Supermercados: el entorno digital crea nuevas posibilidades de negocio
Jacky Marolleau, director de Ventas del Sur de Europa en Manhattan Associates
08/02/2021Confinados en sus hogares, los ciudadanos españoles apenas tuvieron opciones para poder salir cuando la pandemia irrumpió en el territorio. En aquel momento, ir a comprar al supermercado era una de las pocas razones para poder pisar la calle, pero, aun así, hubo muchos que decidieron apostar por la compra online para llenar su despensa. En 2020, la facturación de la distribución alimentaria creció un 7%, tres veces más que en un ejercicio normal, según la consultora Nielsen.
La respuesta de las cadenas de supermercados fue inmediata el pasado año, aunque también costosa: medidas sanitarias, seguridad, contratación de personal y un refuerzo del comercio electrónico. Ahora afrontamos una situación que no se aleja demasiado de lo vivido entonces, lo que continúa significando más digitalización para suplir una demanda creciente, influida por el trasvase de la hostelería. El cambio de paradigma es real, pero, sobre todo, definitivo.
Las empresas del sector deben recordar que el coronavirus no es ni será el único factor que las conduzca hacia el mundo digital. Hay otras tendencias, como el cambio generacional, la revolución de la experiencia de cliente y la personalización del consumidor, que aumentan de manera clara la complejidad de la cadena de suministro. A todo esto, se suma la necesidad de garantizar plazos de entrega más cortos y la omnicanalidad, lo que deriva en desafíos que deben afrontarse ya.
Invertir en digitalización es una necesidad
La inversión en una estrategia de transformación digital es más importante que nunca. En este sentido, todas aquellas compañías que ya habían apostado por reconfigurar su red para suplir al consumidor online ya tenían mucho recorrido hecho para cuando estalló la crisis. Si al auge de la compra online le sumamos el estrés sufrido por las cadenas de suministro en periodos tan convulsos como el que hemos vivido en el último año, la necesidad se vuelve sino más imperiosa.
La proximidad como valor diferencial
Para los ciudadanos también existe un elemento cada vez más fundamental, que es la proximidad. Los supermercados con establecimientos cerca del ciudadano ganan en conveniencia a los grandes. A medida que estas tiendas de proximidad vayan evolucionando su forma de funcionar y prestar servicio, cambiando conceptos e introduciendo mejoras en el terreno contactless, por ejemplo, continuarán peleando por una porción del pastel.
Es más, la guerra por la última milla, donde Amazon compite con fuerza, pero también empresas de reparto a domicilio como Glovo o Deliveroo, potencia la necesidad de los supermercados por prepararse ante un escenario posterior a la pandemia. Y es que cada vez más empresas se han ido apuntando a la categoría de la alimentación y los productos de primera necesidad, convirtiéndose en una importante vía de ingresos en modelos de negocio que nada tienen que ver con los supermercados tradicionales.
Hacer la compra por internet es cada vez más común en España. Más allá del coronavirus, factores como la falta de tiempo, la comodidad y la rapidez en la entrega se sitúan como motivos de peso para llevar a los clientes a recurrir a nuevos servicios. Al gran consumo le han salido muchas novias, pero no significa que las cadenas de supermercado estén sobre una cuerda floja ni nada parecido. Al contrario, tienen en sus manos la posibilidad de ser más imprescindibles de lo que ya son.