La gestión integrada de todos los recursos hídricos es irrefutable
Equipo Técnico de AEDyR
17/07/2019Las condiciones climatológicas son cada vez más adversas y todo indica que ciertos efectos del cambio climático, como las cada vez más persistentes sequías, afectarán a mayores extensiones del planeta. La actual crisis del agua que viven algunas ciudades de India, Australia o Sudáfrica son, sin duda, ejemplos impactantes y preocupantes, pero no los únicos. Incluso territorios tradicionalmente con abundancia de recursos hídricos, como son Reino Unido y Suecia, conocen directamente lo que implica la falta de lluvias en sus territorios.
Membranas de ósmosis inversa.
Por si esto no fuera suficiente, el deterioro de la calidad de los recursos hídricos es cada vez mayor. En lo que va de año se han hecho públicos distintos estudios que revelan la mayor presencia de contaminantes en las masas de agua, con las impredecibles consecuencias que ello puede suponer para mantener el correcto funcionamiento de los ecosistemas que posibilitan la disponibilidad de recursos hídricos, y que podrían ahondar más si cabe en la reducción de estas reservas.
En este contexto, la mejora de las medidas de gestión, ahorro y una demanda más racional son y serán esenciales para lidiar con la escasez del agua. Como también el rediseño para minimizar el consumo de los procesos industriales y agrarios, dado que son los mayores consumidores de agua, suponen pilares elementales de dicha mejora. Al igual que lo son todas las medidas que impliquen un incremento de la calidad de las masas de agua tradicionales y que sin duda irán en aumento en los próximos años. Para todo ello es factor imprescindible unir esfuerzos y una mayor concienciación institucional, social y empresarial.
Sin embargo, resulta difícil vislumbrar que todos estos esfuerzos impliquen en el futuro un incremento significativo de los recursos de agua convencionales disponibles, algo categórico como acabamos de ver.
Por ello, y más que nunca, la utilización de fuentes de recursos no convencionales, como la desalación y la reutilización de agua, deben plantearse como estrategias vitales para incrementar los recursos hídricos disponibles.
Ante la escasez de un recurso como el agua que es esencial para la vida, el aprovechamiento racional y la gestión integrada de todos los recursos hídricos de un país, región o cuenca, tanto convencionales como no convencionales, debe centrar cualquier esfuerzo de planificación hidrológica estratégica a medio y largo plazo.
Tanto la desalación de agua como la regeneración de aguas para su reutilización implican el uso de tecnologías muy consolidadas que permiten hoy considerar estas opciones como soluciones viables y robustas para hacer frente a los desafíos hídricos que se plantean en cada vez mayores extensiones del planeta, como demuestra su uso desde hace décadas en regiones con déficits estructurales de agua como España, Arabia Saudí, Israel o Estados Unidos.
No hay que olvidar que la desalación y reutilización de aguas son los dos únicos recursos hídricos que no dependen directamente de la climatología, sino que ambas permiten obtener un agua de calidad partiendo de un recurso constante e ilimitado como es el agua del mar, o de un recurso constante e incesante como son las aguas residuales, ofreciendo así una fuente de valiosos recursos complementarios al resto de recursos naturales.
Por su parte, la desalación de agua de mar permite ofrecer agua de gran calidad para abastecimiento, así como para otros usos industriales y agrarios, en las zonas de costa, que es donde mayormente se concentra la población mundial. Además, el proceso tecnológico que permite la eliminación de las sales del agua marina o salobre, implica adicionalmente la eliminación de contaminantes que pudiera tener el agua de entrada.
Por su parte, en un mundo que vira a marchas forzadas hacia una economía circular, es imprescindible potenciar la reutilización de agua, poniendo en valor este recurso que las nuevas tecnologías de regeneración permiten ofrecer con una calidad fuera de duda, incluso en las condiciones sanitarias más exigentes.
Las condiciones climatológicas son cada vez más adversas y todo indica que ciertos efectos del cambio climático, como las cada vez más persistentes sequías, afectarán a mayores extensiones del planeta.
Los usos agrarios, industriales y urbanos de la reutilización de agua ofrecen la posibilidad de restringir la explotación de los recursos convencionales al consumo humano y abastecimiento, así como evitar el vertido al medio de aguas depuradas de inferior calidad a la de las aguas regeneradas para reutilización, una de las grandes ventajas medioambientales de este recurso, añadido a los usos en este campo que puedan darse a estas aguas, como son la recarga de acuíferos y la mejora de caudales ecológicos.
Y aunque, sin duda, el objetivo prioritario de las investigaciones a nivel mundial en el ámbito de las tecnologías de desalación y reutilización es lograr reducir aún más los costos asociados a la producción de este tipo de aguas, no podemos obviar que ya actualmente son dos recursos cuyos precios de producción están cada vez más próximos al de otras fuentes de agua convencionales, y que, por tanto, este factor no puede ni debe limitar su uso, y mucho menos en los casos en los que las previsiones sobre los recursos hídricos tradicionales son más inquietantes, donde la gestión integrada de todos los recursos hídricos es irrefutable.