero de 2019, 55 muertes en España. Una cifra provisional a falta de recuento y análisis final del año, pero que constata que el riesgo de incendio es una de las principales causas de muerte en la vivienda,. Algo inevitable según todos los estudios realizados en otros países de nuestro entorno, que han tomado el problema de frente y han reducido el número de muertes notablemente, solo con unos cambios en la legislación y una gran campaña de concienciación.
¿Por qué en España las autoridades no se enfrentan al problema? Veamos primero los datos del último informe completo de víctimas por incendios es de 2017, realizado por Fundación Mapfre y APTB (Asociación Técnicos de Bomberos), recoge que los incendios produjeron 184 muertes en España en el año 2017. De ellas, 144 tuvieron lugar en la propia vivienda, un 8,3% más que en el año anterior. Estos son los peores datos desde 2005.
La mayor causa de incendio en el hogar es la electricidad (18%): cortocircuitos, mal estado de las instalaciones, sobrecargas, mal uso de aparatos; seguido por los aparatos de calefacción (15%): radiadores, chimeneas y braseros. El salón sigue siendo la dependencia de la vivienda en la que se origina el mayor número de incendios, seguida del dormitorio y la cocina.
Los datos indican que las personas más vulnerables a los incendios son los ancianos, a partir de los 80 años. Según se incrementa la edad, aumenta de manera progresiva la ratio de fallecidos por millón de habitantes. Durante los seis meses fríos del año es cuando se originan el 64% de las víctimas mortales, y el peor mes fue enero, en el que 24 personas perdieron la vida.
Por Comunidades Autónomas, la de mayor índice de víctimas mortales son Navarra, con un ratio de 6,1 fallecidos por millón de habitantes, Extremadura (5,6), Comunidad Valenciana (5,2), País Vasco (4,1) y Andalucía (4,1).
Ante esta situación no podemos quedarnos impasibles, es necesario tomar medidas desde todos los ámbitos -públicos y privados- que quiebren esta tendencia y se alíen con la seguridad de las personas. La Administración tiene que contribuir a ello con una campaña que respalde la protección y ayude a interiorizar la necesidad de instalar aparatos de protección contra incendios (PCI), así como, en el ámbito regulatorio, hacer cumplir con las nuevas obligaciones que ha incluido el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) en los edificios de vivienda.
Por su parte, Tecnifuego inició hace un año una campaña de sensibilización, donando detectores en hogares de ancianos y otros colectivos vulnerables, poniendo el énfasis en la posibilidad de protegerse con algunas medidas de seguridad, fáciles y eficaces.
Qué ordena el Reglamento en zonas comunes de edificios de viviendas
Uno de los aspectos clave, es la información y saber qué requisitos son obligados. El 12 de diciembre de 2018 terminó el plazo de adaptación al Reglamento de instalaciones de protección contra incendios. Así, las comunidades de vecinos están obligadas a pasar trimestralmente por la revisión de los aparatos contra incendios instalados en los lugares comunes de un edificio de viviendas: descansillos, trasteros, sala de calderas o garajes. Esta revisión trimestral de los equipos debe constar en Acta (toda la información en el RIPCI), y debe hacerlo la propia comunidad de vecinos o bien encargarlo a una empresa de mantenimiento habilitada. Dichas actas deben ir firmadas por el responsable de la comunidad de vecinos (presidente de la comunidad) y quien haya realizado la revisión (conserje, personal de mantenimiento o empresa de mantenimiento) y deben conservarse durante al menos 5 años a disposición de los servicios de inspección de la comunidad autónoma.
En parking de más de 500 metros cuadrados, se contempla una inspección por organismo de control (OC) de los equipos contra incendios, y atendiendo a la periodicidad recogida en el apartado de inspecciones del RIPCI.
Otras exigencias contemplan la vida útil de los equipos, es el caso de los detectores, mangueras de boca de incendio equipada y de la señalización fotoluminiscente (evacuación, salida de emergencia y señalización de los equipos PCI). Es además necesario instalar un alumbrado de emergencia (para caso de fallo de alumbrado normal).
Dentro de la vivienda
Dentro de la vivienda, la tendencia europea (Reino Unido, Francia, Alemania, Noruega, Dinamarca…) es legislar obligando a instalar al menos detectores que alertan del incendio y dan la posibilidad de escapar. Igualmente, los muebles, suelos, telas, etc., pueden tratarse frente al fuego, a través de la ignifugación, para evitar o retrasar la propagación de las llamas.
En España, aún no es obligatorio, los expertos, incluidos los bomberos, recomiendan instalar detectores junto a otros aparatos como extintores, mantas ignífugas e incluso rociadores automáticos.
Esta confianza en la utilidad de un simple detector hace que desde hace años se repitan las campañas de concienciación, instalando detectores de manera gratuita por parte de la Fundación Mapfre, APTB y Tecnifuego.
‘Los incendios matan, pero la protección es posible’. Con este lema, Tecnifuego tiene abierta una campaña de sensibilización entre la población ante la tragedia anual de los incendios. La acción más reciente es la entrega de detectores en municipios, como el de Alfoz de Lloredo, donde se han instalado gratuitamente 400 detectores en hogares de personas vulnerables.
Esta es la línea que hay que seguir, y en ella es fundamental el apoyo de las administraciones públicas, tanto en la concienciación de las personas, como en los cambios legislativos que incrementan las exigencias, así como en la rigurosidad ante el cumplimiento legislativo y la inspección debida. Entre todos podremos llegar a un nivel de 0 incendios.