Ascer considera que los PGE no garantizan la recuperación de la economía española
Ascer considera que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 no garantiza el impulso a la productividad y la competitividad que necesita la economía española. En un escenario marcado por la incertidumbre, los PGE para 2021 no se sostienen ya que parten de una situación macroeconómica con previsiones ya desfasadas ante la intensidad de la segunda ola del Covid-19.
Las estimaciones de recaudación son demasiado optimistas teniendo en cuenta el agravamiento de la pandemia que está paralizando actividades y servicios lo que redunda en menos ingresos vía impuesto de sociedades, IVA e IRPF. Además, Ascer considera que no es el momento de realizar una subida de impuestos, tanto directos como indirectos, sobre las empresas y las familias. Esta medida contrasta con las aplicadas por nuestros socios europeos que han anunciado bajadas del IVA, reducciones en el IRPF, aplazamientos de pagos de impuestos, exenciones a pymes, etc. El incremento de la presión fiscal va a frenar la recuperación de la actividad económica y por tanto del empleo, y va a limitar la competitividad de las empresas en un entorno europeo donde se han generalizado las bajadas de impuestos y las ayudas directas.
Por otro lado, los presupuestos son muy expansivos, especialmente en conceptos de gasto de carácter estructural, como el incremento de los salarios del empleo público y de las pensiones, y la devolución de la deuda en un contexto de incertidumbre total. Una evolución negativa de nuestra prima de riesgo alteraría significativamente los gastos por intereses y daría al traste con los presupuestos. Esta situación va a situar el déficit y la deuda pública en niveles difícilmente sostenibles, comprometiendo la recuperación en el futuro. Ascer entiende que en el contexto actual se requieren medidas que mitiguen el impacto social como los ERTEs, pero también deben ser medidas transitorias que no comprometan el futuro de la recuperación en los sucesivos años.
Además, gran parte de los PGE incorporan grandes partidas provenientes de los Fondos Europeos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta alta dependencia puede rebajar todavía más las previsiones si la ejecución de los mismos y su llegada acaba siendo lenta e insuficiente. El sector insiste en la necesidad de mejorar la competitividad de nuestro país retomando la aplicación de reformas estructurales para transformar el modelo productivo español y hacerlo más sostenible, competitivo y sólido. Las empresas y sus trabajadores están realizando notables esfuerzos para superar las adversidades y el impacto de las medidas de confinamiento y las restricciones. El incremento de impuestos va a obstaculizar la frágil recuperación, mientras que lo prioritario ahora es garantizar el empleo, la liquidez y la solvencia de las empresas.