Los síntomas de recuperación se mantienen
Castilla - La Mancha y Extremadura protagonizan el especial de autonomías del mes de abril. El sector de la construcción se mantiene en su intento por despegar de nuevo. La tendencia, todo y no llegar aún a los niveles deseados, mantiene e incrementa –aunque de manera muy sutil– los números de los últimos años, lo que da lugar a un crecimiento levemente positivo que busca una plena recuperación situada todavía en el horizonte.
En Castilla-La Mancha el número de visados de dirección de obra para obra nueva solicitados en 2015 creció un 20% respecto al año anterior —se hicieron 488 solicitudes más, llegando así a las 2.423—, mientras que los de obras de ampliación o reforma lo hicieron en un 12% —en este caso, fueron 89 visados más, hasta llegar a los 713—. Sigue, por tanto, la tendencia del último año (2014), en el que el número de solicitudes comenzó su repunte.
En Extremadura las cifras son parecidas. Respecto a obra nueva, el número de visados se incrementó en 195 –llegando a los 866–, lo que significa que aumentó en un 23% respecto a 2104. En solicitudes para ampliación o reforma, la cifra asciende a 988 —43 más que el año anterior—, lo que supone un aumento del 4%.
Ambas comunidades siguen, de este modo, la tendencia levemente en aumento emprendida recientemente por el sector.
En las certificaciones de fin de obra —según promotor público y privado—, sin embargo, existen diferencias entre ambas comunidades. Castilla-La Mancha, por su lado, presenta un leve crecimiento del 2%. Después de años de caídas considerables, la comunidad autónoma muestra un pequeño repunte en el número de estas certificaciones, lo cual es un indicador más del lento despegue del sector. Extremadura, por su parte, presenta un repunte mayor: del 43%. No obstante, esta comunidad está también en la misma línea de la situación del sector de la construcción a nivel estatal.
Uno de los indicadores que muestra de una forma visiblemente más clara la situación en materia de vivienda es el stock de vivienda acumulado. Las cifras, en este sentido, son una vez más un síntoma de leve mejoría. En Castilla-La Mancha, el número de viviendas todavía sin vender pasó de 45.126 –en 2014– a 44.837 –en 2015–. El stock se reduce aquí, por tanto, aunque lentamente, siguiendo las variaciones de los últimos años. En Extremadura, sin embargo, las cifras son aún más positivas: el número de viviendas sin dueño, que ya llegó a 0 en 2014 después de una tendencia a la baja en años anteriores, se mantiene en 2015 a 0.
Finalmente, el precio de la vivienda es una muestra más de la buena o mala situación en que se encuentra la construcción año tras año. En este sentido, el Índice de Precios de Vivienda Libre aumentó en 2015, según el Ministerio de Fomento, un 1,4% en España. Así, los datos de ambas comunidades siguen la tendencia estatal: en Castilla-La Mancha el precio de la vivienda creció un 1%, mientras que en Extremadura lo hizo en un 1,6%. Sin embargo, cabe destacar que, en Castilla-La Mancha, la única provincia que sigue la tendencia al alza de España es Albacete, mientras que en Extremadura el aumento del precio en Badajoz destaca notablemente por encima del de Cáceres.
Así, el sector de la construcción continúa en la misma línea de relanzamiento de estos últimos años. Castilla-La Macha y Extremadura no desentonan, tal y como dejan ver las cifras expuestas, con esta recuperación, que se abre paso a un ritmo pausado.
Mínimo repunte
En Castilla - La Mancha, la mayoría de las empresas consideran su situación económica como normal o buena, con un 40% cada una. Y la situación en Extremadura es parecida, aunque allí el porcentaje mayoritario se concentra en una situación económica definida como normal, con un 71%, mientras que aquella entendida como buena se reduce al 29%. No obstante, cabe destacar en esta línea que un 20% de los empresarios castellano-manchegos considera la situación de su compañía como mala o muy mala.
Los resultados obtenidos a partir de estas encuestas, sin embargo, reflejan también la dificultad por abandonar esta mala situación: respecto al número de unidades producidas, los empresarios afirman de forma mayoritaria mantener sus cifras en ambas comunidades –en Castilla - La Mancha lo dicen un 60% de los propietarios y en Extremadura un 71%–. Aún así, el porcentaje de las empresas consultadas que afirman haber reducido sus cifras de fabricación es del 25% en Castilla - La Mancha (el 15% restante dice haber aumentado este número) y del 29% en Extremadura.
En esta misma línea, los datos de empleo obtenidos acompañan a los números recién citados: el mantenimiento del nivel de producción de las empresas encuestadas mantiene también las plantillas de trabajadores. En ambas comunidades el número de trabajadores se queda relativamente igual que hace un año de forma mayoritaria (en un 85%). En cambio, y también en consonancia con las cifras anteriores, los empresarios castellano-manchegos han aumentado sus plantillas en el último año un 15%, mientras que los extremeños las han reducido, también un 15%.
Y los datos referentes a las inversiones realizadas por cada empresa tampoco sorprenden. Mientras más del 70% afirma no haber realizado ninguna inversión en el último año –un 75% en Castilla - La Mancha y un 71% en Extremadura–, casi el 30% sí destaca alguna inversión en su compañía, la mayoría referentes a maquinaria y equipos informáticos.
En cuanto a los principales problemas, en ambas comunidades destacan por encima del resto la situación política actual, la financiación y los impagos, aunque con porcentajes diferentes. Castilla - La Mancha, en primer lugar, denuncia la financiación –con un 50%–, seguida esta por el contexto político y los impagos —ambos con un 25% cada uno—. En Extremadura, por otro lado, destacan por encima de los otros los impagos —con un 70%—, mientras la financiación y la situación política española de hoy en día preocupan a estos empresarios un 20% y un 10%, respectivamente.
La demanda de grandes obras no arranca
En Castilla - La Mancha, según sus empresarios, la mayor demanda de obras procede de obras de particulares, así como de rehabilitación —ambas suman el 100% de estas peticiones, con el 49% cada una—. Mientras, Extremadura afirma que los trabajos de rehabilitación superan con un 69% a las obras provenientes de particulares, las cuales suponen un 29%. Pero las obras solicitadas por promotoras continúan paralizadas en ambas comunidades ya que, tal y como se desprende de los resultados de las encuestas, su grado de demanda es casi nulo (2%).
El aluminio, en cabeza en ambas comunidades
Entre los materiales más utilizados, el aluminio es el más habitual una vez más en ambos mercados, con un 55% en Castilla - La Mancha y un 65% en Extremadura. En territorio castellano-manchego, a este material le sigue el PVC —con un 25%— y, aunque ya más de lejos, completan la lista la madera y el hierro —con un 10% cada uno—. Por otro lado, las compañías extremeñas sitúan en segundo lugar, junto al PVC, al hierro —ambos con un 15%—. Mientras, la madera se desmarca como material usado en esta comunidad al obtener tan sólo un 5% del total.
Finalmente, y en cuanto a los tipos de ventanas utilizadas, las oscilbatientes ocupan el primer puesto –con un 75%– en Castilla - La Mancha. Y a este tipo de ventana le siguen las practicables y correderas, ambas situadas en el mismo grado de uso (12,5%). En Extremadura, por el contrario, las ventanas que más destacan son las practicables —con un 50%—. No obstante, a éstas les siguen no muy de lejos los modelos de oscilbatiente y corredera —con un 30% y un 20% respectivamente—.