Un gigante que no queremos que pare de crecer
Los datos de crecimiento facilitados por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) apuntan a que el año anterior el sector creció un 2% y el negocio se situó por encima de los 98.300 millones de euros.
Unos datos que resultan de una multiplicidad de factores entre los cuales destacamos el comportamiento del consumo interno y las exportaciones. Este segundo factor ha experimentado un crecimiento exponencial de un 10% durante los dos últimos ejercicios anuales situando así el valor de las exportaciones en cerca de los 30.000 millones de euros para nuestras empresas.
¿Pero cómo se comporta la industria alimentaria en términos de empleabilidad? Las contrataciones tanto en las empresas de servicio indirecto a esta industria como las de la propia industria tienen unos registros de contratación que vienen a confirmar la buena salud de la que goza el sector. Distribución y cárnicas son los subsectores alimentarios que concentran los mayores porcentajes de contratación con un 48% y un 44,5% respectivamente, según datos registrados por Quality en el último cuatrimestre del año saliente.
De entre todos los perfiles contratados encontramos que los más demandados son los carretilleros, utileros, torneros fresadores y mozos. Pero las empresas del sector requieren también de operarios de producción de mataderos, manipulación y envasados. Paralelamente las empresas relacionadas indirectamente con el sector reclaman especialmente personal de limpieza, o preparadores de comandas, entre otros. Sin embargo, todos ellos son perfiles que, todavía, se deben consolidar para conseguir frenar el alto nivel de rotación con el que convive el sector.
Las previsiones de quienes trabajamos a diario con todos los stakeholders del sector y los datos de balance que estamos viendo en los últimos años nos invitan a pensar en un futuro igual de prometedor que el presente para el sector. Pero hay determinados aspectos en los que debemos incidir para que esto pueda seguir siendo así.
En primer lugar, debemos ser capaces de trasladar y convencer al sector de las ventajas de externalizar procesos (aunque la mayoría de las empresas ya las conocen) y de poner en valor los perfiles de trabajo temporal cualificado, como los interim managers expertos en procesos y líneas de producción. Y es que son precisamente los conocimientos y el expertise de los partners de trabajo temporal y outsourcing de las empresas del sector quienes mediante acciones vinculadas a la flexibilidad, legalidad y prevención de riesgos laborales (PRL), entre muchas otras, podemos y debemos ayudar a mantener al sector como líder de la economía española.
Pero no nos descuidemos. Pongamos todos los recursos que estén a nuestro alcance para que, entre empresas y administración pública se adecúe una formación a medida para cada tipo de perfil demandado. El sector alimentación recae en la industria pero también lo hace en el comercio minorista, y para cada cual se necesita un profesional con unas características determinadas que unas veces sí y otras tantas no, serán las mismas.
Con todo, el objetivo recae en seguir dotando al sector de las mejores herramientas y mecanismos en forma de soluciones a medida para que éste siga creciendo. Hagámoslo juntos y hagámoslo ad hoc. Ayudemos a alimentar a este gigante que no queremos que pare de crecer.