Pan con brócoli, un nuevo alimento con alto valor nutricional que reduce el desperdicio alimentario
Investigadores del programa de Poscosecha del IRTA y del centro irlandés Teagasc han visto que, incorporando hojas y tallos de brócoli en forma de polvo y en una concentración del 2% en el pan, no se afectan la apariencia, la textura ni su aceptación por los consumidores. Incluir estos subproductos del cultivo del brócoli al pan no sólo aumenta la calidad físico-química y su calidad nutricional y las propiedades bioactivas, sino que plantea una oportunidad para valorizarlos y reducir el desperdicio alimentario. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Journal Of Food Processing And Preservation.
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El pan es uno de los alimentos que los consumidores consideran más seguros, es uno de los más populares, es ampliamente consumido y se utiliza como vehiculador de varios componentes saludables como el ácido fólico o la luteína. Por otra parte, los subproductos generados en el cultivo del brócoli, como son las hojas y el tallo, contienen cantidades nada despreciables de compuestos beneficiosos para la salud, entre los que hay fibra, vitaminas, glucosinolatos y compuestos fenólicos, estos últimos con una alta capacidad antioxidante. Son elementos que hacen interesantes estos subproductos para el desarrollo de nuevos alimentos funcionales y reducir, así, el desperdicio alimentario.
Muchos de estos componentes saludables que contiene el brócoli pueden sufrir mermas muy considerables durante algunos procesos térmicos; en cambio, las temperaturas que se alcanzan durante el proceso de la panificación no les afectan. En el estudio se ha visto también que la actividad antioxidante y los compuestos fenólicos derivados del brócoli son resistentes al proceso de fabricación del pan y al proceso de digestión. Los compuestos fenólicos y antioxidantes provenientes de las hojas del brócoli permanecen en el pan hasta 7 días después de la panificación, y son más resistentes al proceso térmico y a las condiciones de almacenamiento que los provenientes de los tallos.
Los resultados obtenidos en el estudio del IRTA y Teagasc abren nuevas oportunidades comerciales para los fabricantes de pan, valorizando así un subproducto y contribuyendo a disminuir el desperdicio alimentario.