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La labor de los Comités de Normalización en la certificación de calzado de uso profesional

Dra. Ana Torró, responsable de Certificación en Inescop

23/07/2019
Dra. Ana Torró, responsable de Certificación en Inescop
Dra. Ana Torró, responsable de Certificación en Inescop.
Cuando hablamos de calzado de uso profesional debemos saber que estamos ante un equipo de protección individual (EPI) y que, como tal, debe estar sometido a un proceso de certificación para poder comercializarse. Esto implica que las empresas de nuestro sector deben fabricar el calzado de acuerdo a unos requisitos concretos para cada fin, que un laboratorio acreditado debe comprobar el cumplimiento de esos requisitos de acuerdo a unos métodos de ensayo armonizados y que un Organismo de Control otorgue el correspondiente certificado de acuerdo con el Reglamento 2016/425. Estos requisitos y métodos de ensayos se establecen en unas normas o estándares armonizados cuya elaboración está a cargo del Comité de Normalización CEN/TC161 que se encarga de la protección de pies y piernas.
Inescop, como centro tecnológico del calzado, ha estado presente desde el inicio del proceso de armonización normativa de este comité, que se puso en marcha a raíz de la entrada en vigor de la Directiva 89/686, hace 30 años, y si al principio se trataba simplemente de preparar un conjunto común de normas para los países europeos a partir de las distintas normas nacionales existentes, ahora mismo las normas que se están desarrollando dentro del campo de actividad del nuevo Reglamento se están empezando directamente de cero en el propio comité.

Creo por tanto que nuestra participación en este Comité de Normalización es de vital importancia para estar al día de los temas en desarrollo y sobre todo poder influir en los resultados finales, aunque cierto es que nos ocasiona una gran carga de trabajo por nuestra participación tan activa. Además de la propia asistencia a las reuniones y del manejo de la gran cantidad de documentación que se genera en ellas, hay una componente del trabajo que no siempre se ve pero que es fundamental para que las normas sean realmente útiles y para que, en la medida de lo posible, no afecten negativamente al sector industrial ni a los usuarios finales. Este trabajo comienza cuando se acaba una reunión y se lleva a cabo antes de la siguiente, y consiste tanto en la revisión de propuestas ajenas como en la preparación de propuestas propias.

Participación de Inescop en la reunión del Comité Europeo CEN/TC 161 en Helsinki el pasado mayo
Participación de Inescop en la reunión del Comité Europeo CEN/TC 161 en Helsinki el pasado mayo.
Revisar las propuestas ajenas implica con frecuencia un trabajo de laboratorio para comprobar su viabilidad desde un punto de vista práctico, pero también para comprobar cómo afecta cada propuesta a los productos que cumplen con las normas en la situación actual. Este trabajo de laboratorio suele ser todavía más acusado cuando se trata de propuestas propias, pues primero tenemos que ponerlas a punto y luego probarlas con distintos materiales o productos para ver los resultados obtenidos y, en su caso, hacer una propuesta de requisitos nuevos. Todo esto es lo que conocemos como investigación prenormativa.

Un aspecto fundamental de esta investigación prenormativa, además del interno que ya he comentado, es el externo en forma de ensayos interlaboratorio (EIL). Como condición necesaria para la acreditación de nuestros laboratorios, y por lo tanto por exigencia de nuestro Sistema de Calidad, en Inescop tenemos en marcha un programa en virtud del cual todos los años se organizan y llevan a cabo una serie de EIL programados, la mayoría de ellos con participación de otros laboratorios europeos, pero lo que entendemos como investigación prenormativa son los EIL llevados a cabo como consecuencia de las actividades de normalización y los trabajos de laboratorio para evaluar las propuestas propias o ajenas.

Algunos de los campos en los que estamos trabajando en los últimos años relacionado con esta investigación prenormativa son la resistencia a la abrasión del recubrimiento de puntera, la resistencia a la llama, la resistencia a la perforación sobre plantas textiles antiperforación, la resistencia al deslizamiento, la protección del tobillo y el calzado de uso profesional ortopédico.

En definitiva, y a pesar del nivel de exigencia que nos supone como laboratorio la participación activa en estos comités, es sin duda una de nuestras patas de trabajo más importante ya que nos permite, no solo ofrecer un servicio competitivo a nuestras empresas, sino mantener el contacto, a nivel nacional e internacional, con todos los agentes involucrados en normalización de calzado de uso profesional.

Nuestra participación en el Comité de Normalización CEN/TC161 es de vital importancia para estar al día de los temas en desarrollo y sobre todo poder influir en los resultados finales