Raspar significa que habrá fricción y la fricción genera calor, es decir, los productos se calientan durante el proceso de raspado y esto influye de forma negativa en el sabor y el tiempo de conservación. Por eso es importante que las zanahorias baby se vuelvan a enfriar inmediatamente después del proceso de raspado. Para ello se puede utilizar un hidrocooler, o enfriador de agua. Dentro del hidrocooler los productos son lavados por agua a contracorriente, a 3 °C. El agua es bombeada continuamente y enfriada en una unidad de enfriado separada.
Para el transporte de las zanahorias a través del hidrocooler, incluido en sus líneas por Sormac –marca distribuida en España por Danmix– se ha optado por un sistema deslizador de cadena. Mediante la adaptación de la velocidad de la cinta se puede regular el tiempo de permanencia en el agua, y con ello, el tiempo de enfriado.