Un sector en auge: la microbiología industrial
La pasión por la microbiología industrial y su enorme potencial es lo que nos empujó a crear la empresa LEV2050. Somos una empresa con más de 10 años de trayectoria que nos dedicamos en cuerpo y alma a la microbiología industrial. Es un campo en plena ebullición y cada vez más apreciado y conocido, debido a la amplísima cantidad de procesos microbiológicos que día a día se realizan para satisfacer las necesidades de la población.
La importancia de la microbiología en la industria alimentaria siempre ha sido muy transcendente, ya que una gran cantidad de productos que normalmente comemos y bebemos a diario son de origen fermentativo, en los cuales es obligatoria la participación de bacterias, levaduras y hongos.
Muchos productos de nuestra dieta diaria tienen su origen microbiano: vino, cerveza, pan, vinagres, bollería, pizzas, embutidos, productos cárnicos, yogures, quesos, encurtidos, chocolates, café, salsas de soja, salsas picantes, kéfir, kombucha, etc.
Por otra parte, debido a las demandas nutricionales de la humanidad, se están buscando nuevas fuentes proteicas, y los candidatos que están en el mercado hoy en día son fuentes proteicas en base a hongos. Existe un crecimiento emergente en la producción de proteínas de base microbiana y cada vez son más los actores en el mercado que están desarrollando estas nuevas fuentes de alimentación.
En LEV2050 generamos procesos de valor en microbiología industrial desde cero, desde el laboratorio poniendo a punto el proceso, hasta el final, es decir, hasta ponerlo a nivel industrial en el mercado.
Poseemos una sala de producción de biomasa microbiana con una enorme versatilidad para poder producir a medida, y a nivel industrial, cualquier tipo de microrganismo. El año anterior terminamos con una producción a medida de más de 250 levaduras, 60 bacterias y unos 20 hongos a medida y a nivel industrial, así como diferentes procesos y productos fermentativos.
El abuso sistemático de productos químicos en la cadena alimentaria y, por ello, sus actuales restricciones, también ha posibilitado que productos de origen microbiológico hayan adquirido un gran peso en nuestra cadena alimentaria y nuestra vida, como son los probióticos. Cada vez se está investigando más profundamente sobre el conocimiento de las funcionalidades probióticas de miles de cepas microbianas, así como su efecto positivo sobre la salud humana y sobre la salud animal.
Existe un incremento exponencial en la cantidad de artículos y grupos de investigación que hoy en día trabajan en este campo, ya que la aportación de más y más antibióticos en humanos y animales está conllevando un mayor aumento de resistencias frente a microorganismos con potencialidad patógena.
De la misma manera, existe una enorme preocupación con los tratamientos químicos en el sector agrícola, que conllevan un enorme desequilibrio en el mantenimiento de dichos ecosistemas biológicos.
Por todo ello, LEV2050 se introdujo en un campo de enorme interés como es el biocontrol de enfermedades en agricultura con el empleo de microorganismos que son seguros para la salud humana y el medio ambiente. Ello permite llevar a cabo un control de plagas de forma biológica en lugar de utilizar productos químicos. De igual modo ocurre con el empleo de biofertilizantes, se genera otro ámbito de actuación sostenible que ha entrado con fuerza en el mercado en vez de los habituales productos químicos.
En el campo de la producción animal también existen numerosos tratamientos microbianos, como pueden ser generación y tratamiento fermentativo de ensilados. Existen también los agentes microbianos de biocontrol frente a microorganismos patógenos como pueden ser listeria, salmonella, camplylobacter, etc., los cuales provocan importantes trastornos en la salud humana.
Siguiendo toda la ruta de los procesos de la cadena alimentaria también está la gestión de residuos, la revalorización de los mismos y la biorremediación, donde LEV2050 también está presente. De nuevo los microorganismos están implicados en primera persona y por consiguiente vuelve a generar un enorme interés en el mercado al conseguir tratamientos seguros, eficaces y reproducibles.
Fuera de la cadena alimentaria, en otros ámbitos industriales no alimentarios, la microbiología también está presente. Por ejemplo, en procesos industriales como la producción de biodiésel, la generación de ácidos orgánicos, o la producción de proteínas y enzimas. Hoy en día, un caso muy conocido por todos son las enzimas de los kits de PCR para el diagnóstico de coronavirus. No solo son exclusivas del diagnóstico de coronavirus, sino de una infinidad de kits de diagnóstico molecular y de diagnóstico rápido, así como para la producción de vacunas, etc. Es decir, hay un campo amplísimo en lo que podemos denominar microbiología industrial.
También ponemos a disposición del mercado, para instalar en casa del cliente, biorreactores patentados o multiplicadores de levaduras, bacterias, hongos u otros microorganismos. Esto genera a los clientes un enorme ahorro económico en la adquisición de dichos microorganismos, ya que la última etapa de la multiplicación la genera el propio cliente. A la vez el cliente obtiene una mayor vitalidad y frescura de los microorganismos que emplea en el proceso industrial, lo que genera una mayor seguridad fermentativa, control y calidad en el producto final. Esto hace que la implantación de los biorreactores sea de un gran interés y esté cada vez más extendida en aquellas industrias en cuyos procesos productivos los actores principales sean los microrganismos.
Estamos aguardando el futuro próximo con gran expectación, donde veremos una enorme y creciente implantación de los productos microbianos, o derivados de los mismos, en nuestras vidas. Ahí siempre podréis encontrar a LEV2050.
LEV2050
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