La obtención de evidencias científicas continúa siendo el gran reto para la introducción de los -bióticos en la industria alimentaria
La obtención de evidencias científicas que prueben las funcionalidades que pueden aportar los -bióticos (probióticos, prebióticos, sinbióticos y postbióticos) sigue siendo el gran reto para su progresiva introducción en la industria alimentaria. Fue una de las conclusiones del VII Encuentro de Directores y Responsables de I+D, evento exclusivo para empresas asociadas de CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) celebrado el 18 de octubre en formato online.
Durante el encuentro, moderado por Inés Echeverría, directora de I+D de CNTA, se presentaron algunas claves del estudio ‘El ABC de los -bióticos: ingredientes funcionales clave para impulsar la innovación en la industria alimentaria’, elegido a demanda por los asistentes al encuentro del pasado 2022 y elaborado durante el último año por expertos de CNTA.
En la presentación de este informe, la investigadora en Microbiología de CNTA Guadalupe Monserrat Jasso glosó la evolución de las diferentes definiciones de conceptos como probióticos prebióticos, postbióticos o sinbióticos, resaltando el papel de la ISAPP (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics) en su difusión. La investigadora recordó que el auge de los -bióticos en la industria alimentaria está basado en su condición de ingredientes funcionales y en los potenciales beneficios que pueden aportar a la salud del consumidor. No obstante, subrayó cómo el marco regulatorio condiciona la introducción de estos ingredientes en los productos, resaltando las exigencias de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de que las alegaciones saludables que se implementen estén sustentadas en la evidencia científica.
Además, Jasso ha proyectado cómo los probióticos y prebióticos tienen actualmente una mayor penetración de mercado que los postbióticos y sinbióticos, dos conceptos más recientes y aún con potencial de desarrollo. En ese sentido, Inés Echeverría, directora de I+D de CNTA, recordó que “el contexto de la pandemia de covid-19, aún reciente, volvió a poner sobre el tablero la demanda de los consumidores hacia los alimentos funcionales y, por tanto, se vuelve a mirar de cerca a los -bióticos desde la industria alimentaria”. “Desde los centros tecnológicos agroalimentarios tenemos que estar atentos a esta evolución y contribuir desde la investigación científica y el desarrollo de tecnología a que los productos alimentarios con -bióticos puedan ser cada vez más realidad entre los consumidores”, añadió.
El encuentro continuó con la exposición de Xavi Cros y Jesús Alonso, de la consultora Across The Shopper, quienes presentaron a los asistentes su estudio ‘Tensiones alimentarias en relación con la salud’, un trabajo de investigación de tendencias de consumo conformado por la visión de más de 2.000 consumidores y basado en 28 categorías de producto diferentes. En él, proyectan la visión del consumidor y las oportunidades para los fabricantes de alimentos en lo que respecta al concepto de alimentación saludable.
Cros señaló que la salud es “un factor muy relevante en las decisiones de compra de productos alimentarios” y que en un análisis anterior realizado por su consultora, casi 9 de cada 10 consumidores considera importante que lo que van a comer sea saludable. Centrado en el estudio presentado en el encuentro, Cros remarcó que “los consumidores jóvenes que hoy hablan de reducir el consumo de alimentos que consideran nocivos para su salud serán potencialmente los consumidores senior que, en unos años, directamente hablen de que no los comprarán o los evitarán”. Las grasas saturadas, el aceite de palma, el glutamato y los alimentos ultraprocesados son, según el trabajo de Across The Shopper, los ingredientes o productos más “rechazados” por los participantes en el estudio. En el lado opuesto, los alimentos ricos en fibra y con alto contenido en proteína son los protagonistas en los productos más “demandados”.
Por su parte, Jesús Alonso habló de algunos nichos de oportunidad que las empresas fabricantes de alimentos pueden tener en cuenta. “La reducción de azúcar y de sal en los alimentos ya se están trabajando, pero tienen aún mucho recorrido y van a seguir siendo demandadas por los consumidores. También es interesante no olvidarse de que el mundo de lo indulgente, en categorías como los helados, por ejemplo, no está reñido con conseguir productos sabrosos y placenteros que sean saludables”, expresó.