Recursos anticrisis para trabajadores y empresas
Redacción Ciberperfil07/02/2012
En épocas de crisis económica, como la que estamos viviendo en la actualidad, se producen cambios que afectan rápidamente al mundo laboral y que provocan drásticos ajustes en las formas de trabajo y en los procesos productivos.
Las empresas, empresarios y emprendedores necesitan responder con rapidez a esta situación, por lo que se vuelve imprescindible contar con el desarrollo de competencias actualizadas, avanzadas y adecuadas a los procesos de innovación tecnológica, a la nueva sociedad y a la demanda del mercado laboral actual.
La formación se convierte, de este modo, en la herramienta fundamental que garantiza que el esfuerzo empresarial se traduzca en productos competitivos adaptados a la situación económica y que permitan alcanzar los objetivos estratégicos corporativos y afrontar el futuro con garantías de crecimiento.
Existen programas y planes estatales que permiten a los trabajadores en activo, autónomos y desempleados acceder a programas formativos de manera gratuita con la finalidad de fomentar el desarrollo de una economía basada en el conocimiento.
Sin embargo, según datos del pasado año facilitados por la Fundación Tripartita, tan solo 380.548 empresas apostaron por formación para sus empleados. Este dato se corresponde con aproximadamente un 1,26% de los más de tres millones de empresas (de las cuales más de la mitad son personas físicas) recogidas en el DIRCE (Directorio Central de Empresas) del INE.
Empresas como el grupo Aspasia, las compañías del conocimiento, ofrecen gran variedad de cursos actuales, organizados por sectores y subvencionados por las competencias nacionales o autonómicas. Son cursos gratuitos y pretenden dar salida al desarrollo empresarial y personal de los trabajadores y empresas.
“Acabamos de presentar nuestros nuevos cursos de 2012 para trabajadores en activo, ya sean por cuenta propia o ajena. Esta oferta formativa se ha reestrucutrado en base a las necesidades surgidas a raíz de la crisis", cuenta Lorenzo Alonso Nistal, presidente de Aspasia. “Creemos firmemente que con una buena formación adaptada a las nuevas necesidades y estructuras laborales se puede conseguir una adquisición de conocimientos que permitan procesos para el cambio”.
Las empresas, empresarios y emprendedores necesitan responder con rapidez a esta situación, por lo que se vuelve imprescindible contar con el desarrollo de competencias actualizadas, avanzadas y adecuadas a los procesos de innovación tecnológica, a la nueva sociedad y a la demanda del mercado laboral actual.
La formación se convierte, de este modo, en la herramienta fundamental que garantiza que el esfuerzo empresarial se traduzca en productos competitivos adaptados a la situación económica y que permitan alcanzar los objetivos estratégicos corporativos y afrontar el futuro con garantías de crecimiento.
Existen programas y planes estatales que permiten a los trabajadores en activo, autónomos y desempleados acceder a programas formativos de manera gratuita con la finalidad de fomentar el desarrollo de una economía basada en el conocimiento.
Sin embargo, según datos del pasado año facilitados por la Fundación Tripartita, tan solo 380.548 empresas apostaron por formación para sus empleados. Este dato se corresponde con aproximadamente un 1,26% de los más de tres millones de empresas (de las cuales más de la mitad son personas físicas) recogidas en el DIRCE (Directorio Central de Empresas) del INE.
Empresas como el grupo Aspasia, las compañías del conocimiento, ofrecen gran variedad de cursos actuales, organizados por sectores y subvencionados por las competencias nacionales o autonómicas. Son cursos gratuitos y pretenden dar salida al desarrollo empresarial y personal de los trabajadores y empresas.
“Acabamos de presentar nuestros nuevos cursos de 2012 para trabajadores en activo, ya sean por cuenta propia o ajena. Esta oferta formativa se ha reestrucutrado en base a las necesidades surgidas a raíz de la crisis", cuenta Lorenzo Alonso Nistal, presidente de Aspasia. “Creemos firmemente que con una buena formación adaptada a las nuevas necesidades y estructuras laborales se puede conseguir una adquisición de conocimientos que permitan procesos para el cambio”.