Termografía infrarroja para el control de la instalación de las ventanas
Y todo esto lo puede cumplir, pues los fabricantes de ventanas son multinacionales que año a año mejoran sus productos. Pero una vez que la ventana se ha seleccionado, ésta llega a la obra y hay que instalarla, y es aquí donde nos jugamos el que la ventana finalmente cumpla con su objetivo o no. El correcto montaje de la ventana en el hueco previsto es fundamental y también, cada vez más, los instaladores se van profesionalizando y mejorando la técnica de la instalación de ventanas.
Imagen 1.
El uso de cámaras termográficas en este sector también está en crecimiento. Son muchas las ventajas que nos aportan estos equipos a la hora de revisar la ventana. Enumeremos algunos:
- Localizar entradas de aire.
- Identificar el puente térmico y el grado de severidad del mismo.
- Descubrir las estructuras ocultas que soportan la ventana como cargaderos, refuerzos, etc.
- Diferenciar rápidamente una ventana con rotura de puente térmico y sin ella.
- Diferenciar la calidad del acristalamiento en comparación con otros situados en la misma fachada.
- Darnos un soporte visual en la argumentación a favor de una u otra ventana. Tal y como vemos en la imagen que encabeza este artículo (cortesía de Isover Saint-Gobain), si le enseñamos esta termografía al cliente seguramente le convenceremos de instalar una buena ventana como la Clase A del centro de la imagen, que nos aísle del exterior cuando las condiciones meteorológicas sean adversas.
Imágenes 2 y 3.
En las imágenes 2 y 3 se aprecia el puente térmico del marco de la ventana, con una temperatura superficial (Li1) cercana a los 16°C, muy por debajo de los 21,6°C de la pared. No sólo el marco tiene una temperatura demasiado baja, también el vidrio, por lo que se crea en esa una zona fría en esa parte de la casa, con pequeñas corrientes de aire (se puede apreciar entrada de aire entre las hojas de las ventanas). Es decir, ausencia total de confort en la casa y un gasto energético excesivo si queremos contrarrestar el efecto frío de la ventana.
Como hemos visto en el ejemplo de la imagen 3, las termografías hay que interpretarlas correctamente y como no puede ser de otra manera, es necesario una adecuada formación para el manejo de la cámara termográfica para no incurrir en algunos típicos errores que pueden venir provocados por un mal ángulo de enfoque que nos haga ver reflejos que confundamos con puntos calientes o fríos.
A continuación veremos qué elementos de la ventana podemos analizar con termografía infrarroja:
En la termografía 5 vemos que el tirador de la persiana presenta entradas importantes de aire, tanto en la parte superior como inferior. Si nos fijamos en la temperatura del aire que está entrando vemos que está a 9°C. Aunque se trata de un hueco muy pequeño, la baja temperatura del aire hace solucionar que este aspecto sea crucial para el dueño de la vivienda.
Generalmente las ventanas correderas tienen un peor comportamiento térmico y dejan pasar con más facilidad el aire, tal y como vemos en la termografía 7 y posteriormente en la prueba de humos que se hizo durante un test de estanqueidad (Blower Door) en la vivienda.
Para que estas corrientes de aire se vean con termografía, necesitamos que exista un importante diferencial térmico entre el exterior y el interior, así como una buena superficie emisora sobre la que se quede marcada una huella térmica. Si no esto no se da, podemos hacer uso de la máquina de humos.
En esta inspección termográfica analizamos la eficacia de algunas medidas de ahorro energético (MAEs) de ventanas aplicadas en un colegio. El colegio se encuentra con la calefacción encendida. En las dos ventanas de la planta superior no se aplicaron MAEs y la ventana es la existente. Podemos apreciar con claridad el calor por convección del radiador, que deja la huella térmica sobre el vidrio y se pierde al exterior. También nos llama la atención el marco de la ventana, con una temperatura muy alta. En la planta baja sí se aplicaron MAEs y se sustituyeron las antiguas ventanas por unas de mayor espesor de cámara de aire y marco con RTP. La diferencia es más que notable y la termografía nos lo muestra rápidamente, haciendo que debamos dar pocas explicaciones al cliente sobre la efectividad de dicha mejora.
El sellado de la ventana es fundamental para garantizar la hermeticidad de la ventana y los materiales específicos para este fin deben aplicarse correctamente. En este caso, durante un test de estanqueidad se detectaron entradas de aire bajo el tapajuntas. Al retirarlo descubrimos que el sellado no tenía la uniformidad adecuada.
Conclusiones
- La termografía infrarroja es una herramienta de gran ayuda para identificar problemas relacionados con el montaje de la ventana.
- Si vamos a sustituir las ventanas de una vivienda nos será de gran ayuda como argumento de venta al ofrecernos un diagnóstico por imagen de la situación actual.
- Del mismo modo, cuando hemos terminado la obra, podemos demostrar al cliente que el problema ha quedado resuelto mediante una termografía que comparé la situación anterior con la actual.
- Como con cualquier herramienta de medida, una correcta formación del operario será necesaria para interpretar correctamente las imágenes obtenidas.