Psicoarquitectura en el Pabellón Mies van der Rohe
La Fundació Mies van der Rohe, en colaboración con LAB 36 y Galería Senda, presentan ‘Psicoarquitectura’, la nueva intervención artística temporal, que se organiza del 14 de septiembre al 8 de octubre, donde el artista y arquitecto Oscar Abraham Pabón aborda la materialidad del Pabellón desde su dimensión interpretativa y psicológica.
El proyecto ‘Psicoarquitectura’ se desarrolla en dos actos: el primero como introducción y marco referencial; y el segundo resulta en la intervención artística que se incorpora al marco del Pabellón que inspiró la reflexión inicial. Para ello, el artista toma como punto de referencia las formas simétricas que se crean en las superficies del Pabellón y hace un paralelismo con las formas de las láminas que el psiquiatra Hermann Rorschach (creó doblando una hoja con una mancha de tinta, como método proyectivo para evaluar y diagnosticar a sus pacientes.
Las respuestas que se generan, en el intento de dar sentido figurativo a la ambigüedad de las formas, revelan los aspectos de la vida mental implícitos en el acto de conocer. De la misma manera, Oscar Abraham Pabón propone un giro que lleva del objeto a interpretar al sujeto interpretado.
Como segundo acto, Oscar Abraham Pabón presenta la materialización de un muro sobre el estanque grande del Pabellón, hecho de bloques de tierra cocida (Calibric ONE). Sobre la superficie del muro cala el dibujo de una nueva mancha de tinta, hecha a partir de sus posibilidades interpretativas, que se interrelaciona con el Pabellón y con su propio reflejo que la duplica en el agua.
El bloque de arcilla se ofrece como objeto de interpretación, donde el muro se aborda como una superficie o piel que, mostrándose en los distintos niveles de las capas que lo conforman, hace tangible y lleva a la superficie una dimensión interna, que implica tanto la historia constructiva del material como su papel en la arquitectura y el urbanismo del siglo XX.
El propio Ludwig Mies van der Rohe utilizó ladrillo como material estructural y por sus características estéticas en algunas de sus obras simultáneas al Pabellón de Barcelona, como en la Haus Lange y la Haus Esters en Krefeld.
“Si el pabellón de Alemania de 1929 simboliza el futuro de la casa moderna, la propuesta
‘Psicoarquitectura’ podría ofrecer una interpretación del devenir de esa modernidad, pero ahora desde una dimensión psíquica y somatizada, entiendo el ladrillo de arcilla como una piel que cubre buena parte de la arquitectura y la ciudad heredada del proyecto moderno”.