Crece el interés por los productos ecológicos en Europa
5 de julio de 2011
El interés de los mercados europeos por comprar productos ecológicos ha crecido con respecto a años anteriores, según el estudio Green Brands 2011, hecho sobre 9.000 personas en ocho países -incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, China, Brasil, India, Alemania, Francia y Australia. Aunque se trate de productos más caros que los convencionales, los consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto por ellos. En Alemania, el 30% de los encuestados afirma haber comprado más productos ecológicos en el año actual que en anteriores, frente al 21% del año 2010.
Más del 60% de los consumidores de todo el mundo prefiere comprar productos de compañías responsables con el medio ambiente y que respetan el entorno. Si bien en países desarrollados como Reino Unido el 40% de los encuestados declara no estar dispuesto a comprar un producto más caro tan sólo porque sea verde, en Brasil y la India el 90% afirma estar dispuestos a gastar más gracias a la mayor concienciación por la complicada situación medioambiental de sus países.
Los consumidores tienen variedad de opiniones con respecto a la industria más comprometida con el medio ambiente. El 18% de los americanos y el 20% de los australianos afirman que la industria energética hace un mejor trabajo en cuanto al cuidado del medio ambiente. En cambio, Alemania (19%), India (22%), China (33%) y Brasil (22%) apuestan por la industria tecnológica. En el Reino Unido, más del 21% de los consumidores afirman que la industria alimentaria es la que mejor protege el medio ambiente.
Los países encuestados tienen la sensación de que el gobierno debería jugar un mayor papel en la regulación de medidas ecológicas para las empresas. Los alemanes son los únicos satisfechos con la legislación sobre las decisiones medio ambientales del sector privado. En este sentido, el 91% de los encuestados en Reino Unido piensa que las empresas utilizan demasiado material en el packaging de sus productos, y el 73% cree que el gobierno británico debería imponerles la obligación de reciclar estos materiales.