Éxito de la segunda edición del Campus ASOMA
Patrocinadas por Grup Orell, Fusteria Galmés, Fusteria Font, Grupo Carinbisa y Fabricados Roi; todos ellos miembros de ASOMA (Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio), estas jornadas fueron organizadas por la propia ASOMA y COAIB, en colaboración con CETEBAL y ESCOLA COAIB y registraron la asistencia de setenta arquitectos de las Islas Baleares.
Normativa vigente
La ventana de madera ha de cumplir con la normativa vigente: CTE y Marcado CE. El carpintero, por ley, ha de disponer del Marcado CE del producto que va a instalar en una obra. Y disponer de caracterización técnica según sus prestaciones y requerimientos. “Es la opción más adecuada para cumplir con el CTE a un mínimo coste –opina Gabriel Pérez, ingeniero técnico industrial y representante en las jornadas del CETEBAL-. Permite personalización e innovación en el diseño, garantizando calidez y también robustez al ambiente. Proporciona valores más bajos de transmitancia que los perfiles de aluminio; los valores más bajos en madera son más competitivos que los más bajos en PVC”.
Los fabricantes españoles de ventanas de madera disponen de perfiles con prestaciones diferenciadas (madera maciza, madera laminada y madera recubierta de aluminio al exterior). En Baleares existen fabricantes de ventanas tecnológicamente preparados y con el know-how suficiente para competir en el mercado europeo con productos altamente cualificados, que además permiten un alto grado de personalización. Todos ellos están avalados por el Centre Tecnologic Balear de la Fusta.
La madera compite en Mallorca
Mallorca ama la madera. Y cuenta con centenares de carpinterías; la mayoría de ellas con varias generaciones de experiencia y conocimiento en cerramiento exterior.
El arquitecto Llorenç Brunet, director del estudio Llorenç Brunet y Asociados, es en un ejemplo modélico de “conversión” en Manacor: La experiencia le ha llevado desde la carpintería metálica a la carpintería en madera.
En los años 90, este estudio de arquitectura apostaba por la carpintería metálica en sus proyectos “porque disponíamos de más información y el fabricante lo vendía muy bien –explica Llorenç Brunet-. Todos eludíamos la obligación del mantenimiento de las caras exteriores de los cerramientos y valorábamos las diferentes posibilidades estéticas que ofrecía, la mayor resistencia de los perfiles y, sobre todo, la potencia del aluminio o el acero inoxidable en la visión de la envolvente exterior de un edificio respecto a su entorno”.
Hace 15 años, todas estas ideas eran recurrentes entre los arquitectos baleares. Había arraigado la convicción de que el aluminio era técnicamente superior a la madera.
Con el tiempo, surgen dudas. La evolución tecnológica en la industria de la madera justifica la competencia de este material con la carpintería metálica. “Hoy la madera compite por eficiencia técnica, por durabilidad y mantenimiento, por capacidad mecánica de los perfiles y por posibilidades estéticas, y también compite económicamente”, afirma rotundo Llorenç Brunet.
Otros argumentos decantan a su estudio hacia la prescripción de madera en la mayoría de sus proyectos actuales: la calidad del ambiente interior, de sensación emocional, de acústica… “las diferencias son demasiado grandes –aseguró el arquitecto manacorí en el Campus ASOMA”. Tampoco es ajeno Llorenç Brunet y Asociados a la responsabilidad social del arquitecto en el tiempo que le ha tocado vivir. “Hemos de proyectar educando, y siguiendo los pasos de lo que quiere la sociedad. Esto es, contrarrestar el impacto ambiental, favorecer la correcta gestión forestal e identificar los tejidos locales”.
En general en Levante, en particular en Mallorca y específicamente en Manacor, existen numerosísimos carpinteros, con una tradición, una historia y un saber hacer: hay mano de obra formada para realizar y desarrollar la carpintería de madera. “Pero los carpinteros necesitan correspondencia con los prescriptores –recordó el ponente-. Ahí radica la responsabilidad social del arquitecto, que busca la nueva imagen de lo que es eficiente, y le corresponde educar a la sociedad para que distinga lo que es un edificio eficiente de lo que no lo es. En este sentido, un parámetro básico es que el edificio incorpore materiales sostenibles y que solicite un mínimo de energía para funciona”.