Osborne celebra el 65 aniversario de su emblemático toro junto a Jordi Mollà

Hace más de 60 años Osborne encargó a la agencia Azor una valla para publicitar en las carreteras su brandy Veterano. El diseñador Manolo Prieto creó entonces (1956) el diseño de un toro que se integrara en el paisaje. En 2022 se conmemora el 65 aniversario de la instalación de esta primera valla publicitaria en Cabanillas de la Sierra (Madrid) protagonizada por el toro.

Para conmemorar esta fecha, el artista Jordi Mollà –actor, director, pintor y escritor–, quien debutó en el cine con la película ‘Jamón, jamón’ de Bigas Luna en 1992, ha trabajado en 65 esculturas de metal, 65 toros de Osborne, en las que resuena el antiguo culto a la fuerza vital del toro en la historia del arte, con una mirada intransigente a la muerte.

Así, el proyecto ‘El arte de trascender / El legado del toro’ se ha articulado a través de 4 ejes creativos:

• La conmemoración del 65 aniversario de la instalación de la primera valla publicitaria del toro de Osborne.
• La coincidencia entre la valla del toro, ‘Jamón, jamón’ y Jordi Mollà.
• La conexión entre el toro –la tauromaquia–, Francisco de Goya, ‘Duelo a garrotazos’ y la escena entre Javier Bardem y Jordi Mollà.
• La filantropía como expresión del compromiso con el arte, con la cultura y con la sociedad.

4 ejes que han hecho que la pieza no pueda ser otra que el toro, que el artista no pueda ser otro que Jordi Mollà, que la intervención no pueda ser otra que pictórica y que el compañero de viaje no pueda ser otro que la Fundación Osborne.

Un proyecto que sobrepasa la esfera conceptual, estética y emocional que supone el toro de Osborne en el imaginario y patrimonio cultural colectivo, para apoyar programas de mecenazgo donde la creación seguirá siendo protagonista.

Así, el pasado 25 de abril, en la bodega la Atalaya del Grupo Osborne de El Puerto de Santa María (Cádiz), Jordi Mollà se encerró con 65 siluetas a escala de la emblemática valla del toro de Osborne, fabricadas con la misma chapa metálica original. Para la intervención artística de 65 toros, Jordi Mollà se ha nutrido de todas las inspiraciones que le han marcado conceptual y estéticamente en su trayectoria artística: a Tapies, Chillida, Pollock o Basquiat les podemos encontrar en cada pincelada, en cada trazo, en cada mancha, en cada rasgado. Así como, irremediablemente, conexiones con las tauromaquias de Goya, Fortuny, Sorolla o Picasso. Pero también referencias al minotauro de la mitología griega, a la iconografía básica y ancestral -casi rupestre- que confunden a los toros con búfalos o bisontes de colores.

Ha sido un proyecto titánico que le ha subyugado, que le ha vaciado, que le ha enfrentado a sus miedos de volver al punto de partida con cada uno de esos lienzos metálicos con forma de toro, de toro de Osborne.

Un proyecto que solo un artista con grandeza y generosidad podría llevar a cabo. Jordi ha sido Goya, ha sido Picasso, ha sido Tapies, ha sido Cocteau… Para que en las piezas de metal resuene el antiguo culto a la fuerza vital del toro con una mirada intransigente a la muerte.

Y al terminar, cada toro ha sido firmado y numerado como pieza única y depositado en una caja también única. Una Artbox diseñada para contener toda una historia que transmita integralmente el proceso creativo del proyecto, que proyecte un aura especial, un objet d'art para contener una obra de arte que es uno de los más singulares símbolos de nuestro país, de nuestra tierra y de nuestra cultura.

Además de contener y proteger el toro intervenido por Jordi Mollà, las cajas incluyen otros elementos que incrementan el valor artístico, conceptual y exclusivo:

• ARTBOOK. Un ejemplar del libro ‘Un toro negro y enorme’ –titulado así por un verso del poeta José Bergamín– que es un homenaje de creadores, artistas, escritores, diseñadores, ilustradores y fotógrafos al mítico Toro de Osborne diseñado por Manolo Prieto.
• SUITE. Bajo la estela y como tributo a las famosas suites y tauromaquias de artistas como Goya, Picasso o Barjola, cada Artbox custodia una serie de impresiones artísticas de las 65 piezas intervenidas por Jordi Mollà. La SUITE incluye también un brochure anexo con el relato del proceso creativo y productivo de la obra. Así como el pertinente certificado de autenticidad numerado y firmado el artista, el comisario, la gestora del proyecto y el director de la Fundación Osborne.
• Vela. Un elemento sensorial que al encenderla transportará a El Puerto de Santamaría. Una vela que huele a roble, a flor de naranjo, a azahar, a albero. Un aroma diseñado en exclusiva con esencias de Grasse (Francia), cuna del perfume.

Los beneficios que se recauden de este proyecto contribuirán a fomentar la empleabilidad, la cultura del emprendimiento y la innovación, a través de formación para jóvenes mediante los proyectos e iniciativas de la Fundación Osborne.