Los sectores del transporte y automoción piden flexibilidad tecnológica en la normativa dedicada a los estándares de CO2 para vehículos pesados
IRU y Clepa abogan por los combustibles neutros en carbono en la UE
IRU y Clepa, que representan a los sectores de transporte por carretera y proveedores de automóviles, reclamaron la inclusión de los combustibles neutros en carbono en la propuesta legislativa dedicada a los estándares de CO2 para vehículos pesados (HDV, por sus siglas en inglés). En una carta enviada a los legisladores de la UE, ambas organizaciones argumentan que es esencial preservar opciones tecnológicas clave bajo en esta nueva propuesta.
La Comisión Europea publicó a principios de este año su propuesta de estándares de CO2 para vehículos pesados, con el objetivo de respaldar los esfuerzos de descarbonización al establecer metas específicas de reducción de dióxido de carbono para los fabricantes de vehículos pesados. Esta propuesta tiene un impacto significativo en la composición de los vehículos disponibles para las empresas de transporte, con hitos clave programados para 2030, 2035 y 2040, en los cuales se espera que la proporción de vehículos de cero emisiones aumente progresivamente.
En esta línea, el director de Defensa de la UE de IRU, Raluca Marian, advirtió: “El sector del transporte pesado por carretera es vital para el transporte sostenible de personas y la seguridad de las cadenas de suministro. La mayoría de los siete millones de camiones y autocares que circulan actualmente por las carreteras de la UE tienen un motor de combustión interna. Un cambio masivo y repentino de la autonomía de 1.500 km de vehículos de 40 toneladas a una autonomía de vehículo eléctrico de 300 km planteará graves riesgos, especialmente dada la falta de infraestructura de carga y disponibilidad de red”.
Mientras el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE revisan la propuesta de la Comisión, IRU y Clepa han delineado cinco principios fundamentales que los legisladores de la UE deberían considerar para garantizar la estabilidad de las redes de movilidad y las cadenas de suministro:
- Adoptar la apertura tecnológica. Se insta a dejar espacio adecuado para los combustibles neutros en carbono como una solución a largo plazo para el transporte pesado sostenible, además de la electrificación y el hidrógeno.
- Implementar condiciones propicias esenciales. Se debe considerar la seguridad del suministro de energía neutral en carbono, la infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible, y la disponibilidad de tecnologías vehiculares maduras y asequibles para lograr objetivos ambiciosos de CO2.
- Eximir a los vehículos de alta capacidad de los objetivos. Dado que las tecnologías actuales de vehículos de cero emisiones no son adecuadas para operaciones que requieren vehículos de gran tamaño que pesen más de 40 toneladas y/o midan más de 18,75 metros.
- Incluir nuevos grupos de vehículos en los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para los vehículos pesados. Esto podría acelerar el desarrollo de tecnologías rentables disponibles en el mercado.
- Apoyar el transporte regional de pasajeros reorganizando los objetivos de autobuses y autocares. Se propone que los autobuses que realizan transporte interurbano estén sujetos a los mismos objetivos de reducción de emisiones que los autocares.
“Para descarbonizar el transporte por carretera, un enfoque de tecnología abierta que permita la coexistencia de varios sistemas de propulsión de vehículos es fundamental para el funcionamiento eficiente del mercado único, incluidas las respuestas de emergencia a las crisis”, concluyó Raluca Marian.