Ponencia realizada en el XII Congreso Mundial del Jamón
El mercado de la UE 27: realidad y perspectivas
Carlos – Isidro Buxadé, Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid
19/06/2024La pandemia generada por el covid-19, que tuvo una fuerte incidencia en toda la Unión Europea (UE 27) en el periodo 2000 – 2022, encontrándose actualmente en curso, ha constituido un factor clave en lo que atañe a las significativas modificaciones –cuantitativa y cualitativa– de su mercado de productos pecuarios, en el sentido amplio del término, mostrando el mismo una clara evolución negativa de la demanda.
La misma es, por una parte, la consecuencia directa, de “la actual estructura y características del mercado interno de la Unión” (marcadas por la inflación, por el aumento de los precios, de la conciencia ambiental, de la preocupación por la salud, etc.) y, por otra, por la creciente oferta de productos sustitutivos y/o alternativos.
Carlos – Isidro Buxadé, Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid.
En cuanto a la dimensión y a la estructura del mercado de la Unión Europea, se debe señalar que el mismo está conformado actualmente por unos 447 millones de consumidores, de los cuales unos 355 millones son mayores de 18 años (que se entiende, en razón de su edad, son los que pueden tomar sus propias decisiones); en este colectivo la cifra de personas veggie (veganos + vegetarianos + flexitarianos + pescetarianos) crece significativamente año tras año.
Así, hoy, en el mencionado colectivo de personas mayores de 18 años alrededor, un 3% (unos 10,5 millones) se declaran veganos; alrededor de un 5% (unos 18 millones) dicen ser vegetarianos; y aproximadamente otro 25% (unos 90 millones) afirman ser flexitarianos y/o pescetarianos (un flexitariano o un pescetariano es la persona que consume preferentemente alimentos de origen vegetal e ingiere de manera cada vez más complementaria alimentos de origen animal, normalmente de gama media, fundamentalmente fuera del hogar). Consecuentemente, la presencia de la proteína animal en los menús de los comunitarios es cada vez más reducida.
En junio de 2024, en la UE 27, la cifra de personas veganas apenas decrece; la de personas vegetarianas va aumentando poco a poco; y la de las personas flexitarianas y/o pescetarianos crece significativamente, año tras año, en razón, fundamentalmente, del progresivo envejecimiento de su población.
En este sentido, la propia Comisión Europea ha vaticinado que en 2050, por cada 100 personas en edad de trabajar habrá, si no cambian las actuales tendencias de la natalidad y del aumento de la longevidad, unas 50 personas con 65 o más años, afectando estas previsiones, como es lógico, a la estructura del consumo.
Paralelamente, la población global de la Unión Europea, a pesar de la positiva incidencia de la migración, empieza a decrecer año tras año. Así, por ejemplo, entre el 1 de enero de 2020 y el 1 de enero de 2022, en 10 Estados Miembros (EE MM) la población disminuyó y en otros 17 EE MM aumentó; pero, en su conjunto, su población, entre las dos fechas señaladas, disminuyó en 585.000 personas.
Todo lo expuesto repercute significativamente en el ámbito de la alimentación de la Unión Europea, que va evolucionando cuantitativamente (como ya se ha mencionado), pero también cualitativamente y, por el denominado ‘efecto dominó’, llega finalmente a afectar a los productos de origen animal y, por ello, también al propio jamón.
A significar que, en la UE, las expectativas de los consumidores, en lo que atañe a su ingesta, están cambiando porque estos cada vez creen ser más conscientes de los impactos ambientales y éticos de su alimentación.
También está variando su manera de adquirir los alimentos afectando, por ejemplo, a los canales de compra, cobrando, al tiempo, en razón de la inflación y de la reducción de su poder adquisitivo neto (PAN), un mayor peso los precios de los alimentos y, sobre todo, la relación calidad/precio de los mismos.
Pero, paralelamente, la mayoría de nuestros consumidores comunitarios afirman dar preferencia a los productos de calidad, saludables, locales y respetuosos con el bienestar animal. Dos realidades nada fáciles de compaginar y que llevan a las marcas de distribución y a la compra multicanal.
Las consecuencias prácticas que tiene lo expuesto en los párrafos que anteceden, de acuerdo con una encuesta paneuropea realizada en el pasado año 2023 por la entidad ProVeg en colaboración con las Universidades de Copenhague (Dinamarca) y de Gante (Bélgica), financiada a través del proyecto ‘Smart Protein’ de la UE, es que el 51% de los consumidores encuestados aseguró que estaba reduciendo significativamente su consumo anual de carne.
Muy importante señalar que el mencionado descenso en el consumo, según la citada encuesta, está afectando prácticamente a todos los alimentos generados de origen animal, incluyendo el jamón.
La principal razón aducida por el 47% de los encuestados para justificar estos importantes cambios en sus hábitos alimenticios se basa en la creciente preocupación por su salud.
Interesante resaltar, con una visión de futuro, que la alimentación flexitariana y/o pescetariana en la UE supera claramente las barreras generaciones e implica, siempre según la citada encuesta, a un 29% de los baby boomers; a un 27% de la Generación X; a un 28% de los Millennials; y a un 26% de la Generación Z20.
Todos estos cambios están afectando, especialmente en estos últimos años, el modus vivendi de una parte altamente significativa de la sociedad de la Unión Europea, implicando directamente a sus hábitos alimenticios.