Entrevista a Miguel Ángel Hidalgo, director de I+D de Planasa
05 de abril de 2011
Planasa tiene uno de los mejores programas de obtención de variedades de la fresa. Háblenos un poco de él...
Planasa tiene sus oficinas centrales en Navarra, centros de producción en Segovia y Valladolid, y su centro de I+D en Huelva. Además, dispone de empresas de producción en Polonia y de comercialización en Italia, Estados Unidos, México o Chile. Desde un punto de vista comercial, Planasa está presente en todos los lugares del mundo en los que se cultiva fresa, incluida Sudáfrica, Australia o últimamente China.
El programa de mejora varietal en fresa para climas templados empezó hace más de 25 años y ha seguido el esquema clásico de selección, que se inicia con la selección parental del germoplasma, los cruces dirigidos, 'screening' de descendencias y la evaluación de las nuevas selecciones con la posterior producción de material limpio para los viveros de fundación.
¿Y qué resultados se han obtenido?
Planasa consiguió registrar la primera variedad española con éxito comercial que fue Milsei-Tudla (1989), y que llegó a representar casi el 20% del mercado en Huelva, por entonces dominado al 100% por las variedades californianas.
A esta variedad que aún se cultiva en algunas zonas mediterráneas como Sicilia o Túnez, le siguieron otras como Tudnew (1992) o Cartuno (1995) con las que se perseguía una mayor calidad y mejor adecuación al mercado europeo. Y esto es lo que hemos conseguido con nuestra variedad principal actual, la Sabrosa-Candonga (2003), hoy en día, la variedad de referencia del sector en Huelva y la de mayor cultivo en España e Italia. También es la más difundida en otros países mediterráneos.
¿Cuál es el volumen del programa y la metodología empleada?
En nuestro programa, al igual que otros programas de berries en el mundo, empleamos la forma más sencilla y tradicional de mejora que se basa en la selección “masal” y en la “ancestral”. Esto es, por una parte caracterizar y conocer el potencial genético de los parentales que vamos a emplear y posteriormente seleccionar los mejores individuos cuya expresión genotípica sea más interesante, rechazando el resto, y volviendo a emplear los mejores descendientes seleccionados en los cruzamientos posteriores.
Obviamente, este método implica la necesidad de conocer previamente los genotipos y por tanto la “genealogía” de cada cultivar, para así fundamentar las selecciones que se van realizando posteriormente hasta conseguir una variedad formada a partir de un cruzamiento entre dos parentales que se complementan o expresan herencia transgresiva para los caracteres deseados.
Cada año realizamos cruces entre nuestro germoplasma parental que dan lugar a mas de 15.000 nuevas variedades y a través de los sucesivos 'screenings' realizados durante los siguientes 7-10 años finalmente obtenemos un individuo que puede llegar a ser variedad comercial.
Por otra parte, su empresa ha elaborado a lo largo de los años los árboles genealógicos y estudiado la evolución de los caracteres, sus posibles correlaciones, ligamientos, etc., ...
Sí, el problema es la gran dedicación y esfuerzo que se necesita para realizar este trabajo en una especie Octoploide como es la fresa (FragariaxAnanassa), lo cual nos limita la cantidad de material con el que podemos trabajar. Por ello, desde hace algunos años, estamos trabajando a través de una unidad mixta creada con el IRTA en la búsqueda de marcadores moleculares asociados a caracteres importantes como contenidos en antioxidantes o resistencias a enfermedades, es decir herramientas moleculares que nos faciliten mayor conocimiento, nos permitan trabajar con más volumen de material y mayor velocidad en la obtención de una variedad, pero siempre manteniendo la selección tradicional y en ningún caso manipulando o introduciendo genes externos.
¿Hacia dónde van las tendencias en la obtención de variedades de la fresa?
Los objetivos fundamentales del programa han cambiado sustancialmente a través del tiempo al verse influenciados por una parte, por la evolución y tendencias de las necesidades de los productores; y por otra, por los gustos de los consumidores y finalmente por las nuevas herramientas disponibles para la mejora. Inicialmente, el enfoque se dirigió a la productividad y vida comercial de la fruta. Posteriormente, en la década de los 90, la homogeneidad del producto, la linealidad de la producción y las propiedades organolépticas fueron los objetivos.
En la última década, la resistencia a las enfermedades de hongos de suelo (Phytophthora Cactorum, Colletotrichum y Verticillium) y hongos aéreos (Botrytis Cinerea y Oidium) se han convertido en la prioridad, influenciada por la prohibición de fungicidas y desinfectantes de suelo. Actualmente, mientras que el productor demanda variedades con menor necesidad de pesticidas, más facilidad de recolección y manipulación, así como prolongada vida comercial, el consumidor demanda una fresa de mayor calidad, con más sabor, buen aspecto visual y alto contenido en vitaminas y antioxidantes.
