Reducir los costes energéticos gracias al autoconsumo
España es uno de los países europeos con los costes energéticos más altos por la propia estructura del mercado, que conlleva fluctuaciones periódicas en el precio de la electricidad. Por tanto, el gasto en energía es uno de los más importantes dentro de la actividad de una empresa, ya sea una gran factoría o una pyme. Decidirse por una instalación de autoconsumo fotovoltaico supondría un importante ahorro en la factura eléctrica.
Según el último Informe Anual de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), 2019 fue el mejor año de la historia para la energía fotovoltaica en España al establecerse un nuevo récord de capacidad instalada tanto en plantas en suelo, con 4.201 MW de nueva capacidad, como en autoconsumo, con 459 MW. Como resultado, por primera vez desde 2008, España se situó como mercado líder a nivel europeo y el sexto a nivel mundial.
Además este crecimiento del sector fotovoltaico ha generado un impacto positivo también a nivel económico y social. Como ha pone de manifiesto el informe de UNEF, en 2109 la contribución directa del sector fotovoltaico al PIB español fue de 3.220 millones de euros (0,26%), continuando la tendencia alcista que se observó los años anteriores (0,22% en 2018 y 0,20% en 2017). Además, el sector de la energía fotovoltaica se ha confirmado como un exportador neto y el impacto económico de las exportaciones fue de 3.540 millones de euros en 2019, un 54% más que en 2018.
Estas cifras permiten al sector fotovoltaico ser una palanca de recuperación económica y mitigar el efecto de destrucción de empleo y tejido productivo, consecuencia de la COVID-19, como aseguran desde la patronal.
Ganar competitividad gracias al autoconsumo
Para una empresa, reducir los gastos energéticos es hoy en día esencial para mantener e incluso ganar competitividad en el mercado. Ante el aumento del precio de la energía en los últimos años, las compañías han de plantearse otros escenarios. Y en este contexto, el autoconsumo eléctrico se presente como una buena solución, ya que se trata de una tecnología madura, que ya ha reducido sus precios hasta un 20% con respecto a años anteriores, disminuye la dependencia de las compañías eléctricas y además, otorga al consumidor poder de decisión y control sobre la producción y consumo de su propia energía, permitiendo incluso la venta de los excedentes.
Gracias al alto grado de competitividad en el precio de la energía obtenida, la fotovoltaica puede dotar la industria española de una ventaja en el precio de la electricidad con respecto a sus competidores, lo que contribuiría a frenar la deslocalización e incluso impulsar la reindustrialización.
¿Cuánto se puede ahorrar?
Con la instalación de paneles solares, las empresas pueden abaratar sus costes entre un 40-60%, dependiendo de su actividad. Los ahorros están relacionados directamente con el consumo de kWh del usuario y con el precio que se paga a la comercializadora. Cuanto mayor sea el precio que el cliente paga por la energía, más rentable será la instalación fotovoltaica. Esta tiene un coste de inversión fijo inicial, pero los gastos de operación y mantenimiento a lo largo de su vida son muy bajos.
Además, no hay que perder de vista que el retorno de la inversión inicial es rápido pues oscila entre los 5-7 años.
Cómo pasarse al autoconsumo
Antes de comenzar con un proyecto fotovoltaico es necesario realizar un estudio previo sobre la viabilidad técnica y económica de la instalación.
EDF Solar, a la hora de hacer sus proyectos, busca la máxima rentabilidad de la inversión a sus clientes, utilizando un criterio conservador que minimice los excedentes y buscando soluciones de venta a red o de compensación simplificada, si fuera necesario.
Para realizar un cálculo adecuado a las necesidades de cada empresa, el cliente debe aportar las últimas 12 facturas eléctricas, la ubicación de la empresa y si es posible la carga horaria de la instalación.
Con estos datos, los técnicos de EDF Solar realizan un informe que incluye la potencia propuesta para la instalación y la ubicación y orientación de los paneles solares, así como la oferta económica.
El coste de instalación va a depender de factores como el tipo de cubierta y su inclinación o el material de la propia estructura.
