La caída del crédito se concentra en la construcción y en bienes de consumo
Redacción Ciberperfil01/03/2012
En los tres años de crisis, desde 2009, el crédito concedido a los sectores no financieros ha avanzado un 8% por el tirón de la demanda pública. Pero el destinado a la economía privada se ha reducido un 4,33%, según el Banco de España. El crédito interno a las empresas es el que más se contrae, con un ajuste muy intenso en la construcción (un 33%), mientras que en la industria se ha recortado un 6,8%. El destinado a hogares se mantiene para adquisición de casas y se desploma para financiar consumo duradero.
Así, la mayor contracción en la actividad productiva se produce en la construcción, con un descenso de casi el 33% (ahora sólo 102.000 millones), como consecuencia del parón en las obras públicas y de la parálisis en la edificación residencial.
El crédito a la industria también desciende casi un 7% en los tres años analizados, y se queda en 145.500 millones. Para desarrollar actividades en los servicios inmobiliarios, la cartera viva cae un 4,5%, hasta 303.500 millones; pero en el agregado de todo el sector servicios, con 680.000 millones de cartera, el volumen de deuda se mantiene estable durante la crisis.
Por lo que se refiere a los hogares, la cantidad viva de crédito para la adquisición de vivienda se mantiene estable en los tres últimos años, en los 625.000 millones de euros. El gran castigo en la concesión de préstamos a los hogares se produce en la modalidad de bienes de consumo duradero (automóvil, electrodomésticos o equipamiento), con un descenso de casi el 29%, al pasar de 54.170 millones de euros a 38.470.
Pese a que la construcción es la gran víctima de la contracción del crédito en este proceso de desapalancamiento, todas las actividades relacionadas con el negocio inmobiliario (promoción, construcción, venta, adquisición de casas, etc.) absorben todavía ahora el 59,34% del crédito vivo concedido a sectores residentes, lo que significa que existe una gran resistencia a reducir el peso relativo de estas actividades en las carteras de crédito de la banca española. Esta partida ha descendido un 5,6%, pero la destinada a las actividades productivas lo ha hecho en mayor intensidad: un 6,47%.
Fuente: FLC / Cinco Días
Así, la mayor contracción en la actividad productiva se produce en la construcción, con un descenso de casi el 33% (ahora sólo 102.000 millones), como consecuencia del parón en las obras públicas y de la parálisis en la edificación residencial.
El crédito a la industria también desciende casi un 7% en los tres años analizados, y se queda en 145.500 millones. Para desarrollar actividades en los servicios inmobiliarios, la cartera viva cae un 4,5%, hasta 303.500 millones; pero en el agregado de todo el sector servicios, con 680.000 millones de cartera, el volumen de deuda se mantiene estable durante la crisis.
Por lo que se refiere a los hogares, la cantidad viva de crédito para la adquisición de vivienda se mantiene estable en los tres últimos años, en los 625.000 millones de euros. El gran castigo en la concesión de préstamos a los hogares se produce en la modalidad de bienes de consumo duradero (automóvil, electrodomésticos o equipamiento), con un descenso de casi el 29%, al pasar de 54.170 millones de euros a 38.470.
Pese a que la construcción es la gran víctima de la contracción del crédito en este proceso de desapalancamiento, todas las actividades relacionadas con el negocio inmobiliario (promoción, construcción, venta, adquisición de casas, etc.) absorben todavía ahora el 59,34% del crédito vivo concedido a sectores residentes, lo que significa que existe una gran resistencia a reducir el peso relativo de estas actividades en las carteras de crédito de la banca española. Esta partida ha descendido un 5,6%, pero la destinada a las actividades productivas lo ha hecho en mayor intensidad: un 6,47%.
Fuente: FLC / Cinco Días