Inspección por rayos-x y detección de metales: una defensa de primera línea contra contaminantes físicos
La tecnología que mejor se adapte dependerá de los riesgos que identifique una auditoría de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (HACCP), cuyo fin es establecer riesgos potenciales para la integridad y calidad de los productos. Los puntos críticos de control (PCC) deben establecerse inmediatamente después de las áreas en las que pueda ponerse en riesgo la calidad del producto (por ejemplo, donde haya probabilidades de producirse contaminación física). Los sistemas de detección por rayos-x y los sistemas de detección de metales se consideran medidas de control, las cuales pueden evitar o minimizar los riesgos de contaminación física de manera significativa.
Los sistemas de inspección por rayos-x se implantan mejor cuando hay probabilidades de que diversos contaminantes físicos puedan introducirse en los productos que se fabrican, como metal, vidrio, piedra mineral, hueso calcificado o compuestos de caucho y plástico de alta densidad. Efectivamente, el sistema es un dispositivo de exploración que captura una imagen en escala de grises de un producto conforme pasa por la línea y la compara con un estándar de aceptación predeterminado. Cualquier producto que no cumpla el estándar se rechaza de forma automática.
Los rayos-x son perfectos para numerosas aplicaciones y presentaciones, desde productos bombeados (como fluidos alimentarios, semisólidos y fluidos) hasta productos sueltos y a granel. Los sistemas de inspección por rayos-x pueden inspeccionar a altas velocidades de línea los productos envasados de todas las formas y tamaños con facilidad; además, los productos empaquetados con película metalizada y laminados de aluminio no suponen ningún desafío. Asimismo, esta tecnología también permite realizar la inspección de envases altos y rígidos, como botellas, tarros de vidrio y latas de metal.
La detección de metales es la opción natural de aquellos fabricantes cuyo proceso de HACCP identifica áreas de producción donde el metal es un posible contaminante. Los detectores modernos y avanzados pueden identificar todos los metales, incluidos los férricos, como el cromo y el acero, y los no férricos, como el aluminio y el latón. También son fáciles de detectar el acero inoxidable magnético y el no magnético. Los detectores de metales se usan en diferentes puntos del proceso de producción y pueden situarse en la fase de materias primas entrantes, al final de una línea de producción o en otras fases clave intermedias si se identifican como áreas de riesgo. Hay una variedad de tipos distintos de productos adecuados para la inspección por detectores de metales, desde artículos sueltos y no envasados hasta productos bombeados, como líquidos, pastas y fluidos alimentarios.
Básicamente, el detector consta de tres bobinas eléctricas enrolladas alrededor de un armazón de soporte rectangular o circular que forman tres bucles a través de los cuales se pasa el producto. La bobina intermedia está cargada de electricidad y actúa como transmisora, lo que induce la corriente en las dos bobinas externas. Como resultado, se crea un campo electromagnético que genera una pequeña señal electrónica cuando se ve alterado por un objeto metálico. Dicha señal se amplifica y analiza, y puede usarse para activar un mecanismo de rechazo o detener la línea si está configurada para ello. Un detector de metales diseñado y configurado correctamente para la aplicación prevista tendrá la capacidad de detectar el contaminante metálico más insignificante.
En última instancia, la tecnología que elijan los fabricantes dependerá de lo que se esté produciendo en la línea; puede ser detección por rayos-x o detección de metales, o quizás una combinación de ambas. Antes de realizar compras de bienes de capital, es fundamental consultar con un especialista en la inspección de productos con experiencia para ofrecer una orientación y asesoramiento valiosos sobre los requisitos individuales. Al seguir estos consejos, los fabricantes pueden comprender por completo el coste total de propiedad de los sistemas en cuestión y el mejor modo de extraer el máximo valor de la inversión.