Mejora de la gestión energética en la producción de alimentos y bebidas
La clave para una gestión eficaz de la energía se centra en dos aspectos. Primero, los fabricantes necesitan información sobre dónde, cuándo y cuánta energía se consume. En segundo lugar, necesitan la capacidad de actuar sobre esa información. Los fabricantes y productores pueden desarrollar un programa integrado de gestión de energía basado en el consumo preciso, los patrones de gasto y los perfiles de demanda. Como resultado, pueden determinar con mayor precisión los costes de consumo de energía y tomar decisiones comerciales más inteligentes para ayudar a minimizar esos costes.
Para reducir el uso de energía y crear una estrategia de gestión de energía efectiva, los fabricantes y productores deben tener en cuenta cuatro pasos clave: monitorizar, analizar, controlar y mantener.
Monitorizar
En el corazón de un programa de monitorización efectivo se encuentra una red de monitorización de energía digital.
Dispositivos que capturan y comunican información de consumo energético. Estos dispositivos se utilizan para medir los parámetros de energía asociados con un sistema específico. Los sistemas de monitorización para la fabricación de alimentos y bebidas pueden incluir electricidad, gas natural, agua y aguas residuales.
Con esta información, los responsables de planta pueden recopilar información detallada sobre el consumo de energía en diferentes áreas de sus plantas, desde máquinas específicas hasta líneas de productos individuales. A menudo, un gerente de planta se sorprende al descubrir que del 60 al 70 por ciento de la energía, se consume cuando no hay producción en ejecución. Conocer el consumo fijo de energía es un buen punto de inicio. Además, los responsables pueden obtener acceso a información de calidad de potencia que puede aumentar la productividad y alargar la vida útil del equipo, mejorando aún más los beneficios.
Analizar
Los sistemas de monitorización proporcionan la base para la recopilación y generación de datos de energía. Sin embargo, el análisis de datos permite a las plantas tomar mejores decisiones sobre el control de sus costes energéticos.
El software de gestión de energía puede actuar como una base de datos centralizada para todos los parámetros de energía accesibles dentro de una instalación o en múltiples instalaciones. El software puede ayudar a los trabajadores a ver los problemas que puedan existir y llevarlos a las acciones correctivas adecuadas. Este mismo software también permite a los fabricantes modelar sus perfiles de energía midiendo las demandas máximas y los parámetros de calidad de la energía, determinando los patrones de demanda, combinando el consumo de energía con los patrones climáticos, agregando cargas y calculando los costes de energía.
Por supuesto, un análisis efectivo solo puede ocurrir si los datos pueden fluir sin problemas desde la planta hasta nivel corporativo. Debido a esto, la clave para un sistema de administración de energía exitoso es la integración de la monitorización de energía, los dispositivos de control, las redes de comunicación y las tecnologías de visualización en un sistema unificado que relaciona el consumo de energía con la actividad de la planta.
Este plan se basa en una arquitectura de red integrada basada en estándares abiertos, que permite a los usuarios entregar información de energía a toda la empresa. Esta arquitectura permite la comunicación mediante una variedad de redes abiertas, como EtherNet / IP y DeviceNet, de ODVA, a través de dispositivos cableados o inalámbricos para una transferencia de datos más rápida y una fácil integración con las redes existentes.
Controlar
Después de analizar los datos, los responsables de planta pueden desarrollar un plan de acción e instalar sistemas de automatización para capturar el ahorro de energía con un sistema de control. En función de los objetivos energéticos de la planta, los sistemas de control se pueden implementar para obtener resultados diferentes.
Por ejemplo, las plantas que desean mantener un nivel más consistente de uso de energía a lo largo del tiempo pueden implementar un sistema para monitorizar el consumo eléctrico de los equipos seleccionados, y encenderlos y apagarlos para minimizar el consumo. Las plantas de alimentos y bebidas que desean que sus equipos de procesamiento y llenado se vuelvan “conscientes de la energía” pueden programar sus equipos para apagar las líneas de suministro de aire cuando no se produce el producto. Los sistemas de control y optimización de aire comprimido controlan las funciones de arranque, parada, preparación y purga de un sistema de compresor de aire, ayudando a alcanzar los objetivos de gestión de la energía.
Mantener
Una vez que un fabricante comprende dónde se consume la energía y logra reducirla, el siguiente objetivo es mantener los niveles de consumo. Pero eso no es fácil. Las operaciones de la planta pueden cambiar el perfil de energía de una planta y enmascarar los verdaderos avances logrados por un programa de gestión de energía.
Cuando los datos no se rastrean y se relacionan con la producción a menudo, puede parecer que las inversiones iniciales en consumo de energía no están dando sus frutos. Para mantener un programa de energía dentro del objetivo, pueden ser útiles varios métodos:
• Continuar reforzando la energía como una prioridad en la toma de decisiones operativas
• Comunicar los éxitos del programa a medida que ocurren
• Ampliar las soluciones de monitorización de energía para apoyar los esfuerzos de mejora continua
• Mantener revisiones mensuales de KPIs de energía crítica
• Llevar a cabo una evaluación anual del sistema de gestión de energía para ayudar a garantizar que el programa siga el plan establecido.
Si un fabricante o productor no puede controlar su consumo de energía y no conoce sus perfiles de consumo de energía, puede hacer que reducir los costes energéticos sea una tarea difícil. Por eso es clave tener la información correcta. Afortunadamente para los fabricantes de alimentos y bebidas, existen tecnologías que les permiten monitorizar, analizar y controlar con precisión tanto su consumo de energía como su calidad. Conclusión: la energía ya no es el gasto inmanejable que una vez fue.