España consolida su posición como cuarta economía agroalimentaria de la Unión Europea, liderando la oferta de porcino, frutas frescas, aceite de oliva, cítricos y ganado ovino y caprino
El sector agroalimentario español vuelve a crecer en 2023
Cajamar ha presentado el Informe 2023 del ‘Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo’. Este sector, que incluye el sector primario, la industria de la transformación y la comercialización de alimentos y bebidas, aumentó su valor añadido (VAB) un 2,3% en 2023, hasta los 119.140 millones de euros. Un crecimiento superior al 1,9% registrado de media por el sector europeo y que supone una aportación del agroalimentario español al PIB total nacional del 8,9 %.
Producción y vocación exportadora del sector agroalimentario
Además, España es también el cuarto país más exportador de productos agroalimentarios de la UE-27, con una cuota de mercado del 9,9% y solo por detrás de Países Bajos, Alemania y Francia. En 2023, el sector agroalimentario español logró un nuevo máximo histórico en el valor de sus exportaciones, al crecer un 3,5% respecto al año anterior y lograr unas ventas al exterior de 72.258 millones de euros. Este destacado crecimiento se explica por la evolución de los precios de los productos exportados, ya que el volumen exportado cayó un 8,8%.
El sector aporta el 18,5% del valor de las exportaciones de bienes totales de España. El principal mercado de los productos agroalimentarios españoles es la UE-27, que concentra el 67,8% de las exportaciones, 2,9 puntos porcentuales por encima del año previo. Fuera de Europa, destaca la caída en un 25,8% de las exportaciones a China, lo que consolida, por tercer año consecutivo, a Estados Unidos como el segundo mayor destino extra-UE, solo por detrás de Reino Unido. La casi nula variación en la exportación de fruta y frutos comestibles y el mayor crecimiento de las exportaciones de carne y despojos determinan que esta última se convierta en el producto agroalimentario más exportado de España en 2023, al concentrar el 14,4% del total, muy cerca del 14,3% que suponen las frutas.
En cuanto a las importaciones, alcanzaron 56.856 millones de euros, un 2% más que en 2022. Por orígenes, el 57,4% de los productos agroalimentarios que se consume en el mercado español se importa de países comunitarios, mientras que Brasil es el primer proveedor extracomunitario, con el 4,8% del mercado, seguido de Ucrania que escala posiciones y ya aporta el 4,6% de las importaciones. El grupo de pescado, crustáceos y moluscos se mantiene como la principal importación agroalimentaria de España en 2023, con una cuota del 12,6% del total importado.
En consecuencia, el saldo comercial agroalimentario español alcanzó un superávit de 15.403 millones de euros, un 9,3% superior al de 2022.
Empleo en el sector agroalimentario
El sector agroalimentario español generó el 11,3% del empleo total de la economía española en 2023, con casi 2,4 millones de ocupados, un 0,3% más que el año anterior, encadenando tres años consecutivos de creación de empleo. Algo más de la mitad de estas personas se dedica a la comercialización, el 30,1% a la agricultura y pesca y el 18,8% trabaja en la industria de la alimentación, bebidas y tabaco. España es la quinta economía que más empleo aporta al sector agroalimentario de la UE-27, con un 10,6% del total en 2023.
Las dificultades para cubrir el relevo generacional y el envejecimiento de la fuerza laboral son problemas que afronta el sector tanto en España como en la UE en su conjunto. En España, el 35,1% de las personas que se dedican a estas actividades tiene más de 50 años, un porcentaje que crece hasta el 39,5% en el caso de la UE-27. Además, las mujeres todavía representan solo un 29,6% de los trabajadores del sector, una brecha que se acentúa en el sector primario. Mejorar la formación de la fuerza laboral del sector es otro de los objetivos que ha de perseguir el agroalimentario español, según recomienda el informe.
Más productivos y competitivos
La productividad del sector se sitúa un 22% por encima de la media europea y, en el caso del sector primario es hasta un 73% superior. Esta elevada productividad se traduce en una mayor competitividad, ya que el coste laboral por unidad de producto del sector en su conjunto es un 15% más reducido que el de sus competidores europeos.
A pesar de la elevada productividad y competitividad que presenta el sector agroalimentario español en el contexto europeo, esa ventaja se ha recortado en 2023 y la caída del esfuerzo inversor puede ser una de las causas. La inversión en I+D del sector se redujo por segundo año consecutivo, un 2,2% en 2022 (último dato disponible), y se situó en 354 millones de euros. Esa caída contrasta con el crecimiento experimentado en la UE-27, lo que ha ampliado la brecha con los países comunitarios. El peso de la inversión en I+D agroalimentaria española representa un 3,2% sobre el total de la inversión empresarial en I+D, 0,5 puntos porcentuales menos que en 2021.
El esfuerzo inversor (porcentaje de la inversión en el PIB) continúa situándose por debajo del de la UE-27 y supone un 0,61% del valor añadido en 2021 (frente al 0,83% de media de Europa), valor que ha caído al 0,58% en 2022. Por ello, el informe destaca como uno de los retos a los que se enfrenta el sector el impulso a las inversiones en proyectos de I+D.
La cesta de la compra
Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas crecieron en España un 7,3% frente al 5,9% de la media comunitaria a finales de 2023, a pesar de que el proceso inflacionario se ha contenido respecto al año anterior, cuando se registró un aumento de los precios del 15,7%. Los costes de producción no se han reducido lo suficiente como resultado de los conflictos internacionales, las tensiones por la escasez de algunas materias primas, la sequía y la mala cosecha de algunos productos relevantes para la economía española.
España es el décimo tercer país de la UE-27 con el mayor peso de los alimentos y bebidas en la cesta de la compra. En total, los hogares españoles destinaron el 20,4% de su cesta de la compra a la adquisición de alimentos y bebidas, casi un punto menos que el año pasado, pero por encima del 18,8% de media en la UE-27.
Los hogares españoles destinaron 2.390 euros por persona a la adquisición de alimentos y bebidas, un 13,7% menos que en la UE-27 (2.770 euros). Tanto en España como en la UE-27 ese gasto ha aumentado, un 5,3% y un 6,9%, respectivamente. Nuevamente, la inflación explica buena parte de ese incremento.
Por último, el informe del Observatorio del sector agroalimentario analiza la evolución en la sostenibilidad del sector. En primer lugar, destaca que ha conseguido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 7% en 2022, tres veces más que la UE-27. El 21,3% de las emisiones de la economía española proceden del sector agroalimentario, pero el porcentaje se ha reducido 2,4 puntos porcentuales respecto al año anterior.
En palabras de Joaquín Maudos, director del informe, “el sector agroalimentario español es un pilar fundamental de nuestra economía, generando riqueza en forma de renta y empleo, adquiriendo en España un peso mayor al que el sector tiene en la UE-27. Además, su aportación es fundamental a la hora de generar superávit al sector exterior, con una cifra récord de exportaciones en 2023, aunque influenciada por el intenso crecimiento de los precios. Detrás de estos de estos datos está la elevada competitividad del sector (un 15% superior a la media europea) que a su vez se explica sobre todo por su mayor productividad”.
El proceso inflacionario se contiene durante 2023, pero los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas continúan subiendo y cerraron el 2023 con una inflación del 7,3 % en España, frente al 5,9 % de la UE-27
La cadena de valor agroalimentaria aporta casi el 9% del PIB nacional, el 11,3% del empleo y el 18,5% de las exportaciones de bienes