El ICRA denuncia la presencia de contaminantes antibióticos en acuíferos catalanes
30 de julio de 2010
El Instituto Catalán de Investigación del Agua (Icra) ha avisado de la contaminación por antibióticos procedentes de purines en aguas subterráneas de Vic (Barcelona) y de la Selva (Girona), algo que podría afectar a otros puntos de la comunidad autónoma catalana.
El director del Icra y coautor del estudio, publicado en una edición del ‘Journal of Hydrology’ sobre las cuencas mediterráneas, Damià Barceló, ha destacado que detectaron 19 sulfonamidas diferentes en los pozos analizados, en la primera investigación de este tipo en el país. En dichos pozos, también se descubrieron niveles muy elevados de nitratos, otro signo de la contaminación por purines y que impide consumir el agua. Las sulfonamidas pueden pasar a las redes de abastecimiento humano si los acuíferos están conectados a los ríos, generando un aumento de la resistencia a los antibióticos y trastornos digestivos. A diferencia de la potabilización, la depuración del agua no elimina los antibióticos. Hasta el momento, no hay ninguna directiva europea ni estatal que regule la presencia de antibióticos en el agua, aunque sí hay normas para nitratos y pesticidas. Así, el coautor del estudio ha exigido coordinación entre administraciones de medio ambiente y agricultura y ganadería, lamentándose que los intereses de la última predominen de manera habitual. En consecuencia, ha abogado por la prevención, ya que recuperar un acuífero “cuesta muchísimo”.
La investigación detectó niveles de contaminantes mucho mayores en Vic que en la Selva, con valores superiores a los 1.000 nanogramos/litro de antibióticos frente a los menos de 200 en el municipio gerundense. Los nitratos superaban los 250 milígramos/litro en Vic y eran menores a 50 en la Selva, en sintonía con lo que permite la legislación.
Las aguas catalanas también están contaminadas por niveles elevados de fulerenos, partículas nanométricas –con un tamaño de una milmillonésima parte de metro– que se producen por combustión a altas temperaturas. Estas partículas se han identificado en el agua de depuradoras de zonas industriales próximas a aeropuertos, como es el caso de El Prat de Barcelona. Se trata de contaminantes no legislados, de los que se desconoce su grado de toxicidad. En un estudio posterior, también se han identificado fulerenos en el aire, en Cataluña.
Los pesticidas constituyen otro de los contaminantes que pueblan las aguas catalanas y que afectan, especialmente, a las comunidades de algas unicelurales, en ríos como el Llobregat, tal y como afirma una tercera investigación cofirmada por el subdirector del Icra, Sergi Sabater. El trabajo, que ha analizado el efecto de 22 plaguicidas en el agua y el sedimento de este río, avisa de sus efectos en la fisiología y la composición de especies de diatomeas, muy sensibles a la variación química de este recurso hídrico.