Las depuradoras navarras comenzarán a abastecerse de energía solar para evitar la emisión de 116 toneladas de CO2
Energía solar para depurar las aguas y evitar que 116 toneladas de dióxido de carbono (CO2) sean liberados cada año a la atmósfera. Se trata de uno de los principales objetivos del proyecto de instalación de paneles fotovoltaicos que el Gobierno de Navarra ha iniciado en las depuradoras de Tudela, Tafalla-Olite / Erriberri, Beire-Pitillas y Bajo Ebro, que da servicio a Ablitas, Buñuel, Cabanillas, Fustiñana y Ribaforada.
“Nuestro propósito es dotar al mayor número posible de depuradoras de paneles para disminuir la emisión de gases contaminantes, potenciar las energías renovables y reducir la factura eléctrica, que supone el mayor gasto de la operación y mantenimiento de nuestra red de depuradoras”, explica Fernando Mendoza, gerente de Nilsa, la sociedad pública encargada del saneamiento y la depuración de aguas.
La previsión es continuar extendiendo esta implantación de energía solar. “No se podrán instalar en todas las plantas de Navarra ya que en algunas lo desaconseja la climatología, pero el objetivo es extender al máximo esta buena práctica en la lucha contra el cambio y climático y por la sostenibilidad”, señala Mendoza.
Nilsa trabaja para extender la implantación de paneles solares entre finales de este año y principios de 2021 a las depuradoras de Bajo Ega (Andosilla, Cárcar y San Adrián), Bajo Arga (Caparroso, Falces, Funes, Peralta y Marcilla), Cursos Medios del Irati (Aoiz / Agoitz y Ekai de Lónguida, con una próxima conexión de Aós) y Valtierra-Arguedas, además de una posible ampliación en la estación de Tudela. Se prevé la extensión a las depuradoras de Cintruénigo, Lodosa-Sartaguda y Milagro durante el próximo año.
Inversión de 300.000 euros
NILSA, adscrita al Departamento de Cohesión Territorial, inició la instalación de paneles solares en la depuradora de Beire-Pitillas, testada como planta piloto con resultados satisfactorios. Se colocaron 36 paneles con una potencia de 9,9 kilovatios de pico (kWp).
“En términos económicos, esta primera experiencia contó con un presupuesto de 14.300 euros y el tiempo de amortización está establecido en 10 años”, detalla el director de Operación y Mantenimiento de Nilsa, Roberto Ferrández, que estima periodos similares de recuperación para los 288.000 euros destinados a los paneles instalados en Tudela y Tafalla-Olite, ambas con una potencia de 100 kWp, y en Bajo Ebro, con una capacidad de 75 kWp.
“La potencia generada en Bajo Ebro se debe a que la superficie cubierta con paneles es algo menor que los casos anteriores, ya que únicamente se instalan en los tejados de los edificios y del aparcamiento, por tratarse de una zona inundable”, señala Fernández. En el resto, los paneles se han instalado en el suelo, en las explanadas de cada una de las estaciones depuradoras.
La energía que producen estos paneles no autoabastece completamente la requerida por las instalaciones pero alcanzará entre un 7,5% y un 14% del consumo anual de cada depuradora, permitiendo reducir los costes mensuales de electricidad, que son el mayor gasto de la gestión de depuradoras.
Nilsa gestiona 669 instalaciones: 151 depuradoras, de las que 93 funcionan con energía eléctrica y 58 se corresponden con sistemas de decantación por gravedad que no requieren electricidad, y 518 tratamientos primarios que tampoco precisan energía eléctrica.
Plan Energético Navarra 2030
Ferrández incide en la estrategia europeísta de este proyecto y en la necesidad de cumplir metas en aras de la sostenibilidad medioambiental durante la próxima década: “Existen objetivos estratégicos acerca de la energía establecidos desde la Comisión Europea que han tenido su traslación en el Plan Energético Navarra 2030. Para Nilsa supone que, en 10 años, deberá alcanzar un 26% de reducción en sus emisiones de CO2, un 50% de cuota de energías renovables en el consumo total de energía y un 19,54% de reducción de la energía primaria por actuaciones de eficiencia”.
Para lograr estos objetivos, el equipo de Operación y Mantenimiento de Nilsa se encargó de realizar auditorías energéticas con la Asociación de la Industria Navarra (AIN) en varias instalaciones y un estudio con el Centro Nacional de Energías (CENER). “Tras este trabajo, vimos la opción de instalar parques de energía fotovoltaica en nuestras instalaciones como la solución técnica más viable para el cumplimiento del objetivo de la cuota de energías renovables”, incide Ferrández.
Todos estos proyectos han sido cofinanciados al 50% por el fondo FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de la Unión Europea. Nilsa ha gestionado en sus 31 años de andadura más de 36 millones de euros en fondos europeos, con los FEDER como principal efectivo.
Cabe recordar que Nilsa forma parte del primer proyecto de la Unión Europea de adaptación al cambio climático Life Nadapta, otorgado al Gobierno de Navarra en noviembre de 2018 y dotado con 15,6 millones de euros. Nilsa estudia en este marco buenas prácticas para la gestión de las masas de agua, pero también implanta medidas para aumentar la eficiencia energética de sus procesos, como la implantación de energía solar en sus instalaciones. Dentro del programa Life Nadapta, Nilsa cuenta con un presupuesto de 3,3 millones de euros: 2 millones de euros son aportados por la Unión Europea y 1,3 millones corresponden a la autofinanciación de la empresa pública.