Navarra presenta el Plan Director del Ciclo Integral del Agua para los próximos doce años, que se somete a información pública
El Plan, que regula y estructura tanto el abastecimiento como el saneamiento de agua de toda la Comunidad Foral, establece que en 2030 toda la población contará con fuentes que suministren agua de alta calidad, que el consumo será responsable y no superará los 120 litros por habitante y día, y que el saneamiento será completo en todos los núcleos de más de 100 habitantes para 2024.
El acto de presentación fue presidido por la consejera Isabel Elizalde, junto con los directores generales de Administración Local, Xabi Lasa, y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Eva García Balaguer, y en él participaron también representantes de entes locales y diferentes organizaciones. Las personas asistentes pudieron conocer los detalles del documento final elaborado tras el proceso de participación realizado este año. A partir de ahora estará sometido a exposición pública para alegaciones durante 45 días hábiles, antes de su aprobación definitiva por parte del Gobierno de Navarra.
En la presentación, la consejera Elizalde destacó que el Plan “supone un antes y un después en la gestión del agua en Navarra, puesto que es la primera vez que se dispone de un plan integral, ya que anteriormente existían dos planes independientes para el abastecimiento y el saneamiento no conectados entre sí”. Además hizo hincapié en que el plan “no es un mero listado de infraestructuras”, sino que propone “una nueva gobernanza, medidas de contención del consumo y eficiencia” y, sobre todo, “permite a los navarros y navarras prepararse para el nuevo escenario de cambio climático”.
Un plan integral
El plan abarca desde la futura gobernanza, incluyendo temas claves como costes y sistema tarifario, hasta el conocimiento sensibilización y divulgación y también las infraestructuras. En su previsión de actuaciones, el Plan detalla diez líneas de acción: refuerzo del ciclo integral, gobernanza, acciones generales de abastecimiento, mejora del abastecimiento en alta y en baja, acciones generales de saneamiento, mejora del saneamiento en alta y en baja, costes y sistema tarifario, conocimiento, sensibilización y divulgación.
Este plan es también un importante instrumento de lucha contra el cambio climático en materia hídrica ya que, según las previsiones, para 2030 las aportaciones hidrológicas disminuirán en Navarra, mientras que la población continuará estable, lo que supone que con menos recursos habrá que atender, al menos, las mismas demandas, siendo el consumo actual de agua en Navarra de 77 hectómetros cúbicos anuales.
El plan tiene un presupuesto estimado de 439 millones de euros, que está previsto se financien con fondos como el Plan de Infraestructuras Locales (PIL), con el canon de saneamiento y las aportaciones de las entidades locales.
El Plan prevé un horizonte temporal de implantación de dos sexenios, 2019-2024 y 2024-2030, con sus propios hitos, que serán revisados en función de las posibilidades de cada entidad local y de los recursos que el Gobierno de Navarra pueda poner a disposición de las localidades, ya que el plan es un documento que será repasado periódicamente.
Entre sus objetivos destaca conseguir el buen estado ecológico de las masas de agua superficiales y subterráneas, así como alcanzar una completa recuperación de costes para 2027, cuestión que la Directiva Marco del Agua, la más importante en la Unión Europea, establece como un requerimiento imprescindible. Para alcanzar las metas propuestas se opta por un sistema público que se articulará teniendo como guía la Ley de Reforma de la Administración Local. También tiene como guía los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la ONU para 2030.
En cuanto al abastecimiento, establece que en 2030 toda la población contará con fuentes que suministren aguas de alta calidad, estables y suficientemente diversificadas como para garantizar un servicio continuo y excelente, con el objetivo de que con un consumo responsable no se superen los 120 litros por habitante y día. Por otra parte, el saneamiento será completo en todos los núcleos de más de 100 habitantes para 2024. En la actualidad, el 98% de la población de Navarra está ya conectada a sistemas de depuración biológica y se trabaja en el 2% restante, donde se dan dificultades por la dispersión geográfica y la baja densidad de población de estos núcleos.
En el ámbito de la gobernanza y gestión tarifaria, se hace imprescindible comenzar por un exhaustivo estudio de costes en 2020, ya que en la actualidad, Navarra cuenta con más de doscientas entidades que prestan el servicio de abastecimiento y su cobro, sin una forma única y homogénea de actuación. El plan contempla para 2021 el establecimiento de un sistema tarifario común, solidario, equilibrado y que fomente el ahorro y eficiencia en el uso y gestión del agua.
Participación y alegaciones
El documento que ahora se somete a exposición pública ya ha recogido 741 aportaciones en el curso del proceso de participación celebrado entre enero y mayo de este año, bien en las reuniones temáticas y zonales, o por internet. En el proceso han participado 394 personas y las reuniones se han articulado en siete zonas: Bidasoa-Baztan, Sakana, Pirineo, Mairaga, Ribera, Comarca de Pamplona y Valdizarbe y Montejurra.
Los temas que más se han trabajado se refieren a la falta de datos en muchas entidades, a las previsiones de demanda, al modelo de gobernanza, al sistema tarifario y a las fuentes de abastecimiento.
Durante esta nueva fase y antes de su aprobación definitiva, se podrán recibir alegaciones al Plan de ciudadanía, empresas, colectivos y particulares.