Entrevista a Iñaki Goñi, gerente de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela
16 de septiembre de 2010
En su opinión, ¿el sector agroalimentario invierte lo suficiente en I+D en el país?
A pesar de ser el sector que más patentes registra en Navarra, nunca es suficiente. A mi modo de ver, la clave está en la innovación: solo con ella podemos aumentar nuestra competitividad, especialmente en tiempo de crisis. Yo recomendaría invertir en innovación para buscar productos o servicios de mayor valor añadido con los que perseguir ventajas para hacer frente a la competencia. No es necesario invertir una fortuna para innovar; muchas veces esa innovación se halla en las cosas pequeñas.
En su momento, la Ciudad Agroalimentaria de Tudela se situó en un punto geoestratégico clave, en el eje del Ebro donde se hallan los líderes nacionales de producción de I, II, III, IV y V gama. Tras un año y medio de andadura y basándose en su experiencia, ¿cuál es su valoración respecto a las expectativas iniciales?
Las expectativas iniciales se realizaron en un momento de ‘boom económico’ que lógicamente se vieron modificadas por la crisis que arrastramos desde el año 2008. Por lo tanto, aunque se hayan visto afectadas si las premisas iniciales se mantienen intactas al igual que la viabilidad y el futuro del proyecto, solo se trata de una cuestión de ‘ritmo’.
Las empresas que se instalan en la CAT obtienen beneficios económicos, fiscales y energéticos. En materia de I+D, ¿qué supone para una compañía agroalimentaria formar parte de este proyecto?
Para cualquier compañía que se inscribe en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, vincularse a un proyecto pionero, innovador, sostenible y con importantes ahorros económicos es su mejor tarjeta de presentación. De las múltiples visitas que recibimos, todavía no he encontrado a nadie que no le guste. Tan solo es una cuestión de tiempo que se implanten nuevas empresas en la CAT. En concreto, tres sociedades iniciarán su actividad aquí en las próximas semanas.
“Las expectativas iniciales se realizaron durante el ‘boom económico’ y lógicamente se vieron modificadas por la crisis. Si las premisas iniciales se mantienen intactas al igual que la viabilidad y el futuro del proyecto, solo es una cuestión de ritmo”
Hasta la fecha se han inscrito unas 14 empresas, algunas autóctonas, de Tudela o inmediaciones. Sin embargo, ¿cree que las compañías locales de algunos sectores de actividad tienen más facilidades que otros para formar parte de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela? De ser así, ¿cuáles serían?
La CAT tiene vocación agroalimentaria, por tanto aquellas empresas que pertenezcan a este sector son todas bienvenidas. Además, para este tipo de compañías resulta algo ventajoso debido a los consumos energéticos que requieren para llevar a cabo sus procesos productivos industriales. Ya sea vapor, agua caliente y fría, o sistemas de enfriamiento (refrigeración y congelación).
A grandes rasgos, ¿cuáles serían las principales dificultades con las que tropezarían las empresas de la zona que se quieran inscribir en este parque empresarial?
Cualquier empresa que se quiera sumar a todas las que forman parte de la CAT y sea agroalimentaria, se puede inscribir. No existen dificultades y en el caso de haberlas, haríamos lo posible por resolverlas.
En general, ¿cree que las subvenciones que otorga el gobierno de Navarra (hasta un 25% de la inversión), junto con los ahorros energéticos que se les facilitan, son suficientes para que se apunten a esta iniciativa?
Sin duda, estas facilidades son una ayuda. Aun así, no queremos captar empresas solo por los ahorros en costes. Nosotros perseguimos la excelencia. Si ese es tu proyecto, la Ciudad Agroalimentaria de Tudela es tu sitio.
Una de las infraestructuras más importantes de la CAT es la red de servicios comunes y, en concreto, la planta de trigeneración con una eficiencia energética superior al 70%. ¿Tienen prevista alguna nueva incorporación y, en ese caso, cuándo entraría en funcionamiento?
Actualmente, trabajamos en completar el portafolio de servicios que ofrecemos a nuestras empresas mediante el nuevo centro de negocios e invertimos en el tratamiento de residuos industriales. Por otra parte, también estudiamos cómo aumentar la eficiencia energética.
Actualmente, y tras año y medio de trayectoria, ¿cuál es el peso de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela en el ámbito económico, social (creación de empleo, por ejemplo), de la zona? En su opinión, ¿qué queda todavía por hacer y cuáles son los próximos retos de este parque empresarial?
En concreto, la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, inaugurada a finales del año 2008, abarca una superficie de 120 hectáreas donde se comparten infraestructuras y servicios que pretenden hacer más competitivas a las empresas agroalimentarias. Para hacerse una idea, la Central de Infraestructuras Comunes (CIC) de la CAT, construida por el gobierno de Navarra a través de su Sociedad de Promoción de Inversiones e Infraestructuras de Navarra (SPRIN), permite obtener energía de forma centralizada, en lugar de centrales de producción energética individuales. Se trata, por tanto, de una de las características diferenciadoras de este complejo empresarial. Con unas dimensiones de 22.000 m2 en el Polígono Industrial Área Económica en Tudela (Navarra), esta infraestructura ofrece trigeneración (vapor, frío, electricidad) con una eficiencia energética por encima del 70%, lo que revierte en un ahorro en costes energéticos del 15% para las industrias instaladas en el polígono. Asimismo, las sociedades inscritas en la CAT, gozan de ayudas directas institucionales de hasta un 25% a toda la inversión, incluido el terreno donde se sitúan, además de ventajas fiscales, deducciones por activos fijos y creación de empleo, por citar algunas. Los servicios energéticos se distribuyen a través de un rack aéreo metálico de 2 kilómetros de longitud a cada una de las empresas que así lo precisen.
En la puesta en marcha de la Ciudad Agroalimentaria de Navarra ha sido vital su ubicación en un punto de gran interés geoestratégico, en el valle del Ebro, donde se hallan los líderes nacionales de producción de I, II, III, IV y V gama. Una zona con disponibilidad de suelo industrial, tierras de cultivo y agua, reforzada seguramente por la próxima construcción del Canal de Navarra. Un lugar estratégico, equidistante a los grandes centros de consumo del país. No es casualidad que Navarra haya sido elegida como sede de esta construcción, ya que destaca por sus grandes inversiones de I+D+i; índices de exportación elevados así como la tradición e importancia del sector agroalimentario. En concreto, este último equivale al 23% del VAB industrial y reúne a más de 1.250 empresas donde trabajan 28.000 personas.