El sector de Bebidas Refrescantes aporta más de 1.200 millones de euros a la economía de Cataluña
La industria reafirma su potente efecto tractor en otros sectores estratégicos como la agricultura, hostelería o distribución. El impacto se ve reflejado en que por cada euro de valor añadido que se genera en la industria, se revierten casi 3 euros en el total de la economía.
El peso del sector también se materializa en la creación de empleo. La industria de los refrescos genera más de 18.000 puestos de trabajo, de los cuales 12.000 son directos. A nivel nacional, la cifra alcanza los 176.000.
Cataluña es una de las comunidades con mayor número de centros de actividad en toda España, el total asciende a 17. La planta de Sanmy, ubicada en la localidad de Terrassa (Barcelona) es un buen ejemplo del arraigo y tradición del sector en la región. Con sus más de 125 años de historia, es la empresa de refrescos más antigua de España, que actualmente está dirigida por la cuarta generación familiar.
Esta industria, que tiene más de 200 años de historia, está presente en todas las comunidades autónomas. Cataluña, junto a Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco son las que albergan el 60% de los centros productivos y generan más de 4.000 millones de euros de aportación económica y cerca de 66.300 puestos de trabajo en total.
Crecen las ventas de refrescos y las variedades sin azúcar
El sector de las bebidas refrescantes consolida la recuperación pospandemia y crece un 15% en ventas hasta superar los 4.300 millones de euros. El buen comportamiento del comercio exterior contribuye a estos resultados, con un superávit comercial en máximos. También favorece la estabilidad del consumo interno, puesto que el 94% de los refrescos que se consumen en España se elaboran en el país.
El consumo de bebidas refrescantes en España también se recupera a niveles previos a la pandemia. En 2022 se comercializaron 4.357 millones de litros, un 10% más que el año anterior, gracias al auge del turismo y la recuperación del canal hostelero, que es el principal canal de consumo de esta categoría (60%). Si nos fijamos sólo en el consumo de los españoles, el consumo per cápita se sitúa en torno a los 47 litros anuales, reflejo del estilo de vida mediterráneo y social que caracteriza al país. De hecho, 8 de cada 10 ocasiones de consumo de los españoles se producen en momentos de encuentro y ocio en compañía de familiares y amigos.
Además, aumenta la demanda de las variedades bajas y sin calorías, que ya suponen un 60% de la oferta de bebidas refrescantes en el mercado, con un crecimiento del 4,4% en su consumo en el canal hostelero.