ASEFMA advierte sobre la deficiente conservación de las carreteras
La Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (ASEFMA) recuerda que el grave deterioro de las infraestructuras viarias españolas tiene consecuencias negativas sobre la congestión circulatoria, el medio ambiente y los costes del transporte en carretera. Además son un elemento de riesgo para la seguridad vial.
Los usuarios de transportes de carreteras, que representan el 90% de los desplazamientos, sufrirán las consecuencias del grave deterioro de las infraestructuras viarias que, como viene denunciando ASEFMA, presentan el peor estado de conservación de los últimos años. Mayor congestión circulatoria y aumento del coste del transporte son algunas de ellas.
Una carretera en mal estado aumenta hasta un 34% el consumo de combustible de los vehículos y puede disminuir hasta un 25% la vida útil de los vehículos. Además, empeora la fluidez del tráfico, suponiendo unos cuyos costes aproximados en viajes de ocio de 13,5 €/hora. El estado de las infraestructuras viarias afecta directamente a la vertebración del territorio y cohesión regional, y su no protección limita el acceso a la sanidad, a la educación y al ocio.
ASEFMA recuerda que 1€ no invertido hoy en la conservación del firme, supondrá 5€ de rehabilitación en tres años y, 25€ en reconstrucción, en cinco. Hoy, sólo para devolver los firmes de la red de carreteras del Estado a un estado mínimamente adecuado ya requiere una inversión superior a los 1.500 millones de euros; 5.200 millones si también se incluyen las carreteras no estatales que conforman la red de infraestructuras viarias españolas.
Los fabricantes españoles de mezclas asfálticas reclaman la revisión inmediata del Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2014, en el Programa 453C, atendiendo al estado real de las carreteras y a la urgente necesidad de frenar su deterioro. También exigen una Ley que obligue a las Administraciones Públicas a destinar anualmente los recursos necesarios para mantener las carreteras en un estado adecuado de conservación, que permita aplicar una política de conservación preventiva, tomando en consideración al valor patrimonial de la red, que se estima en 185.000 millones de euros.