¿Cuáles son las principales variedades de la fresa?
Uno de los cambios más importantes en los últimos años en el sector fresero, ha sido la convivencia de varias variedades frente al cultivo monovarietal que se venía dando hace una década. Y es que el agricultor ha comprendido que para satisfacer a todo el mercado, con sus diferentes gustos y necesidades es necesario ofrecer una gama más amplia de productos, tanto en calidad y fechas, como en presentaciones y precio. Candonga es actualmente la variedad más cultivada en Huelva con más del 40% de cuota de mercado, y con ella hemos logrado que las demandas de productor y consumidor estén razonablemente satisfechas. El resto del abanico varietal lo completan Camarosa de la Universidad de California, y las variedades precoces Splendor del programa Americano Berry Genetics y Fortuna de la universidad de Florida.
Recientemente recibieron un premio a la innovación (el premio al producto agrario más innovador) por su variedad de fresa Candonga. ¿Qué cualidades tiene? ¿Por qué razón es la más plantada en el sur de Europa?
Candonga reúne cualidades excepcionales que se traducen en ventajas para toda la cadena de valor: de cara al productor, permite ahorrar costes de recolección y de manipulación al no presentar deformaciones y al superar el 95 % su producción de fruta comercializable. Además, gracias a su gran calidad permite distinguirse de otras variedades cuando hay excesos de fruta en el mercado. Por otro lado, Candonga permite al distribuidor tener un producto homogéneo durante toda la campaña que ofrece garantías por su larga vida comercial y su buena conservación. Con respecto al consumidor, esta variedad es reconocida por su gran sabor, color, aroma y textura, lo cual favorece que éste vuelva a demandar más fresas. Este éxito de la variedad Candonga se ha debido a la buena aceptación de su fruta en los mercados y su buena adaptación al cultivo en las zonas de clima mediterráneo.
Este mismo año han presentado la variedad de fresa denominada Sabrina, ¿cuáles son sus principales características? ¿Qué futuro le auguran a esta variedad?
Sabrina es una variedad que se estrena este año a nivel comercial y que “complementa” a la variedad Sabrosa-Candonga, puesto que Candonga reúne las cualidades ya comentadas que hacen a esta variedad un buen producto para las especificaciones requeridas en el mercado de exportación en tarrinas. La variedad Sabrina, gracias a su precocidad, mayor calibre y producción es ideal para su comercialización en cajas de dos kilos, que son las que prefieren mercados como el nacional.
Otro de los aspectos en los que supone un complemento a Candonga, es que Sabrina por su vigor, es una variedad muy bien adaptada a suelos con desinfecciones poco agresivas e incluso a plantaciones en lomos de segundo año, lo cual cada vez está siendo más importante tras la eliminación del bromuro de metilo en nuestros campos. Al ser una variedad precoz, Sabrina inició su recolección a principios del mes de enero y se prolongará hasta mediados de junio con muy buena producción y calidad de fruto. Por ello, auguramos buenos resultados en cuanto a producción a los agricultores teniendo en cuenta que las noticias que recibimos de los mercados son muy positivas, por lo que esperamos un fuerte incremento en su demanda el próximo año.
¿También están planteándose variedades para el norte de Europa?
La empresa cuenta con otro centro de investigación varietal en Francia donde se seleccionan variedades adaptadas a los climas continentales de centro Europa. Se trata de un programa sinérgico al español con el cual colaboramos. La variedad Darselect es uno de los logros más importantes y es una variedad ampliamente difundida en Europa y reconocida por sus altos estándares de calidad.
¿Cómo está el sector de la fresa, actualmente?
El éxito en el negocio de la fresa, al igual que en otros productos agrícolas, se fundamenta en tres pilares; primero en las posibilidades del mercado al que va ir dirigido el producto, con sus necesidades y exigencias, en segundo lugar, la idoneidad en cuanto a las condiciones edafológicas, climáticas etc. del lugar en que vamos a cultivarlas, y en tercer lugar disponer de las variedades y técnicas de cultivo para satisfacer los dos pilares anteriores, por lo tanto la variedad es una herramienta fundamental para el éxito, pero muy condicionada por los mercados.
El mercado de la fresa como otros también está continuamente sometido a tensiones debido a la competencia de otras zonas, tendencia siempre a la baja de precios por parte de las cadenas, reducción de pesticidas, etc. Esto conlleva continuamente al mejorador a replantearse las prioridades en sus objetivos, pero siempre con las premisas de conjugar más productividad, vida comercial y ahorro de costes con la constante demanda de mayor calidad.
No obstante, la rusticidad varietal que permita una reducción de uso de pesticidas y la mejora de las características organolépticas y nutritivas de la fruta son, sin ninguna duda, el desafío actual para la mejora varietal, en sintonía con los deseos de los consumidores hacia la comida más saludable y segura.