Molecor celebra en el Día del Árbol 600 árboles plantados
Y es que ¿qué sería de la Tierra sin árboles? Son los pulmones de nuestro planeta, contribuyen a regular el clima, liberan oxígeno y transforman el CO2 reduciendo así el efecto invernadero. Son reguladores del ciclo hidrológico, protegen los suelos y previenen la erosión, constituyen el hábitat de numerosas especies vegetales y animales; y son una fuente de materia prima para alimento, medicinas, combustible, fibras y otros materiales naturales, como el corcho, las resinas y el caucho.
Molecor Forest, incorporando nuevos árboles al planeta
Uno de los principales mensajes que siempre ha intentado promover la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es la necesidad de proteger y restaurar los bosques y los árboles en el mundo. Molecor se ha alineado con esta ambición y ha creado Molecor Forest, un bosque real formado por 600 árboles distribuidos entre Madagascar, Tanzania y Tailandia, y en el que se pueden encontrar especies que favorecen la biodiversidad como los manglares, y especies vulnerables y en riesgo de extinción como los cedros y caobas. 600 árboles que se suman a los más de 3 billones de árboles que existen en el planeta y donde se han inventariado más de 73.000 especies de árboles, de las cuales 9.000 aún están por descubrir.
Estos árboles que han sido apadrinados por cada uno de los empleados de la compañía y que forman parte de la integración de la cultura de responsabilidad social corporativa dentro de la organización. La creación del Molecor Forest no sólo contribuirá a la protección de la biodiversidad, sino que además permitirá mitigar el cambio climático, ya que todos los árboles plantados producirán la absorción de 227 toneladas de CO₂ de la atmósfera, contribuyendo así a disminuir la huella de carbono de la organización. A su vez, generará enormes beneficios para las personas que viven en él, pues se trabaja de forma directa con ONG y comunidades locales para seleccionar cuáles debían ser los árboles y lugares adecuados para su plantación por agricultores locales que los cuidarán a lo largo del tiempo, todo ello con el propósito de promover el desarrollo sostenible generando impacto positivo tanto para el planeta como para las personas que viven en él.